La conexión jihadista
Sinaí, Gaza y el Estado Islámico

¿Qué tipo de relaciones tienen los jihadistas del norte del Sinaí y la Franja de Gaza con Estado islámico, y con Hamas?
El presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi declaró una emergencia nacional de tres meses, tras el asesinato de más de 31 soldados egipcios en un atentado suicida con coche bomba llevado a cabo por los jihadistas en el norte de Sinaí.
Ninguna organización se atribuyó oficialmente la responsabilidad por el atentado, pero se produjo en el contexto de un estado de insurgencia abierta en el norte del Sinaí, en tanto que las fuerzas de seguridad egipcias combaten contra varias organizaciones extremistas islámicas. Los grupos más destacados son Ansar Bayt al Maqdis y Shura Majlis al Mujahideen. El ataque a la base militar del Sinaí se produjo unos días después de que un tribunal egipcio condenara a muerte a siete miembros de Ansar Beit al Maqdis por perpetrar ataques anteriores contra el ejército.
En los días siguientes, las autoridades egipcias señalaron con el dedo acusador a los gobernantes de Hamas en Gaza, aseverando que "no hay duda que elementos pertenecientes a las facciones palestinas estaban involucrados directamente en el ataque". El Cairo se dispone a construir una nueva barrera que separe la Franja del norte del Sinaí.
En varios medios de comunicación árabes, fuentes del gobierno egipcio no identificadas acusaron abiertamente a miembros de Hamas de ayudar al ataque, asistiendo con la planificación, la financiación y el suministro de armas.
¿Son creíbles las afirmaciones egipcias? ¿Existen vínculos entre Hamas o entre los movimientos jihadistas más pequeños de la Franja de Gaza y los insurgentes del norte del Sinaí? Y no menos importante, ¿está vinculada la campaña armada en el norte del Sinaí con el Estado Islámico? Primero, es importante entender que la actividad jihadista en el norte del Sinaí no es un desarrollo nuevo. Mucho antes del golpe militar del 3 de julio de 2013, y de hecho antes de la caída del presidente Hosni Mubarak en febrero de 2011, esta área se había convertido en una zona sin ley en el que los jihadistas y los contrabandistas beduinos de personas y mercancías llevaban a cabo sus actividades.
Ansar Bayt al Maqdis surgió en este entorno jihadista ya existente en el período posterior a la destitución de Mubarak.
En aquel momento, las medidas de seguridad egipcias en la zona se redujeron drásticamente.
Ansar Bayt al Maqdis no ha limitado sus actividades a la zona del Sinaí; sino que en cambio, ha perpetrado directamente ataques contra objetivos israelíes. Recientemente, el grupo decapitó a cuatro lugareños del Sinaí a quienes acusó de ser "espías del Mossad". También llevó a cabo dos ataques con cohetes contra Eilat en enero pasado.
La afirmación de los vínculos entre Hamas y Ansar Bayt al Maqdis han sido planteadas en el pasado. En septiembre, las fuerzas de seguridad egipcias afirmaron haber encontrado uniformes y armas identificadas como pertenecientes a las Brigadas Izzadin al Qassam de Hamás.
Vale la pena recordar que el gobierno egipcio actual, desde su creación, ha tratado de vincular al terrorismo jihadista salafista con los Hermanos Musulmanes en Egipto, como parte de su estrategia para marginar y criminalizar a la Hermandad.
Las declaraciones actuales que tratan de vincular directamente a Hamas con Ansar Bayt al Maqdis pueden formar parte de esta estrategia más amplia.
Por su parte, Hamás niega con indignación cualquier vínculo con el atentado con explosivos.
Pero, lo qué se puede decir con mayor confianza es que hay, sin duda, una subcultura jihadista salafista creciente y violenta que abarca el norte del Sinaí y el sur de Gaza - con varias organizaciones que poseen miembros e infraestructura en ambos lados de la frontera -.
Ansar al-Bayt sí Maqdis y Shura Majlis al Mujahideen tienen ambos miembros en el Sinaí y Gaza.
Los túneles para el contrabando de mercancías y armas entre Gaza y el norte de Sinaí están funcionando; a pesar de los intentos egipcios para destruirlos.
También es un hecho que Hamas sabe de estos túneles y no hace ningún intento para actuar en contra de ellos, beneficiándose económicamente con su presencia.
Desde este punto de vista, las autoridades de Hamas en Gaza son culpables por omisión, al no actuar en contra de la infraestructura de suministros y apoyo a las guerrillas salafistas en el norte del Sinaí. Sean o no ciertas las afirmaciones menos verificables, sobre los vínculos directos de Hamás con los jihadistas, tienen una base.
Ante esta realidad, tampoco es difícil de entender la determinación de Egipto de construir una barrera física eficaz entre Gaza y el territorio egipcio.
¿Qué hay de la cuestión del apoyo al Estado islámico? ¿Se deberían considerar a estos grupos jihadistas como una manifestación sureña de la ola suní jinadista que está barriendo actualmente Irak, Siria y cada vez más, el Líbano?
Desde un punto de vista ideológico, desde luego que sí.
Desde un punto de vista organizacional, la situación es más compleja.
Según Aymenn Jawad al Tamimi, un experto en grupos jihadistas, que actualmente tiene su base en el Centro Interdisciplinario de Herzlía y en el Middle East Forum, ni Ansar Bayt al Maqdis ni Shura Majlis al Mujahideen han jurado formalmente su alianza con el califato establecido por el Estado Islámico en partes de Irak y Siria.
Sin embargo, Tamimi confirmó que ambas organizaciones han expresado su "apoyo" al Estado islámico y sus objetivos; en tanto que no se han subordinan a él a través de un juramento de la lealtad.
Ansar Bayt al Maqdis es conocido por mantener contactos con el Estado Islámico, que lo ha asesorado sobre la mecánica de la ejecución de las operaciones. El Estado Islámico, por su parte, ha declarado públicamente su apoyo a los jihadistas en el norte del Sinaí, sin señalar a ningún grupo específico.
Tamimi señala la existencia de dos grupos más pequeños y más oscuros en Gaza con más enlaces directos con el Estado islámico.
Estos son Jamaat Ansar al Dawla al Islamiya fi Bayt al Maqdis (El Grupo de Ayudantes / Partidarios del Estado Islámico en Bayt al Maqdis), que lleva a cabo actividades de propaganda desde Gaza y ayuda a enviar voluntarios a Siria e Irak, y el Batallón Jeque Abu al Nur al Maqdisi, un contingente de Gaza, que está combatiendo junto con Estado Islámico en esos países.
Por lo tanto, se puede extraer una serie de conclusiones:
En primer lugar, Hamas, con su tolerancia y compromiso con los túneles de contrabando entre Gaza y el Sinaí, al menos indirectamente, permite que las redes jihadistas, que operan estos túneles, libren sus actividades de insurgencia contra Egipto - incluso si las afirmaciones de un vínculo directo de Hamas con las actividades violentas en el Sinaí no han sido aún probadas de forma concluyente -.
En segundo lugar, las organizaciones más importantes dedicadas a esta insurgencia apoyan al Estado Islámico, y son respaldadas por éstos últimos; aunque las primeras aún no hayan jurado su lealtad y se hayan convertido en subordinadas directas de éstos últimos.
El Estado Islámico todavía no está en el norte del Sinaí, pero sus aliados cercanos lo están. Sus actividades son toleradas por los gobernantes de Hamas de la Franja de Gaza - siempre y cuando dirijan sus ataques hacia el exterior, en contra de Egipto e Israel -.
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