El periodista y escritor Rolando López presenta hoy su nuevo libro, en el que cuenta la historia de Canelo, un perro en cuyo homenaje se bautizó una calle.

No vamos a redundar en frases hechas y análisis pseudosesudos. Vamos directo al grano: él se quedó ahí, en la puerta de un hospital, esperando a su amigo, a su cohabitante, quien se demoró más de la cuenta, así que decidió esperarlo…

Lo que no sabía (ni supo) el protagonista de esta historia era que ese hombre al que había acompañado para que se hiciera un tratamiento en el hospital se descompensaría y ya no volvería nunca más a su casa. Por eso se quedó en la puerta del hospital a esperarlo. Doce años duró la espera, tiempo en el que el perro fue rebautizado por la gente como Canelo y en el que se convirtió en un personaje de Cádiz (España), tanto que mientras estaba vivo se creó una cuenta para ayudarlo y fue el primer perro al que se le hizo un seguro, y desde el 9 de diciembre de 2002, día en que falleció, su nombre se inmortalizó a través de homenajes como los que les hicieron los humoristas gráficos de los diarios e incluso de la calle que fue bautizada en su honor, en la que, además, hay una plaqueta en relieve que lo recuerda.

La historia de este increíble perro es la que el periodista y escritor Rolando López cuenta en su nuevo libro, Canelo, el perro que esperó a dueño durante 12 años (Editorial Diógenes), que será presentado hoy a las 20 en el Salón Azul del Centro Cultural Le Parc.
Como buen periodista, López llegó hasta Cádiz y allí entrevistó a quienes conocieron a Canelo, reconstruyendo la vida del perro desde la memoria oral del pueblo y complementándola con los documentos, escritos y fotográficos.
Pero también, como buen narrador, López le puso voz a Canelo, dándole un registro literario a los momentos más importantes en la vida de este perro que al principio no llamó la atención de muchos, pero que a medida que pasó el tiempo se convirtió en una presencia querible en la puerta del hospital, tanto que la gente lo adoptó como un personaje, dejando de ser sólo parte del paisaje y convirtiéndose en un ciudadano más de Cádiz.

Homenaje del dibujante Mel a Canelo, en un diario de Cádiz.
Doce años estuvo Canelo (bautizado así por la gente, pues su primer nombre nunca alguien lo supo) frente al Hospital Puerta del Mar, haciéndose amigo de las personas que asistían regularmente al lugar y de los vecinos, recibiendo alguna que otra denuncia en contra (se podría decir que hasta estuvo preso por eso) y hasta haciéndose acreedor de un regalo de mil kilos de golosinas para perros que un empresario alemán le envió.

Canelo es una institución en Cádiz, y a partir de hoy su historia se disemina aún más por el planeta, gracias a la investigación que Rolando López realizó y cuyo resultado es el libro que presenta esta noche.
Canelo, el perro que esperó a dueño durante 12 años no relata de vida de un perro, sino la historia de uno de los personajes más importantes de Cádiz.