Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
¡No critiques!
Procura más bien colaborar con todos, sin hacer críticas.
La crítica hiere, y a nadie le gusta ser herido.
La persona que acostumbra a criticar, muy pronto queda aislada de todos.
Si ves alguna cosa errada, habla con amor y cariño, procurando ayudar.
Pero, sobre todo, procura corregir a los otros con tu ejemplo.

Dios está en todas partes al mismo tiempo,
junto a ti y dentro de ti.
Jamás estás desamparado.
Nunca estás solo.
No permitas que la amargura te perturbe:
procura mantenerte calmo para oir la voz silenciosa de Dios dentro de ti.
Así podrás superar las dificultades que aparecen en tu camino
y descubrir la verdad que existe en todas las cosas y personas.

Recuerda que recogeremos, infaliblemente, aquello que hemos sembrado.
Si estamos sufriendo, es porque recogemos los frutos amargos
de los errores que hemos sembrado en el pasado.
Permanece alerta en lo que se refiere al momento presente.
Planta ahora semillas de optimismo y de amor,
para recoger mañana frutos de alegría y felicidad.
Cada uno recoge, exactamente, lo que sembró.

¡No dejes que la calumnia te perturbe!
Todos estamos sujetos a la calumnia.
Pero aprende a superarla, viviendo de tal manera
que el calumniador no tenga razón.
Nadie detiene un ataque con otro ataque.
A nadie le aprovecha medirse con el calumniador.
Perdona siempre.
Vive de tal manera que jamás el calumniador tenga razón.

Los consejos ayudan, no caben dudas...
Pero no olvides que la solución de nuestros problemas
está dentro de nosotros mismos,
en la voz silenciosa de nuestra conciencia,
que es la voz de Dios dentro de nosotros.
No te dejes engañar:
sólo tú serás responsable del camino que eliges.
Nadie podrá rendir cuentas por ti.
Procura, por lo tanto, vivir acertadamente, de acuerdo a tu conciencia.

Resuelve tu problema.
Tienes mucho tiempo si te propones reformar tu vida,
mejorar tus actos, terminar definitivamente con tus flaquezas.
Comienza, pues, a partir de este momento.
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy...
Ciertamente que no puedes resolverlo todo de la mañana a la noche.
¡Pero comienza hoy!
Y si caes de nuevo, no te desanimes:
vuelve a comenzar cuantas veces sea preciso.

Ya en camino, sigue avanzando.
Si todos te abandonan, sigue tu marcha.
Si en tu derredor crecen las tinieblas, existe una razón más
para que tú mantengas encendida la pequeña llama de tu fe.
No dejes que esa luz se apague, para no quedarte en tinieblas.
Ilumina con tu luz las tinieblas que te rodean

Cada uno es responsable de sus actos.
No te desanimes por lo que te hacen los demás.
¿Qué tienes que ver con eso?
Sigue adelante, aunque todo el mundo esté contra ti.
Tienes que vencer, aunque te pongan dificultades.
Continúa sin desanimarte,
porque eres el único responsable de tus actos.