


Actualmente territorio disputado por Kazajistán y Uzbekistán, Vozrozhdeniya en el Mar de Aral tuvo su momento de esplendor como campo de pruebas para armas biológicas soviéticas.
En 1948 el gobierno soviético se desplazó silenciosamente hacia una de las islas de la península del Mar de Aral, llamada Vozrozhdeniya, cuya traducción significa “Renacimiento”.
Allí se construyeron distintos edificios destinados principalmente al Departamento Soviético de Guerra Microbiológica. Bajo un secretismo militar estricto, los científicos estuvieron 40 años realizando todo tipo de pruebas con un extenso catálogo de armas bacteriológicas en ganado, testeando sus efectos al aire libre y en espacios aparentemente regulados.
La isla estaba dividida en dos sectores: en el sur se encontraban los establecimientos de pruebas de patógenos y en el norte los edificios militares donde los oficiales (algunos con sus familias) y soldados habitaban permanentemente. Dentro del complejo había barracas, casas residenciales, una escuela elemental, escuela de enfermería, depósitos, almacenes, generadores eléctricos, cafetería y demás establecimientos básicos para sustentar una considerable población fija.
Había picnics, proyecciones cinematográficas y demás actividades de ocio para los tiempos libres.
En la zona militar se localizaba el aeropuerto Berkhan donde regularmente aviones y helicópteros hacían presencia para transportar todo tipo de elementos.
Cerca del pueblo se construyó una pista de aterrizaje única "Dune", el único en la Unión Soviética, que tenía cuatro pistas de aterrizaje que asemeja su diseño a la rosa de los vientos. En la isla siempre sopla un viento fuerte, a veces cambia su dirección. Dependiendo de ello la aeronave aterriza en una pista en particular.
Por mar se podía ingresar mediante la Bahía Udobnaya, donde botes patrullas realizaban maniobras de seguridad para evitar la llegada de intrusos a la isla.
Todos los habitantes de la isla eran obligados a recibir inyecciones de inmunización y poseían, a futuro, grandes beneficios económicos, principalmente por el carácter nocivo de sus trabajos.
Según la información recolectada por investigadores que recorrieron el complejo, hoy abandonado, hubo experimentación con viruela, tularemia, ántrax, tifus, fiebre Q, brucelosis, encefalitis equina venezolana y la terrible peste bubónica; muchas de ellas modificadas genéticamente para ser más mortales que en su estado natural.
Estos patógenos fueron testeados en animales de todo tipo: vacas, caballos, monos, ovejas, burros, vacas y pequeños animales como ratones y hámsters.
Además de estos ensayos, se emuló la distribución en la atmósfera de estos agentes bacteriológicos, diseminados por partículas de aerosol, a forma de estudiar cómo se propagarían en un ambiente abierto.
Gracias a los vientos que mayoritariamente soplaban hacia el sur, el distrito militar norteño se encontraba seguro en caso de falla de seguridad. Sin embargo y para reforzar las medidas anti pandémicas, grupos de limpieza se encargaban del control ambiental. Sin embargo el error fatal sucede en 1971 en la instalación de pruebas Aralsk-7, cuando una viruela militarizada escapa de la isla, afectando a 10 personas y matando a 3 antes que el brote pueda ser contenido.
Según el general soviético Pyotr Burgasov, el testeo de 400 gramos de viruela en Vozrozhdeniya causó el brote del 30 de Julio de 1971. Burgasov fue Jefe de Físico Sanitario de la Armada Soviética, Vice-Ministro Soviético de la Salud y en el momento del incidente investigador dentro del programa bacteriológico del gobierno.
“En la Isla Vozrozhdeniya del Mar de Aral, las recetas más fuertes de viruela fueron testeadas. De repente fui informado que había algunas misteriosas muertes en Aralsk. Un barco de investigación de la flota Aral llamado Lev Bergse acercó unos 15 km de la isla (teniendo en cuenta que estaba prohibido acercarse a 40 km). La técnica del laboratorio del barco tomó muestras de plantón dos veces al día desde la cubierta superior. La fórmula de viruela, de unos 400 gramos, que fue expandida en la isla se “le pegó” y la infectó. Luego de regresar a su casa, ella infectó a varias personas, inclusive niños. Todos ellos murieron. Sospeché cual era la razón de estas muertes y llamé al Jefe de Asuntos Generales del Ministerio de Defensa y pedí que no detuvieran el tren Alma-Ata-Moscú en Aralsk. Como resultado, la epidemia alrededor del país pudo ser contenida. Inmediatamente llamé a Yuri Andropov, que en ese momento era Jefe de la KGB y le informé sobre la exclusiva receta de viruela obtenida en Vozrozhdeniya.” – Pyotr Burgasov
Nunca se comprobó si la liberación de la viruela fue hecho adrede, lo que sí se sabe es que el barco Lev Berg se acercó demasiado a las zonas de testeo sin saberlo, iniciando el brote pandémico en el Aral que ocasionó la muerte del a investigadora marina y dos niños. Existen otras teorías sobre los primeros infectados, pero se carece de evidencias sólidas.
Muchos pobladores de las islas cercanas y críticos del proyecto condenan a esta instalación en particular por la muerte masiva de peces, brotes de plagas a nivel regional, la extinción parcial del antílope saiga y algunos casos individuales de enfermedades infecciosas entre los visitantes de Vozrozhdeniya.
Ya en 1988 los militares soviéticos, desesperados para ocultar la evidencia de su programa de guerra bacteriológica deciden desparramar todas las reservas de ántrax por la isla, ahogarlas en decolorante y enterrar los residuos bajo tierra. A partir de ese momento el goteo tóxico de esa reserva ha estado envenenando la tierra de la isla mediante el agua subterránea.
Las familias y autoridades militares fueron evacuados y reinsertadas en la sociedad, clasificando el paradero actual de los partícipes.
Hoy en día, la península se encuentra compartida por Kazajistán al norte y Uzbekistán al sur debido a que en 1960 la Unión Soviética desvió parte del agua en dos ríos: El Sir Daria y el Amu Daria a modo de desarrollar cultivos de regadío para el desierto de Asía Central.
El problema que se enfrentan los pobladores cercanos a lo que fue en su momento la Isla de Vozrozhdeniya es que el mar comenzó a disminuir, uniendo lentamente la isla contaminada con tierra firme. Según una nota publicada por CNN, Vozrozhdeniya es una bomba de tiempo de ántrax esperando llegar a tierra firme.
Este complejo no es el primero ni será el último de esta índole, pero debemos ser conscientes de su existencia y el peligro que puede significar si realmente contribuye a una futura epidemia descontrolada. Muchos investigadores destacan de alarmante la situación de la Isla del Renacimiento argumentando que las bacterias son resistentes al paso del tiempo y que aún hoy en día contaminan el suelo.
Sin embargo los últimos estudios de la zona pretenden tranquilizar al público mediante una situación controlada y en caso de brote, aseguran estar preparados para contenerla inmediatamente.
En 1948 el gobierno soviético se desplazó silenciosamente hacia una de las islas de la península del Mar de Aral, llamada Vozrozhdeniya, cuya traducción significa “Renacimiento”.


