En la crítica en general, pero sobre todo en la de videojuegos, se usa demasiado una expresión que es redundante con el propio objetivo del texto: "no es para todo el mundo". Obviamente, si se escriben un puñado de párrafos explicando cómo es un videojuego y las sensaciones que transmite es para que un público diverso llegue a la conclusión de si un título es o no para ellos. Aun así, se tiene la sensación errónea, especialmente con las superproducciones, que todos los juegos son (o deben serlo)