Steve Wozniak, fundador de Apple, vive retirado enseñando nuevas tecnologías a sus hijos y a los amigos de sus hijos y a los profesores. Es difícil creer que el hombre que inventó el ordenador para la gente, retirado desde los 30 años, se dedique exclusivamente a la enseñanza altruista. Wozniak salió de Apple rico, pero hoy en el boom de Silicon Valley, es un pequeño rico y además no se enfrasca en nuevos proyectos.
"Tengo todo lo que necesito. Por mucho que gaste no me lo puedo acabar. Hay que disfrutar de la vida, de la familia". En el salón de su casa, un gran televisor vomita las cotizaciones de la bolsa. Es tan sagrado esto, que las cotizaciones no se cortan ni con los anuncios. «Tengo el dinero bien invertido, para qué más».
En el año 2000 tendrá medio siglo. A los 26 años creó Apple, el primer ordenador para humanos. Steve Wozniak (Woz) cogió el dinero —algo— y se retiró. Hoy, en su casa de Los Gatos (California) se dedica a enseñar informática a los niños, a invertir bien su dinero y sobre todo a llevar una vida «tranquila, sencilla y con árboles».
A Woz le trae sin cuidado lo que pase con Microsoft, aunque la considera culpable de prácticas monopolistas. A él le interesa que Internet sea para todos, para ricos y para pobres, que el ADSL llegue a los más desfavorecidos «porque en los tiempos que vivimos, la desigualdad ya empieza a producirse sólo con que te llegue la información un poco más tarde».
La puerta está abierta. Con tantas películas de intrusos muertos de un balazo, cualquiera se atreve a entrar a una casa del Oeste americano. Hacen los honores Benny, Sophie, Zee, tres caniches blancos con andares de París. «Esto es una gran casa de perros», dice la señora que acaba de traer del colegio a Gary, uno de los tres hijos de Woz. Han llegado en un Mercedes con matrícula legendaria: Apple II.
Wozniak soluciona a unos amigos el problema que tienen con su ordenador, por supuesto, Mac. Todo aquí es Mac y Mac y sólo Mac. Lo único que cuelga de las paredes son unos carteles del nuevo iBook. La excepción es su camiseta: Linux. Más que un revolucionario, Woz parece un «chispas» voluntarioso: «Quiero paz, tranquilidad, árboles, un lugar sin mucha gente, sin aglomeraciones, sin tráfico. Quiero una vida tranquila y sencilla. Ése es mi objetivo en la vida».
Woz tiene la respuesta preparada para explicar el exilio en el que vive; un exilio conectado por decenas de ordenadores. Desde su terraza se contempla todo Silicon Valley, y Woz seguro que ve volar allá a lo lejos bandadas de billetes de dólares que él ha dejado escapar.
En 1976, Wozniak y Steve Jobs, cuatro años más joven que él, fundaron Apple, que además de una fábrica de ordenadores, fue y sigue siendo casi una forma de vida: la de los maqueros. «La cultura de Apple se formó porque detrás había una tecnología muy superior al resto. Fueron los primeros ordenadores que se fabricaban a bajo coste, con gráficos, colores, sonido y lenguaje de programación. Nuestra visión era un ordenador para personas, no para empresas, la idea era que la gente pudiera usar el ordenador en su casa para cosas tan simples como escribir una carta».
Woz recuerda aquellos años 1976-1981 que cambiaron el mundo del ordenador. Apple tenía la tercera parte de todo el negocio de ordenadores (hoy no pasa del 5%). «El almacenamiento de los aparatos era sólo de seis horas, que es la base del éxito. Fuimos un auténtico monopolio, un monopolio mayor que Microsoft, pero no abusamos de nuestra posición. Es más, la desaprovechamos».
Parece que Microsoft aprovechó mejor su situación. «Cuando surgió la demanda contra Microsoft, The New York Times me pidió que les escribiera un editorial. Después de mucho pensar, escribí que efectivamente Microsoft era un monopolio y que abusaba de su posición dominante. Pero en lugar de eso, salió publicado que Microsoft innovaba. Me pareció una broma de mal gusto».
«Yo no sé cuál debe ser el castigo, cómo resolver la situación, el daño causado, por ejemplo, a Netscape, cuyo navegador ha perdido totalmente la batalla por estas prácticas; pero sí sé que en otro negocio algunos habrían ido ya a la cárcel».