Allí se construyeron distintos edificios destinados principalmente al Departamento Soviético de Guerra Microbiológica. Bajo un secretismo militar estricto, los científicos estuvieron 40 años realizando todo tipo de pruebas con un extenso catálogo de armas bacteriológicas en ganado, testeando sus efectos al aire libre y en espacios aparentemente regulados.

INFRAESTRUCTURA DE LA ISLA

La isla estaba dividida en dos sectores: en el sur se encontraban los establecimientos de pruebas de patógenos y en el norte los edificios militares donde los oficiales (algunos con sus familias) y soldados habitaban permanentemente. Dentro del complejo había barracas, casas residenciales, una escuela elemental, escuela de enfermería, depósitos, almacenes, generadores eléctricos, cafetería y demás establecimientos básicos para sustentar una considerable población fija.

Infraestructura de la isla (CNS)

Había picnics, proyecciones cinematográficas y demás actividades de ocio para los tiempos libres.

Esposas de oficiales paseando por el complejo. (Foto por Michael Kolevatov, panoramio.com)
En la zona militar se localizaba el aeropuerto Berkhan donde regularmente aviones y helicópteros hacían presencia para transportar todo tipo de elementos.


Cerca del pueblo se construyó una pista de aterrizaje única "Dune", el único en la Unión Soviética, que tenía cuatro pistas de aterrizaje que asemeja su diseño a la rosa de los vientos. En la isla siempre sopla un viento fuerte, a veces cambia su dirección. Dependiendo de ello la aeronave aterriza en una pista en particular.

Por mar se podía ingresar mediante la Bahía Udobnaya, donde botes patrullas realizaban maniobras de seguridad para evitar la llegada de intrusos a la isla.

Comienzo de las clases. (Foto por Michael Kolevatov, panoramio.com)
Todos los habitantes de la isla eran obligados a recibir inyecciones de inmunización y poseían, a futuro, grandes beneficios económicos, principalmente por el carácter nocivo de sus trabajos.

EXPERIMENTACIÓN BACTERIOLÓGICA

Según la información recolectada por investigadores que recorrieron el complejo, hoy abandonado, hubo experimentación con viruela, tularemia, ántrax, tifus, fiebre Q, brucelosis, encefalitis equina venezolana y la terrible peste bubónica; muchas de ellas modificadas genéticamente para ser más mortales que en su estado natural.


Foto aérea del complejo de pruebas (Foto por Michael Kolevatov, panoramio.com)

Estos patógenos fueron testeados en animales de todo tipo: vacas, caballos, monos, ovejas, burros, vacas y pequeños animales como ratones y hámsters.
Además de estos ensayos, se emuló la distribución en la atmósfera de estos agentes bacteriológicos, diseminados por partículas de aerosol, a forma de estudiar cómo se propagarían en un ambiente abierto.

