Papelón, papelón cósmico. Víctor Hugo Morales se deshizo, durante su programa de radio en Continental, en contra de los precandidatos a presidentes que se comprometieron a debatir en A dos voces, y después tuvo que tragarse el micrófono o como él alguna vez dijo: “La vida lleva a tragarnos algún sapo". Cric, cric, silencio y lengüetazos de "ah, ah… bueno”.
Arrancó así: “Bueno, una buena mención para Scioli esta vez, que Scioli ha ido a todas, al Malba, no me acuerdo a qué otras, ahora se abstuvo”.
Víctor Hugo elogiaba que Scioli “no haya estado” en el programa de TN, con el resto de los precandidatos. Pero Scioli no sólo participó sino que se comprometió a debatir.
Seguía Víctor Hugo con su novela: “Se evitó un ridículo, si es el comienzo de algo, habría que celebrarlo”.
Y hasta se animó a imaginar la siguiente escena: “Cómo se siente Scioli ahora, después de que vio lo que vio, en la casa, sentado en el sillón, con algunos colaboradores, con la familia. Cuando vio el papel que hacía cada uno de ellos. ¿No se sintió liberado…?”, se preguntó y la respuesta fue un punzante silencio como si se hubiera engullido un batracio.
“Cómo que fue… Cómo que fue… ¿Scioli fue a TN…? (Silencio)... Yo vi algo”, intentó salir del pantano.
“Ah bueno, no…Yo creí que no había ido”. Y después, con el diario en la mano, ensayó: “Ah sí está Scioli, Clarín lo puso en el medio de la foto. Ah, sí está Scioli... Ah.”
“Es la hecatombe de la información que manejo de la cuestión televisiva”, buscó justificarse.
Y sí la hecatombe mata como la humedad.
Arrancó así: “Bueno, una buena mención para Scioli esta vez, que Scioli ha ido a todas, al Malba, no me acuerdo a qué otras, ahora se abstuvo”.
Víctor Hugo elogiaba que Scioli “no haya estado” en el programa de TN, con el resto de los precandidatos. Pero Scioli no sólo participó sino que se comprometió a debatir.
Seguía Víctor Hugo con su novela: “Se evitó un ridículo, si es el comienzo de algo, habría que celebrarlo”.
Y hasta se animó a imaginar la siguiente escena: “Cómo se siente Scioli ahora, después de que vio lo que vio, en la casa, sentado en el sillón, con algunos colaboradores, con la familia. Cuando vio el papel que hacía cada uno de ellos. ¿No se sintió liberado…?”, se preguntó y la respuesta fue un punzante silencio como si se hubiera engullido un batracio.
“Cómo que fue… Cómo que fue… ¿Scioli fue a TN…? (Silencio)... Yo vi algo”, intentó salir del pantano.
“Ah bueno, no…Yo creí que no había ido”. Y después, con el diario en la mano, ensayó: “Ah sí está Scioli, Clarín lo puso en el medio de la foto. Ah, sí está Scioli... Ah.”
“Es la hecatombe de la información que manejo de la cuestión televisiva”, buscó justificarse.
Y sí la hecatombe mata como la humedad.