Gates no cometió la torpeza de Apple, que desde su posición dominante estuvo a punto de desaparecer. «El ordenador no era el problema. El problema fue la estrategia. Apple no quiso extender su sistema operativo a otros fabricantes de ordenadores, algo que sí hizo Microsoft, así que Apple se quedó aislado con su sistema operativo, que sólo servía para sus máquinas. Teníamos el mejor sistema operativo, pero para conseguirlo había que pagar nuestro ordenador, que era mucho más caro. Fue un error». «Éramos tan inocentes que pensábamos que la mejor tecnología siempre vence».
Nueve años después, en 1985, con 34 años, Woz dejó la compañía, dejó a su amigo Jobs, lo dejó todo. Se dedicó a hacer de promotor de conciertos benéficos, a intercambios culturales entre Rusia y EE UU. «Me gusta Dylan, sobre todo Dylan. Neil Young también, por supuesto». En su estudio hay un par de guitarras, «que toco siempre que puedo, por ejemplo, ahora», una batería y ordenadores. «En esta sala es donde consulto el correo». Una webcámara transmite por Internet lo que hace en ese momento. «Lo de la privacidad de la red, a mí personalmente no me preocupa. Jamás he tenido ningún problema, pero es cierto que la gente cree que cuando navega en su casa, es algo privado. No sabe que el navegador conoce todos los datos. Eso está mal. Se debería decir qué es privado y qué no, y que cada cual obrara en consecuencia».
En 1991 su hijo Jesse descubrió el ordenador, y a su papá se le cayó la baba. Empezó a darle clases a él y a sus compañeros del colegio. Les compró portátiles Powerbok, les abonó al servicio de AOL y los conectó a Internet. Lo que empezó como provisional ha ido aumentando hasta que Wozniak se ha convertido en una universidad ambulante. «Doy clases en los colegios de Los Gatos, y otros vienen aquí. También enseño a los profesores que dan clase a los niños». El garaje —el famoso garaje— en donde se han gestado todos los grandes inventos americanos, acoge la Universidad de Woz.
El 95% de las casas de Los Gatos tienen Internet. «Sí, pero los padres se empeñan en seguir dando a los hijos periódicos y televisión; y los hijos se van a Internet o a los videojuegos. Si tú les dices que has leído la critica de una pelicula, ellos entran en Internet y en media hora lo saben todo de esa película. No necesitan libros ni televisión». Es difícil encontrar un libro en la casa. «La información en Internet cada vez es de más calidad».
En su alejada casa no hay cable porque la compañía no quiere hacer el gasto de llevarlo. «En el caso del teléfono, ricos y pobres tienen las mismas tarifas por el mismo servicio, cn Internet: los pobres tienen Internet lento, los ricos, Internet rápido».
NDR: Perdon por no poner fotos, pero todavia no aprendi a postearlas. panzer
"Tengo todo lo que necesito. Por mucho que gaste no me lo puedo acabar. Hay que disfrutar de la vida, de la familia". En el salón de su casa, un gran televisor vomita las cotizaciones de la bolsa. Es tan sagrado esto, que las cotizaciones no se cortan ni con los anuncios. «Tengo el dinero bien invertido, para qué más».
En el año 2000 tendrá medio siglo. A los 26 años creó Apple, el primer ordenador para humanos. Steve Wozniak (Woz) cogió el dinero —algo— y se retiró. Hoy, en su casa de Los Gatos (California) se dedica a enseñar informática a los niños, a invertir bien su dinero y sobre todo a llevar una vida «tranquila, sencilla y con árboles».
A Woz le trae sin cuidado lo que pase con Microsoft, aunque la considera culpable de prácticas monopolistas. A él le interesa que Internet sea para todos, para ricos y para pobres, que el ADSL llegue a los más desfavorecidos «porque en los tiempos que vivimos, la desigualdad ya empieza a producirse sólo con que te llegue la información un poco más tarde».
La puerta está abierta. Con tantas películas de intrusos muertos de un balazo, cualquiera se atreve a entrar a una casa del Oeste americano. Hacen los honores Benny, Sophie, Zee, tres caniches blancos con andares de París. «Esto es una gran casa de perros», dice la señora que acaba de traer del colegio a Gary, uno de los tres hijos de Woz. Han llegado en un Mercedes con matrícula legendaria: Apple II.
Wozniak soluciona a unos amigos el problema que tienen con su ordenador, por supuesto, Mac. Todo aquí es Mac y Mac y sólo Mac. Lo único que cuelga de las paredes son unos carteles del nuevo iBook. La excepción es su camiseta: Linux. Más que un revolucionario, Woz parece un «chispas» voluntarioso: «Quiero paz, tranquilidad, árboles, un lugar sin mucha gente, sin aglomeraciones, sin tráfico. Quiero una vida tranquila y sencilla. Ése es mi objetivo en la vida».
