70. Star Wars: Battlefront II
La serie Star Wars Battlefront cumple esa nefasta particularidad de no haber conseguido sobrevivir al salto generacional en las consolas de sobremesa, a pesar de ser una de las series de la celebérrima franquicia ahora de Disney de más calidad. Star Wars Battlefront 2 resultó ser la última entrega viva de la licencia. Pandemic Studios, estudio tras este título, tampoco corrió mejor suerte, pues terminó cerrando. Pero lo cierto es que esta segunda entrega mejoró no solo mejoró lo visto en la primera parte de manera holgada, sino que además demostró que se pueden producir videojuegos notables al rebufo de una serie como la de George Lucas colocándonos en mitad de las batallas en escenarios como Coruscant o Tatooine. La conducción de naves y el cara a cara en primera o tercera persona hacían de este juego de acción una soberbia apuesta que hasta se permitía el lujo de coquetear con acierto con el online en Playstation 2.
71. Pesadilla Antes de Navidad
En 1993, el genio loco de Tim Burton para bien o para mal reformuló de forma definitiva los esquemas americanos del 31 de diciembre con la inmortal Pesadilla antes de Navidad. Capcom, en 2005, buscó rendirle homenaje a través de un ambicioso proyecto que se tradujo en nada menos que la secuela virtual del clásico y juggernaut insuperable en el arte de animación Stop-Motion, llamada La Venganza de Oogie Boogie. Armados con el Soul Robber que el doctor Finklestein nos proporciona -una especie de moco verde o Flubber que sirve a modo de látigo-, recorreremos la conocida ciudad -asombrosamente recreada de forma perfecta hasta sus más nimios detalles- y escenarios como el cementerio -una fotografía crepuscular magistral- mientras ayudamos a los habitantes contra las hordas de Boogie, que ha secuestrado a Sally, en un desarrollo puramente Beat 'em Up de la vieja escuela mezclado con puzles. Con un nivel insano de parecido con lo visto en el film, el juego cuenta con una BSO que fusiona la original de Danny Elfman con nuevas composiciones adaptadas a las mecánicas jugables que, en caso de los enfrentamientos contra los Final Bosses que adquirían el gameplay de juego de baile. Exploración, tareas secundarias y puzles componían la oferta de un título que sigue asombrando por su increíble fidelidad al original, y que demanda a gritos una versión en HD para admirar la portentosa dirección artística de Capcom.
72. Fahrenheit
Despues del ambicioso y adelantado a su época Omikron: The Nomad Soul, Quantic Dream y David Cage continuaron con su búsqueda del sentimiento humano y del realismo pre-Heavy Rain con Farenheit/Indigo Prophecy, uno de los primeros exponentes del nuevo esquema jugable en el terreno de la Aventura Gráfica, alejado del clásico Point & Click. Con una historia cuyo punto de partida ya nos dejaba bien claro la originalidad y radicalidad de la propuesta, limpiar la escena de un crimen ritual cometido por nosotros mismos, la jugabilidad de Farenheit se apoyaba en decisiones elementales como limpiar los rastros de sangre para que no nos pillen, o pagar la cuenta de la cafetería en vez de salir por la puerta sin interactuar con nada, como sería habitual. Estos puzles orgánicos se alternan con scriptados set-pieces que en ocasiones se antojaban geniales con respecto a los varios personajes contrapuntos que podíamos manejar, como el pánico de uno de ellos y el tener que controlar su respiración. Bajo un argumento Noir malsano, macabro y muy intrigante estropeado un poco por un trozo final que se alejaba del realismo físico inicial, Fahrenheit es una aventura cinematográfica que busca lo mismo que Heavy Rain, aunque con una jugabilidad más profunda, y que nadie debería perderse. Uno de los títulos a recordar del catálogo de PS2 que mantiene en tensión constantemente gracias a su división visual al estilo del virtuoso Brian De Palma, su guión y las múltiples formas que este brinda para resolver una situación -aunque sigue siendo una libertad guiada- y que, a pesar de algunos cambios bruscos en la cámara y un control que se deja sentir mejor con el ratón de PC que con el pad de las consolas, vino al sistema de Sony con un gran doblaje al castellano y a 60 herzios. Y encima con el maestro Angelo Badalamenti, compositor del Twin Peaks de David Lynch, musicando una partitura para el recuerdo.