EL BROTE DE 1971

Gracias a los vientos que mayoritariamente soplaban hacia el sur, el distrito militar norteño se encontraba seguro en caso de falla de seguridad. Sin embargo y para reforzar las medidas anti pandémicas, grupos de limpieza se encargaban del control ambiental. Sin embargo el error fatal sucede en 1971 en la instalación de pruebas Aralsk-7, cuando una viruela militarizada escapa de la isla, afectando a 10 personas y matando a 3 antes que el brote pueda ser contenido.

Viviendas. El edificio gris pertenecía a la Escuela Elemental (Foto por Michael Kolevatov, panoramio.com)

Según el general soviético Pyotr Burgasov, el testeo de 400 gramos de viruela en Vozrozhdeniya causó el brote del 30 de Julio de 1971. Burgasov fue Jefe de Físico Sanitario de la Armada Soviética, Vice-Ministro Soviético de la Salud y en el momento del incidente investigador dentro del programa bacteriológico del gobierno.

Así describe el accidente:
“En la Isla Vozrozhdeniya del Mar de Aral, las recetas más fuertes de viruela fueron testeadas. De repente fui informado que había algunas misteriosas muertes en Aralsk. Un barco de investigación de la flota Aral llamado Lev Bergse acercó unos 15 km de la isla (teniendo en cuenta que estaba prohibido acercarse a 40 km). La técnica del laboratorio del barco tomó muestras de plantón dos veces al día desde la cubierta superior. La fórmula de viruela, de unos 400 gramos, que fue expandida en la isla se “le pegó” y la infectó. Luego de regresar a su casa, ella infectó a varias personas, inclusive niños. Todos ellos murieron. Sospeché cual era la razón de estas muertes y llamé al Jefe de Asuntos Generales del Ministerio de Defensa y pedí que no detuvieran el tren Alma-Ata-Moscú en Aralsk. Como resultado, la epidemia alrededor del país pudo ser contenida. Inmediatamente llamé a Yuri Andropov, que en ese momento era Jefe de la KGB y le informé sobre la exclusiva receta de viruela obtenida en Vozrozhdeniya.” – Pyotr Burgasov

Las estructuras abandonadas dotan de misterio al paisaje (Foto por Michael Kolevatov, panoramio.com)

Nunca se comprobó si la liberación de la viruela fue hecho adrede, lo que sí se sabe es que el barco Lev Berg se acercó demasiado a las zonas de testeo sin saberlo, iniciando el brote pandémico en el Aral que ocasionó la muerte del a investigadora marina y dos niños. Existen otras teorías sobre los primeros infectados, pero se carece de evidencias sólidas.

Los restos oxidados de la estructura utilizada por los científicos perturba a los visitantes (Foto por Michael Kolevatov, panoramio.com)


Muchos pobladores de las islas cercanas y críticos del proyecto condenan a esta instalación en particular por la muerte masiva de peces, brotes de plagas a nivel regional, la extinción parcial del antílope saiga y algunos casos individuales de enfermedades infecciosas entre los visitantes de Vozrozhdeniya.

FIN DE LAS OPERACIONES Y ACTUALIDAD

Ya en 1988 los militares soviéticos, desesperados para ocultar la evidencia de su programa de guerra bacteriológica deciden desparramar todas las reservas de ántrax por la isla, ahogarlas en decolorante y enterrar los residuos bajo tierra. A partir de ese momento el goteo tóxico de esa reserva ha estado envenenando la tierra de la isla mediante el agua subterránea.
Las familias y autoridades militares fueron evacuados y reinsertadas en la sociedad, clasificando el paradero actual de los partícipes.


Proceso de sequía que va uniendo la isla con la tierra (Wikipedia)

Hoy en día, la península se encuentra compartida por Kazajistán al norte y Uzbekistán al sur debido a que en 1960 la Unión Soviética desvió parte del agua en dos ríos: El Sir Daria y el Amu Daria a modo de desarrollar cultivos de regadío para el desierto de Asía Central.


El problema que se enfrentan los pobladores cercanos a lo que fue en su momento la Isla de Vozrozhdeniya es que el mar comenzó a disminuir, uniendo lentamente la isla contaminada con tierra firme. Según una nota publicada por CNN, Vozrozhdeniya es una bomba de tiempo de ántrax esperando llegar a tierra firme.




Este complejo no es el primero ni será el último de esta índole, pero debemos ser conscientes de su existencia y el peligro que puede significar si realmente contribuye a una futura epidemia descontrolada. Muchos investigadores destacan de alarmante la situación de la Isla del Renacimiento argumentando que las bacterias son resistentes al paso del tiempo y que aún hoy en día contaminan el suelo.



Sin embargo los últimos estudios de la zona pretenden tranquilizar al público mediante una situación controlada y en caso de brote, aseguran estar preparados para contenerla inmediatamente.







