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De psicoterapeuta a novelista
Presenta su primera novela, 'La dignidad encarnada', con historias recogidas en su trayectoria



GUADALAJARA, JALISCO (27/SEP/2014).- La psicoterapeuta y pedagoga mexicana Silvia Gurrola Bonilla, con una trayectoria de servicio en instituciones internacionales a favor de la salud reproductiva y para combatir el VIH/ SIDA en naciones en Sudamérica, Asia y África, ha incursionado por vez primera en la novela con ''La dignidad encarnada'' (Planeta, 2014), una historia que refleja las terribles condiciones en que viven muchas mujeres en “un mundo que no ha sabido construir los caminos de la igualdad”.

De acuerdo con la profesional, su incursión en la narrativa se debió a que la consideró como “un vehículo, una herramienta tal vez más efectiva o que pudiera abarcar un poco más en cuanto al tema que haber escrito un ensayo; creo que estos mensajes necesitan ser digeridos, los aspectos de género siguen siendo amasados de modo que resultan muy históricos o, en el peor de los casos, malinterpretados. Pienso que era importante crear un contexto que llevara al lector de la mano para que comprendiera que estos conceptos no son ajenos a su vida y tienen algo que ver con ellos”.

Para la escritora, dar cuenta de “una dimensión humana concreta” era esencial, algo que vincula a su ejercicio profesional, pues “refleja mi formación como terapeuta; todo gesto es indicador de emociones, de lo que experimenta una persona; si no se está atento, puede uno ser víctima de un engaño y dejar de percibir lo que estos personajes tienen en su corazón. Un poco este entrenamiento me hizo sensible a las situaciones”.

Pero, agrega, “para mí es importante también el contexto, porque hay muchos estereotipos en torno a África, asociados con prácticas aberrantes, pero no mucho más de las que pueden ocurrir a la vuelta de la esquina o cualquier otra parte; la gente como que no ubica que se trata de una zona entre lo urbano y rural, y los mozambiqueños son parte de este desarrollo y hacen un esfuerzo digno por darse oprtunidades y combatir la pobreza. Después de mi primera visita, en 1994, ahora es posible ver que existe en parte una generación que tuvo acceso a estudios universitarios, por ejemplo, lo que se expresa en la hija de la protagonista”.

La literatura como vehículo

Silvia Gurrola Bonilla es consciente que no se ha formado “en el terreno literario”, a lo que suma su dislexia y la consecuente dificultad para leer velozmente; pero, a pesar de ello, “creo que hay una necesidad de originalidad, de compromiso; creo que hay que tener compromiso con lo que se dice, que la literatura debe ser un vehículo para dar un mensaje, cualquiera que sea, para tener autenticidad”.

Asimismo, la escritora suma a lo anterior la “osadía de decidir hacer una novela en un contexto completamente ajeno a nuestra geografía latinoamericana”, es decir, en África, aunque se trata de un entorno conocido donde ha tenido oportunidad de viajar por diversos países, no sólo Mozambique sino Kenya, Ghana, Tanzania o Zambia, y no siempre “por trabajo”.

De este modo, aunque la intención “de conectarme con la historia como escritora siempre la tuve; conmoverme con los personajes fue distinto, y en ello quizá puedan encontrarse detalles de proyección psicológica, pero la verdad es que me sorprendían. En ocasiones respondían solos y eso me tomó por sorpresa; para mí fue algo mágico vivir la experiencia, porque es un proceso indescriptible cuando toman su propio rumbo los personajes, y no lo digo en sentido esotérico, pero es algo intenso, raro y especial”.

Así, tras su primera novela y la inicial retroalimentación con los lectores, la narradora confía en continuar con la escritura de ficción: “Valió la pena el esfuerzo, hay una satisfacción y caricia al ego, pero la novela comienza a adquirir el rumbo para lo que fue escrita, para que resuene en los lectores”.

La autora aclara que no se trata de una novela para mujeres, “no sólo refiere a ellas, sino que habla de la dignidad humana y toca aspectos universales que también conciernen a los hombres”.

Gurrola Bonilla no evita invitar a los lectores a tomar parte en este “camino” del libro en www.ladignidadencarnada.com.

PERFIL

Trabajo por otros

Silvia Gurrola Bonilla (Valparaíso, Zacatecas, 1966) estudió la licenciatura en Pedagogía y un postgrado en Psicoterapia Gestalt. En 1994 viajó a Mozambique, donde comenzó su trabajo internacional liderando programas de salud reproductiva y contra el VIH/SIDA. Su labor le ha permitido implementar programas de salud en países como Armenia, Georgia, Ghana, Guyana, Honduras, Nigeria, Tanzania y Zambia. Actualmente, trabaja para Bethics, una empresa de la que es cofundadora y está dedicada al fortalecimiento de la sociedad civil.