73. World Rally Championship 4
Sin lugar a dudas uno de los grandes títulos de rallies para PS2 en una generación en la que la máquina de Sony ejerció un dominio brutal en los distintos subgéneros de la conducción. Desarrollado por Evolution Studios antes de dar el paso a MotorStorm y ser adquirido por Sony, World Rally Championship 4 es uno de los títulos gráficamente más avanzados de la consola, un auténtico logro que demostró una vez más la gran flexibilidad de un sistema que sorprendió hasta el final.. Las sucesivas entregas le dotaron de un balance y unas mecánicas fantásticas, tratando de balancear el factor realismo con el de la diversión, en una dura pugna con un Richard Burns Rally que apostaba por la autenticidad.
74. Baldur’s Gate: Dark Alliance II
Tanto el Baldur’s Gate original como sus herederos lanzados en PC están considerados como varios de los mejores RPGs occidentales jamás creados, de ahí que las expectativas que se generaron a la hora de trasladar tan solemne franquicia a los circuitos de PS2 se encontraran por todo lo alto. Muchos se quejaron cuando se dieron cuenta que el primer Baldur’s Gate: Dark Alliance tenía poco de RPG y mucho de acción, pero dicho juego acabó acallando las críticas dado que se trataba de un fenomenal Action RPG que se convirtió en el Diablo que PS2 siempre debió tener. Mientras la entrega original fue desarrollada por Snowblind Studios, su secuela y juego que nos ocupa se encontró auspiciado por los genios de Black Isle (Fallout 2, Planescape: Torment, Icewind Dale…), los cuales llevaron a cabo un trabajo aún más intachable que colocó a Baldur’s Gate: Dark Alliance II como uno de los mejores clones de Diablo que han visto los tiempos. Todo aquel que ame el género ya sabe lo que le espera: enormes, numerosas y laberínticas mazmorras a explorar desde una perspectiva cenital; decenas y decenas de enemigos a los que enfrentarse; un fuerte componente RPG que toma forma en multitud de hechizos a usar, habilidades a conseguir y equipo que acaparar y gestionar; varios personajes a elegir… Todo ello engalanado con un engine gráfico sólido como una roca y una fenomenal ambientación de fantasía oscura. A pesar de que en esta generación contamos con títulos de la talla de Diablo III o Torchlight, no por ello debemos dejar de prestar atención a esta pequeña gran joya del género.
75. El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey
En pleno asalto de una nueva trilogía fílmica pergeñada en base a El Hobbit, diez años atrás era la fiebre de El Señor de los Anillos la que asaltaba la pasada generación de sistemas. Después del derroche de acción Beat ‘em Up fotorrealista que fue Las Dos Torres, PS2 y el resto de sistemas recibieron de la mano de EA la continuación de El Retorno del Rey que ampliaba muy mucho al anterior, contando con un desarrollo no lineal en el que el número de personajes se triplicó y cuyo hilo se dividió en tres partes, la historia de Aragorn, Legolas y Gimli, la parte de Gandalf y la odisea de Frodo y Sam. Criticado por algunos que lo consideraban un mero machacabotones muy lejos de lo que la licencia ESDLA podría lograr, lo cierto es que es precisamente la acción constante y frenética la que aún lo hace recomendable para los fans que quieran revisitar jugablemente los momentos más destacados de la magna cinta de Peter Jackson, beneficiándose además del uso de la licencia cinematográfica de forma constante. Cada actor, escenario, arma y enemigo está extrapolado directamente de la película, siendo un placer increíble luchar con un amigo en el cooperativo con Aragorn y Gimli espalda contra espalda descuartizando orcos y espectros mientras los acordes de Howard Shore puntúan la acción. Con un inicio fulgurante –Gandalf repartiendo dosis de magia y espadazos a partes iguales en la defensa del Abismo de Helm-, la técnica de usar transiciones en forma de escenas de la película y luego fundirlas con su homónimo renderizado para dar paso al juego conformó todo un espectáculo gráfico en su momento. Acción en vena, en estado puro, sin más aditivo que el saborear la caída de sus hasta 40 enemigos simultáneos en pantalla contra nosotros, solamente le faltó el incluir de personaje jugable a Éowyn, la escudera de Rohan, para terminar de ser perfecto en su propuesta.
