Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
Cuando los mayas crearon la forma de fumar tabaco como se lo hace actualmente, probablemente no tenían en mente que 1300 millones de personas alrededor del mundo la iban a consumir. Aunque ellos lo hicieran por placer, sólo a veces y de forma natural (sin químicos), hoy la dependencia que se creó en torno a esta droga no tiene comparación.

Según estadísticas, el 70% de los fumadores quiere dejar la adicción a la nicotina, pero esto no es tarea fácil. Si bien muchos consiguieron exitosamente dejar sin ayuda de nadie. Muchos otros cayeron en la tentación y volvieron al vicio.

“Yo no soy super adicta. Necesito fumar al menos uno por día. Dejé varias veces y aguanté como máximo cinco meses, pero después caí otra vez” explica Nadia, de 20 años, que todavía no pudo dejar el mal habito.

¿Por qué es tan difícil?

La nicotina “es cuatro veces más adictiva que la cocaína, dos que la heroína y cien veces más que el alcohol”, asevera Dr. Salvador Mas, director de la página DejarDeFumar. Ésta es una droga que se encuentra de forma natural en el tabaco.

Después algún tiempo de fumar, la persona “genera una adicción tanto psicológica como física” explica Mas.

No sólo produce adicción física y psicológica sino que también “genera cambios en el cerebro. Esos cambios cerebrales son peores a los que producen las drogas ilegales” afirma el especialista. Estas modificaciones “duran 1 año y varios en los adictos severos”.

También tiene en su condición elementos que generan depresión en el ser humano, por eso cuando alguien está muy nervioso tiende a fumar más.

La dependencia es uno de los factores que la hace tan adictiva. Cuando el fumador se acostumbra a la droga, necesita más de ella para poder saciar esa necesidad.

La abstinencia

La abstinencia son los síntomas tanto físicos y psicológicos que los adictos sufren cuando se deja una adicción. “En el caso del tabaco éstos son ansiedad y depresión” cuando se habla de lo psicológico, mientras que los síntomas físicos más comunes suelen ser “dolores en el pecho, sensaciones de sudor, mareos, insomnio, aumento del apetito y sensación de opresión”, comenta Mas.

En promedio, según explica el experto, estos síntomas de abstinencia suelen durar 21 días. “Obviamente no es lo mismo lo que va a sufrir un hombre con sesenta años que fuma tres atados por día que uno de treinta y cinco que fuma quince” agrega.

Dejár el cigarrillo no es fácil, pero si hay gente que lo hizo, vos también podés. hizo una lista de consejos para que puedas olvidarte de mal hábito.

Fija una fecha. Tenés que marcar un día para dejar de fumar en tu calendario y no cambiarlo. Posponerlo no sirve.

Hacé un plan. Existen varias opciones de cómo dejar. Decidí si querés parar completamente o hacerlo progresivo. Una vez planeado, cumplí.

Borra las cosas que te lo recuerden. Tirá los ceniceros y encendedores. Cualquier cosa que te recuerde al cigarrillo puede provocar un deseo de volverlo a agarrar.

Tirálos. Cuando llegue la fecha que pusiste para dejar, que sea imposible encontrar otro cigarrillo. Tirá hasta los que escondiste para esa ‘emergencia’.

Encuentra un buen sustituto. Cuando te da deseo de fumar, trata de sustituirlo con otra cosa (tomá un vaso de agua, masticá chicle, chupetín, etc). Muchas personas encuentran que los mejores sustitutos son aquellos que mantienen ocupadas las manos y la boca, igual que el cigarrillo.

Distraéte. Si te mantenés ocupado mientras estás dejando de fumar, no vas a estar pensando en eso. Pasa el tiempo con amistades que no fuman o elegí un pasatiempo más saludable, como correr o pintar.

Ayuda de un profesional. Si se te hace imposible tratar con los síntomas para dejar el cigarrillo, consultá con un médico. Ellos pueden recetárte alguna droga que reemplace la nicotina, como un inhalador o un parche.

Perdonáte. Si tienes un momento de debilidad y agarrás uno en contra de tu voluntad, no es el fin del mundo y no hagas que eso se convierta en el final de tu plan. Perdonáte y empezá otra vez lo más pronto posible.

Dejar el vicio es difícil pero no imposible, por eso, fijá la fecha, tirá el atado y preparate para aguantar los 21 días de abstinencia que te esperan por delante.

Fuente: http://www.minutouno.com/1/hoy/article/Un-vicio-difícil-de-dejar%5Eid_26330.htm