Particiones en Linux, la piedra de la discordia.
(Una simple opinión para agregar un poco más de confusión).
Más allá de la humorada del título, la primera vez que instalé Ubuntu
no hubo mayores problemas ya que al desconocer sobre los métodos
en uso y haciendo gala de "usuario normal" que jamás lee las instrucciones
previas, me largué a la instalación del sistema operativo.
¡Que fácil!, lo único que tengo que hacer es dar click y seguir para adelante
poniendo un nombre ya que ni una contraseña hace falta!!!.
Claro, algunos formateos más tarde, luego de comprobar que nada entendía
del "mundo linux" y que cada vez que intentaba cambiar algo el sistema no arrancaba, comencé a agarrarle el gustito a este sistema y debo decir
que poder notar que aquellas cositas boludas... ¡Ay perdón!, quise decir SENCILLAS que iba haciendo, resultaban, era halagador.
Llegó el maldito momento de averiguar el tema "particiones", ¿porque?...
bueno, ¿porque no?, al fin y al cabo leía que si uno deja que Linux instale solo
lo hace de una forma básica poniendo el arranque por un lado del disco y el resto del sistema por otro y eso no estaba bueno (o si para un recién iniciado).
En cada sitio que entraba y empezaba a leer sobre particiones me volvía loco.
Llegué a la conclusión que nadie sabe ni medio y que la inmensa mayoría
aplica su criterio o copia lo que le parece menos complicado o más eficiente.
Así fue como al ver el tema de las particiones primarias o extendidas, di con un sitio del año 2005 donde un viejo usuario comentaba que las particiones extendidas fueron una solución "experimental" y provisoria que se encontró al problema de no poder poner más de cuatro particiones primarias por disco.
Pero traían consigo el inconveniente que al arruinarse una parte del sistema por más que el resto estuviese en otras particiones extendidas, el daño podía afectar a todo el conjunto.
Comentaba también que ya se planeaba para el futuro un tipo de partición que reemplazaría a las extendidas.
¿Y ahora?, ¿que hago?...
¿Una partición primaria para el boteo y sucesivas extendidas para el "/", el "/home" y finalmente una de intercambio para el "swap"?
Bueno, no tengo intenciones de continuar usando Windows por lo tanto no me seduce conservarlo en el disco, así que resuelvo crear 4 particiones primarias
y las instalo según el órdenen que sus símbolos aparecen en la lista desplegable del creador de la mismas al instalar Ubuntu.
Finalmente dejo una primaria (la primera) para el "/"
Una primaria (la segunda) para el "/boot"
Una primaria (la tercera) para el "/home"
Y finalmente una primaria (la cuarta) para el "swap".
¿Porque así?, porque, según contaba ese viejo usuario, están mejor resguardadas y en caso de reinstalar puedo hacerlo con la seguridad de no tener dañados los datos de la "/home" y evitar formatearla en caso de necesidad.
¿Será cierto?.
Buah, así quedó mi disco!

(Una simple opinión para agregar un poco más de confusión).

Más allá de la humorada del título, la primera vez que instalé Ubuntu
no hubo mayores problemas ya que al desconocer sobre los métodos
en uso y haciendo gala de "usuario normal" que jamás lee las instrucciones
previas, me largué a la instalación del sistema operativo.
¡Que fácil!, lo único que tengo que hacer es dar click y seguir para adelante
poniendo un nombre ya que ni una contraseña hace falta!!!.

Claro, algunos formateos más tarde, luego de comprobar que nada entendía
del "mundo linux" y que cada vez que intentaba cambiar algo el sistema no arrancaba, comencé a agarrarle el gustito a este sistema y debo decir
que poder notar que aquellas cositas boludas... ¡Ay perdón!, quise decir SENCILLAS que iba haciendo, resultaban, era halagador.
Llegó el maldito momento de averiguar el tema "particiones", ¿porque?...
bueno, ¿porque no?, al fin y al cabo leía que si uno deja que Linux instale solo
lo hace de una forma básica poniendo el arranque por un lado del disco y el resto del sistema por otro y eso no estaba bueno (o si para un recién iniciado).

En cada sitio que entraba y empezaba a leer sobre particiones me volvía loco.
Llegué a la conclusión que nadie sabe ni medio y que la inmensa mayoría
aplica su criterio o copia lo que le parece menos complicado o más eficiente.
Así fue como al ver el tema de las particiones primarias o extendidas, di con un sitio del año 2005 donde un viejo usuario comentaba que las particiones extendidas fueron una solución "experimental" y provisoria que se encontró al problema de no poder poner más de cuatro particiones primarias por disco.
Pero traían consigo el inconveniente que al arruinarse una parte del sistema por más que el resto estuviese en otras particiones extendidas, el daño podía afectar a todo el conjunto.

Comentaba también que ya se planeaba para el futuro un tipo de partición que reemplazaría a las extendidas.
¿Y ahora?, ¿que hago?...
¿Una partición primaria para el boteo y sucesivas extendidas para el "/", el "/home" y finalmente una de intercambio para el "swap"?
Bueno, no tengo intenciones de continuar usando Windows por lo tanto no me seduce conservarlo en el disco, así que resuelvo crear 4 particiones primarias
y las instalo según el órdenen que sus símbolos aparecen en la lista desplegable del creador de la mismas al instalar Ubuntu.
Finalmente dejo una primaria (la primera) para el "/"
Una primaria (la segunda) para el "/boot"
Una primaria (la tercera) para el "/home"
Y finalmente una primaria (la cuarta) para el "swap".
¿Porque así?, porque, según contaba ese viejo usuario, están mejor resguardadas y en caso de reinstalar puedo hacerlo con la seguridad de no tener dañados los datos de la "/home" y evitar formatearla en caso de necesidad.
¿Será cierto?.
Buah, así quedó mi disco!