76. Final Fantasy X
Squaresoft tenía complicadísimo mantener el listón tras el excelso Final Fantasy IX, pero con la décima entrega de la franquicia, una de las principales impulsoras de las virtudes del cacareado 'emotion engine' no se quedó lejos de lograrlo. Su impactante prólogo en el que asistíamos a la destrucción de una futurista Zanarkand se veía continuado con un tono más lento y dramático donde conocíamos a personajes como Yuna, la invocadora, en un mundo donde la religión y la fantasía convivían en tranquilidad. Tidus, nuestro protagonista durante las más de cien horas de juego, servía como punto de vista en uno de los juegos mejor narrados del género. Añadirle además su enorme cantidad de objetivos secundarios y minijuegos, que alargaban la vida útil de un título que recompensaba cada minuto de juego con momentos de gran interés. El último gran Final Fantasy tradicional, que se atrevía además a innovar (haciéndolo bien) en aspectos como los combates.
77. Silent Hill 3
Una mujer. Y no una mujer cualquiera, sino encima un torrente de sentimientos encontrados de 17 años que adora a su padre, que sufre de Eisoptrophobia (miedo a los espejos, quizás el instante más recordado del juego con el inmenso espejo), que ha dejado de fumar y que, al descubrir su origen, se queda igual de sorprendida que los usuarios que habían jugado al primer y referente Silent Hill. Esta es Heather, única protagonista femenina con juego propio de la saga de la colina silenciosa que demostró el mismo coraje y dosis de locura que Mason o Sunderland tuvieron para sobrevivir en el pueblo maldito. Una de las cúspides visuales del sistema en su momento, y con una de las BSOs más recordadas de la serie cuando el genio Akira Yamaoka las componía, Silent Hill 3 sigue siendo para muchos uno de sus favoritos de la saga, ya que a pesar de seguir los esquemas jugables del Survival Horror, el cambio de protagonista tras manejar a dos personajes masculinos influyó en el relato y la propia percepción de los jugadores. Con un aspecto típico y con un punto de rebeldía de adolescente, el pelo rubio, corto y enmarañado de Heather y sus pecas la convierten en un personaje normal -como Harry y James- dentro de un entorno normal que se va transformando en un delirio de irrealidad absoluta. Un descenso a los Infiernos acompañados de un perturbador Valtiel y gigantescos y más perturbadores conejos de peluche y ferias de tiovivos que más que hacer sonreir, nos provoca un escalofrío de horror. Una de las mejores muestras de aquel género Survival Horror que se echa tantísimo de menos en estos tiempos.
78. The Simpsons: Hit & Run
Desde que la familia más querida de Springfield nos dejase a todo sorprendidos en aquel sensacional The Simpson Arcade Game de Konami, y pese a algún intento divertido de transportar la magia de la serie en cartuchos de Gameboy, nunca se habían alcanzado (hasta las fechas) las cotas de genialidad de The Simpsons: Hit & Run, una especie deGrand Theft Auto protagonizado por los habitantes de piel amarilla en misiones hilarantes a lo largo de todo Springfield. Homer, Bart, Lisa, Marge e incluso Maggie hacían acopio de todas sus habilidades únicas para realizar carreras alocadas, superar fases de plataformas o simplemente pasar un buen rato haciendo elementos secundarios en un concepto de juego que sonaba a caballo ganador y que efectivamente dio en la diana. Años más tarde Electronic Arts recuperaría esta mecánica para su juego lanzado en la presente generación, logrando también grandes resultados. Pero aquellas tardes acompañando a Homer en nuestras PS2, son difícilmente olvidables.