Woz tiene la respuesta preparada para explicar el exilio en el que vive; un exilio conectado por decenas de ordenadores. Desde su terraza se contempla todo Silicon Valley, y Woz seguro que ve volar allá a lo lejos bandadas de billetes de dólares que él ha dejado escapar.
En 1976, Wozniak y Steve Jobs, cuatro años más joven que él, fundaron Apple, que además de una fábrica de ordenadores, fue y sigue siendo casi una forma de vida: la de los maqueros. «La cultura de Apple se formó porque detrás había una tecnología muy superior al resto. Fueron los primeros ordenadores que se fabricaban a bajo coste, con gráficos, colores, sonido y lenguaje de programación. Nuestra visión era un ordenador para personas, no para empresas, la idea era que la gente pudiera usar el ordenador en su casa para cosas tan simples como escribir una carta».
Woz recuerda aquellos años 1976-1981 que cambiaron el mundo del ordenador. Apple tenía la tercera parte de todo el negocio de ordenadores (hoy no pasa del 5%). «El almacenamiento de los aparatos era sólo de seis horas, que es la base del éxito. Fuimos un auténtico monopolio, un monopolio mayor que Microsoft, pero no abusamos de nuestra posición. Es más, la desaprovechamos».
Parece que Microsoft aprovechó mejor su situación. «Cuando surgió la demanda contra Microsoft, The New York Times me pidió que les escribiera un editorial. Después de mucho pensar, escribí que efectivamente Microsoft era un monopolio y que abusaba de su posición dominante. Pero en lugar de eso, salió publicado que Microsoft innovaba. Me pareció una broma de mal gusto».
«Yo no sé cuál debe ser el castigo, cómo resolver la situación, el daño causado, por ejemplo, a Netscape, cuyo navegador ha perdido totalmente la batalla por estas prácticas; pero sí sé que en otro negocio algunos habrían ido ya a la cárcel».
Gates no cometió la torpeza de Apple, que desde su posición dominante estuvo a punto de desaparecer. «El ordenador no era el problema. El problema fue la estrategia. Apple no quiso extender su sistema operativo a otros fabricantes de ordenadores, algo que sí hizo Microsoft, así que Apple se quedó aislado con su sistema operativo, que sólo servía para sus máquinas. Teníamos el mejor sistema operativo, pero para conseguirlo había que pagar nuestro ordenador, que era mucho más caro. Fue un error». «Éramos tan inocentes que pensábamos que la mejor tecnología siempre vence».
Nueve años después, en 1985, con 34 años, Woz dejó la compañía, dejó a su amigo Jobs, lo dejó todo. Se dedicó a hacer de promotor de conciertos benéficos, a intercambios culturales entre Rusia y EE UU. «Me gusta Dylan, sobre todo Dylan. Neil Young también, por supuesto». En su estudio hay un par de guitarras, «que toco siempre que puedo, por ejemplo, ahora», una batería y ordenadores. «En esta sala es donde consulto el correo». Una webcámara transmite por Internet lo que hace en ese momento. «Lo de la privacidad de la red, a mí personalmente no me preocupa. Jamás he tenido ningún problema, pero es cierto que la gente cree que cuando navega en su casa, es algo privado. No sabe que el navegador conoce todos los datos. Eso está mal. Se debería decir qué es privado y qué no, y que cada cual obrara en consecuencia».
En 1991 su hijo Jesse descubrió el ordenador, y a su papá se le cayó la baba. Empezó a darle clases a él y a sus compañeros del colegio. Les compró portátiles Powerbok, les abonó al servicio de AOL y los conectó a Internet. Lo que empezó como provisional ha ido aumentando hasta que Wozniak se ha convertido en una universidad ambulante. «Doy clases en los colegios de Los Gatos, y otros vienen aquí. También enseño a los profesores que dan clase a los niños». El garaje —el famoso garaje— en donde se han gestado todos los grandes inventos americanos, acoge la Universidad de Woz.
El 95% de las casas de Los Gatos tienen Internet. «Sí, pero los padres se empeñan en seguir dando a los hijos periódicos y televisión; y los hijos se van a Internet o a los videojuegos. Si tú les dices que has leído la critica de una pelicula, ellos entran en Internet y en media hora lo saben todo de esa película. No necesitan libros ni televisión». Es difícil encontrar un libro en la casa. «La información en Internet cada vez es de más calidad».
En su alejada casa no hay cable porque la compañía no quiere hacer el gasto de llevarlo. «En el caso del teléfono, ricos y pobres tienen las mismas tarifas por el mismo servicio, cn Internet: los pobres tienen Internet lento, los ricos, Internet rápido».
NDR: Perdon por no poner fotos, pero todavia no aprendi a postearlas. panzer