
El Asado, una historia uruguaya

Asado de tira, el de ¿siempre?
La ronda alrededor del fuego, el vino que acompaña, las carcajadas de los comensales, el aplauso para el asador, son distintos momentos de un mismo ritual que se gesta en torno al asado. Gustavo Laborde, periodista y licenciado en antropología, investiga en este libro sus orígenes e historia.
Con el rigor del investigador y la amenidad del periodista, Laborde va descubriendo a través de estas páginas los secretos de ese ritual que abre un espacio en el que los comensales se sienten “libres y prósperos”, donde tantas veces se escucha la frase “¡esto es vida!”.
A lo largo de estas páginas surgen unas cuantas revelaciones sorprendentes. Así, por ejemplo, se descubre que el gaucho nunca comió un asado de tira. Y que las vacas de entonces, animales bravos, de músculos de hierro, poco tenían que ver con los mansos y gordos vacunos que hoy vemos en nuestras praderas.

Una vez más, al hablar del asado, se renuevan viejas rivalidades que ya forman parte de la picaresca del Río de la Plata. ¿Quién puede apropiarse de los orígenes del asado? ¿Será Uruguay, además de la cuna de Gardel y del dulce de leche, la del asado? La investigación de Laborde apunta a que el asado, expresión sublime de libertad y plenitud, nació en la Banda Oriental.
El asado, escrito con singular amenidad, propone desentrañar los múltiples significados de algo tan querido para los uruguayos. “Es una creencia general —dice el autor— que el asado siempre estuvo ahí, que siempre existió y que la patria se formó en torno a un pedazo de carne asada a las brasas”. ¿Pero es verdad?