79. Legacy of Kain: Soul Reaver 2
El primer Soul Reaver puede encontrarse perfectamente posicionado entre los diez mejores juegos que llegaron a ver la luz en la primera PlayStation. Dotado de un sobresaliente hilo narrativo digno de la mejor de las novelas de fantasía oscura, un apartado visual que se cuenta entre los más potentes vistos en la primera sobremesa de Sony, y un desarrollo apasionante, el juego era una gozada de principio a fin que nos dejaba con ganas de mucho más después de asistir a su conclusión, un final completamente abierto que lo dejaba todo por resolver en una futurible secuela, la cual llegó ya bajo los circuitos de PS2 con el previsible nombre de Soul Reaver 2. La odisea deRaziel, el Dos Veces No Muerto, en busca de respuestas continuaba con la misma épica e intensidad, mientras comenzaba a atisbar el retorcido papel que había jugado hasta entonces contra su voluntad, así como el destino final que los oscuros poderes que manejaban los hilos desde las sombras le tenían reservado. Un fenomenal apartado gráfico (con texturas a una resolución elevadísima tratándose de una PS2), unos puzles enrevesados y desafiantes de esos que ya no quedan, y continuas sorpresas que nos dejarán con la boca abierta; todo esto y mucho más nos aguarda en Soul Reaver 2, el cuarto juego cronológicamente hablando de la soberbia pentalogía Legacy of Kain. Tras jugar a este título, seguramente te convertirás en uno más entre aquellos que maldecimos a Tomb Raider por esclavizar a Crystal Dynamics e imposibilitar el desarrollo de un sexto LoK.
80. Monster Hunter
Nadie podía augurar en su día en lo que se covertiría Monster Hunter, un juego capaz de machacar las ventas de muchas superproducciones sólo en su mercado natal. Los orígenes sin embargo son relativamente modestos, un juego de PS2 sin grandes expectativas pero con una interesante premisa: ser un cazador en un mundo habitado por enormes y peligrosas criaturas, un negocio arriesgado pero muy lucrativo. Con un planteamiento libre, Monster Hunter no pone el acento únicamente en la habilidad del jugador, también le exige ser meticuloso, planear y equiparse con una serie de cebos, trampas y equipamiento variado acorde con el tipo de bestia que se disponga a afrontar. Por supuesto que la habilidad es importante a la hora de enfrentarse a criaturas del tamaño de dinosaurios, también el juego de equipo, pero no es el único factor. Los que lo probaron en su día descubrieron una joya sin pulir, con múltiples aristas pero que fácilmente podía consumir docenas de horas casi por arte de magia. Su explosión definitiva llegaría en portátil, al ofrecer una forma sencilla de compartir aventuras, haciendo más evidente la magia cooperativa que desprende un juego sin duda singular.

La serie Star Wars Battlefront cumple esa nefasta particularidad de no haber conseguido sobrevivir al salto generacional en las consolas de sobremesa, a pesar de ser una de las series de la celebérrima franquicia ahora de Disney de más calidad. Star Wars Battlefront 2 resultó ser la última entrega viva de la licencia. Pandemic Studios, estudio tras este título, tampoco corrió mejor suerte, pues terminó cerrando. Pero lo cierto es que esta segunda entrega mejoró no solo mejoró lo visto en la primera parte de manera holgada, sino que además demostró que se pueden producir videojuegos notables al rebufo de una serie como la de George Lucas colocándonos en mitad de las batallas en escenarios como Coruscant o Tatooine. La conducción de naves y el cara a cara en primera o tercera persona hacían de este juego de acción una soberbia apuesta que hasta se permitía el lujo de coquetear con acierto con el online en Playstation 2.
71. Pesadilla Antes de Navidad

En 1993, el genio loco de Tim Burton para bien o para mal reformuló de forma definitiva los esquemas americanos del 31 de diciembre con la inmortal Pesadilla antes de Navidad. Capcom, en 2005, buscó rendirle homenaje a través de un ambicioso proyecto que se tradujo en nada menos que la secuela virtual del clásico y juggernaut insuperable en el arte de animación Stop-Motion, llamada La Venganza de Oogie Boogie. Armados con el Soul Robber que el doctor Finklestein nos proporciona -una especie de moco verde o Flubber que sirve a modo de látigo-, recorreremos la conocida ciudad -asombrosamente recreada de forma perfecta hasta sus más nimios detalles- y escenarios como el cementerio -una fotografía crepuscular magistral- mientras ayudamos a los habitantes contra las hordas de Boogie, que ha secuestrado a Sally, en un desarrollo puramente Beat 'em Up de la vieja escuela mezclado con puzles. Con un nivel insano de parecido con lo visto en el film, el juego cuenta con una BSO que fusiona la original de Danny Elfman con nuevas composiciones adaptadas a las mecánicas jugables que, en caso de los enfrentamientos contra los Final Bosses que adquirían el gameplay de juego de baile. Exploración, tareas secundarias y puzles componían la oferta de un título que sigue asombrando por su increíble fidelidad al original, y que demanda a gritos una versión en HD para admirar la portentosa dirección artística de Capcom.
72. Fahrenheit

Despues del ambicioso y adelantado a su época Omikron: The Nomad Soul, Quantic Dream y David Cage continuaron con su búsqueda del sentimiento humano y del realismo pre-Heavy Rain con Farenheit/Indigo Prophecy, uno de los primeros exponentes del nuevo esquema jugable en el terreno de la Aventura Gráfica, alejado del clásico Point & Click. Con una historia cuyo punto de partida ya nos dejaba bien claro la originalidad y radicalidad de la propuesta, limpiar la escena de un crimen ritual cometido por nosotros mismos, la jugabilidad de Farenheit se apoyaba en decisiones elementales como limpiar los rastros de sangre para que no nos pillen, o pagar la cuenta de la cafetería en vez de salir por la puerta sin interactuar con nada, como sería habitual. Estos puzles orgánicos se alternan con scriptados set-pieces que en ocasiones se antojaban geniales con respecto a los varios personajes contrapuntos que podíamos manejar, como el pánico de uno de ellos y el tener que controlar su respiración. Bajo un argumento Noir malsano, macabro y muy intrigante estropeado un poco por un trozo final que se alejaba del realismo físico inicial, Fahrenheit es una aventura cinematográfica que busca lo mismo que Heavy Rain, aunque con una jugabilidad más profunda, y que nadie debería perderse. Uno de los títulos a recordar del catálogo de PS2 que mantiene en tensión constantemente gracias a su división visual al estilo del virtuoso Brian De Palma, su guión y las múltiples formas que este brinda para resolver una situación -aunque sigue siendo una libertad guiada- y que, a pesar de algunos cambios bruscos en la cámara y un control que se deja sentir mejor con el ratón de PC que con el pad de las consolas, vino al sistema de Sony con un gran doblaje al castellano y a 60 herzios. Y encima con el maestro Angelo Badalamenti, compositor del Twin Peaks de David Lynch, musicando una partitura para el recuerdo.
73. World Rally Championship 4

Sin lugar a dudas uno de los grandes títulos de rallies para PS2 en una generación en la que la máquina de Sony ejerció un dominio brutal en los distintos subgéneros de la conducción. Desarrollado por Evolution Studios antes de dar el paso a MotorStorm y ser adquirido por Sony, World Rally Championship 4 es uno de los títulos gráficamente más avanzados de la consola, un auténtico logro que demostró una vez más la gran flexibilidad de un sistema que sorprendió hasta el final.. Las sucesivas entregas le dotaron de un balance y unas mecánicas fantásticas, tratando de balancear el factor realismo con el de la diversión, en una dura pugna con un Richard Burns Rally que apostaba por la autenticidad.
74. Baldur’s Gate: Dark Alliance II

Tanto el Baldur’s Gate original como sus herederos lanzados en PC están considerados como varios de los mejores RPGs occidentales jamás creados, de ahí que las expectativas que se generaron a la hora de trasladar tan solemne franquicia a los circuitos de PS2 se encontraran por todo lo alto. Muchos se quejaron cuando se dieron cuenta que el primer Baldur’s Gate: Dark Alliance tenía poco de RPG y mucho de acción, pero dicho juego acabó acallando las críticas dado que se trataba de un fenomenal Action RPG que se convirtió en el Diablo que PS2 siempre debió tener. Mientras la entrega original fue desarrollada por Snowblind Studios, su secuela y juego que nos ocupa se encontró auspiciado por los genios de Black Isle (Fallout 2, Planescape: Torment, Icewind Dale…), los cuales llevaron a cabo un trabajo aún más intachable que colocó a Baldur’s Gate: Dark Alliance II como uno de los mejores clones de Diablo que han visto los tiempos. Todo aquel que ame el género ya sabe lo que le espera: enormes, numerosas y laberínticas mazmorras a explorar desde una perspectiva cenital; decenas y decenas de enemigos a los que enfrentarse; un fuerte componente RPG que toma forma en multitud de hechizos a usar, habilidades a conseguir y equipo que acaparar y gestionar; varios personajes a elegir… Todo ello engalanado con un engine gráfico sólido como una roca y una fenomenal ambientación de fantasía oscura. A pesar de que en esta generación contamos con títulos de la talla de Diablo III o Torchlight, no por ello debemos dejar de prestar atención a esta pequeña gran joya del género.
75. El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey

En pleno asalto de una nueva trilogía fílmica pergeñada en base a El Hobbit, diez años atrás era la fiebre de El Señor de los Anillos la que asaltaba la pasada generación de sistemas. Después del derroche de acción Beat ‘em Up fotorrealista que fue Las Dos Torres, PS2 y el resto de sistemas recibieron de la mano de EA la continuación de El Retorno del Rey que ampliaba muy mucho al anterior, contando con un desarrollo no lineal en el que el número de personajes se triplicó y cuyo hilo se dividió en tres partes, la historia de Aragorn, Legolas y Gimli, la parte de Gandalf y la odisea de Frodo y Sam. Criticado por algunos que lo consideraban un mero machacabotones muy lejos de lo que la licencia ESDLA podría lograr, lo cierto es que es precisamente la acción constante y frenética la que aún lo hace recomendable para los fans que quieran revisitar jugablemente los momentos más destacados de la magna cinta de Peter Jackson, beneficiándose además del uso de la licencia cinematográfica de forma constante. Cada actor, escenario, arma y enemigo está extrapolado directamente de la película, siendo un placer increíble luchar con un amigo en el cooperativo con Aragorn y Gimli espalda contra espalda descuartizando orcos y espectros mientras los acordes de Howard Shore puntúan la acción. Con un inicio fulgurante –Gandalf repartiendo dosis de magia y espadazos a partes iguales en la defensa del Abismo de Helm-, la técnica de usar transiciones en forma de escenas de la película y luego fundirlas con su homónimo renderizado para dar paso al juego conformó todo un espectáculo gráfico en su momento. Acción en vena, en estado puro, sin más aditivo que el saborear la caída de sus hasta 40 enemigos simultáneos en pantalla contra nosotros, solamente le faltó el incluir de personaje jugable a Éowyn, la escudera de Rohan, para terminar de ser perfecto en su propuesta.
76. Final Fantasy X

Squaresoft tenía complicadísimo mantener el listón tras el excelso Final Fantasy IX, pero con la décima entrega de la franquicia, una de las principales impulsoras de las virtudes del cacareado 'emotion engine' no se quedó lejos de lograrlo. Su impactante prólogo en el que asistíamos a la destrucción de una futurista Zanarkand se veía continuado con un tono más lento y dramático donde conocíamos a personajes como Yuna, la invocadora, en un mundo donde la religión y la fantasía convivían en tranquilidad. Tidus, nuestro protagonista durante las más de cien horas de juego, servía como punto de vista en uno de los juegos mejor narrados del género. Añadirle además su enorme cantidad de objetivos secundarios y minijuegos, que alargaban la vida útil de un título que recompensaba cada minuto de juego con momentos de gran interés. El último gran Final Fantasy tradicional, que se atrevía además a innovar (haciéndolo bien) en aspectos como los combates.
77. Silent Hill 3

Una mujer. Y no una mujer cualquiera, sino encima un torrente de sentimientos encontrados de 17 años que adora a su padre, que sufre de Eisoptrophobia (miedo a los espejos, quizás el instante más recordado del juego con el inmenso espejo), que ha dejado de fumar y que, al descubrir su origen, se queda igual de sorprendida que los usuarios que habían jugado al primer y referente Silent Hill. Esta es Heather, única protagonista femenina con juego propio de la saga de la colina silenciosa que demostró el mismo coraje y dosis de locura que Mason o Sunderland tuvieron para sobrevivir en el pueblo maldito. Una de las cúspides visuales del sistema en su momento, y con una de las BSOs más recordadas de la serie cuando el genio Akira Yamaoka las componía, Silent Hill 3 sigue siendo para muchos uno de sus favoritos de la saga, ya que a pesar de seguir los esquemas jugables del Survival Horror, el cambio de protagonista tras manejar a dos personajes masculinos influyó en el relato y la propia percepción de los jugadores. Con un aspecto típico y con un punto de rebeldía de adolescente, el pelo rubio, corto y enmarañado de Heather y sus pecas la convierten en un personaje normal -como Harry y James- dentro de un entorno normal que se va transformando en un delirio de irrealidad absoluta. Un descenso a los Infiernos acompañados de un perturbador Valtiel y gigantescos y más perturbadores conejos de peluche y ferias de tiovivos que más que hacer sonreir, nos provoca un escalofrío de horror. Una de las mejores muestras de aquel género Survival Horror que se echa tantísimo de menos en estos tiempos.
78. The Simpsons: Hit & Run

Desde que la familia más querida de Springfield nos dejase a todo sorprendidos en aquel sensacional The Simpson Arcade Game de Konami, y pese a algún intento divertido de transportar la magia de la serie en cartuchos de Gameboy, nunca se habían alcanzado (hasta las fechas) las cotas de genialidad de The Simpsons: Hit & Run, una especie deGrand Theft Auto protagonizado por los habitantes de piel amarilla en misiones hilarantes a lo largo de todo Springfield. Homer, Bart, Lisa, Marge e incluso Maggie hacían acopio de todas sus habilidades únicas para realizar carreras alocadas, superar fases de plataformas o simplemente pasar un buen rato haciendo elementos secundarios en un concepto de juego que sonaba a caballo ganador y que efectivamente dio en la diana. Años más tarde Electronic Arts recuperaría esta mecánica para su juego lanzado en la presente generación, logrando también grandes resultados. Pero aquellas tardes acompañando a Homer en nuestras PS2, son difícilmente olvidables.
79. Legacy of Kain: Soul Reaver 2

El primer Soul Reaver puede encontrarse perfectamente posicionado entre los diez mejores juegos que llegaron a ver la luz en la primera PlayStation. Dotado de un sobresaliente hilo narrativo digno de la mejor de las novelas de fantasía oscura, un apartado visual que se cuenta entre los más potentes vistos en la primera sobremesa de Sony, y un desarrollo apasionante, el juego era una gozada de principio a fin que nos dejaba con ganas de mucho más después de asistir a su conclusión, un final completamente abierto que lo dejaba todo por resolver en una futurible secuela, la cual llegó ya bajo los circuitos de PS2 con el previsible nombre de Soul Reaver 2. La odisea deRaziel, el Dos Veces No Muerto, en busca de respuestas continuaba con la misma épica e intensidad, mientras comenzaba a atisbar el retorcido papel que había jugado hasta entonces contra su voluntad, así como el destino final que los oscuros poderes que manejaban los hilos desde las sombras le tenían reservado. Un fenomenal apartado gráfico (con texturas a una resolución elevadísima tratándose de una PS2), unos puzles enrevesados y desafiantes de esos que ya no quedan, y continuas sorpresas que nos dejarán con la boca abierta; todo esto y mucho más nos aguarda en Soul Reaver 2, el cuarto juego cronológicamente hablando de la soberbia pentalogía Legacy of Kain. Tras jugar a este título, seguramente te convertirás en uno más entre aquellos que maldecimos a Tomb Raider por esclavizar a Crystal Dynamics e imposibilitar el desarrollo de un sexto LoK.
80. Monster Hunter

Nadie podía augurar en su día en lo que se covertiría Monster Hunter, un juego capaz de machacar las ventas de muchas superproducciones sólo en su mercado natal. Los orígenes sin embargo son relativamente modestos, un juego de PS2 sin grandes expectativas pero con una interesante premisa: ser un cazador en un mundo habitado por enormes y peligrosas criaturas, un negocio arriesgado pero muy lucrativo. Con un planteamiento libre, Monster Hunter no pone el acento únicamente en la habilidad del jugador, también le exige ser meticuloso, planear y equiparse con una serie de cebos, trampas y equipamiento variado acorde con el tipo de bestia que se disponga a afrontar. Por supuesto que la habilidad es importante a la hora de enfrentarse a criaturas del tamaño de dinosaurios, también el juego de equipo, pero no es el único factor. Los que lo probaron en su día descubrieron una joya sin pulir, con múltiples aristas pero que fácilmente podía consumir docenas de horas casi por arte de magia. Su explosión definitiva llegaría en portátil, al ofrecer una forma sencilla de compartir aventuras, haciendo más evidente la magia cooperativa que desprende un juego sin duda singular.