¿Qué significa el cariño para un perro?

Si nuestro perro es quien nos pide caricias está dominándonos. Nosotros marcamos las reglas, por tanto nosotros decidimos cuando debemos acariciarlo. Si respondemos a sus peticiones estamos alimentando una energía sobreexcitada. Tenemos que ordenarle que se siente y cuando esté tranquilo le acariciamos. Solo así entenderá que la única manera de que le demos cariño es cuando está tranquilo y sumiso.
Nunca debemos mostrarnos afectuosos cuando el perro esté ansioso, dominante, posesivo, agresivo, ladrando porque reforzaremos el comportamiento que haya tenido un instante antes.
Tener que trabajar para ganarse el cariño del líder es muy natural para los perros. Somos nosotros quienes pensamos que si no les acariciamos a todas horas les estamos maltratando.
El amor, ¿es cosa de perros?
El perro, como las personas, tiene un centro de placer en el cerebro. Es decir, un interruptor natural que le permite sentirse feliz cuando su cuerpo segrega una hormona llamada dopamina.
Perros y humanos compartimos parte que la química que explica el amor
Además, canes y humanos compartimos parte de la llamada química del amor: las dos especies segregamos oxitocina, una sustancia que afecta al circuito del placer cerebral y favorece el enamoramiento.
¿Es posible, entonces, decir que el perro ama? Casi nadie duda que el can tiene sentimientos fuertes. Pero cuando se trata de determinar si es amor, los científicos no se ponen de acuerdo.
Sentimientos o enamoramiento en el can
¿El perro ama o solo quiere algo de nosotros? Según el científico y veterinario Fred Metzger, de la Universidad de Pensilvania, "los canes no sienten el amor de la misma forma que lo hace un humano".
Metzger se posiciona del bando de los escépticos amorosos caninos. Es decir, opina que los perros ofrecen sentimientos y cariño a los humanos solo porque con ello pueden obtener una recompensa.
"Tras las monerías y trucos del perro suele haber muestras de afecto, caricias e incluso premios comestibles por parte del dueño", dice este investigador. "El can relaciona pronto que cuanto más afecto logra despertar mayor será su compensación", añade.
Metzger incluso duda de que la famosa fidelidad del perro hacia su dueño sea desinteresada. "Creo que si dejamos al perro una temporada en casa de unos vecinos, y estos le ofrecen las mismas recompensas, el perro pronto les querrá tanto como a sus dueños", remacha el investigador.
Amor y lametazos entre perros y humanos
A pesar de las afirmaciones de Metzger, quienes han convivido con un perro tendrán pocas dudas de los intensos sentimientos que el amigo peludo ofrece a diario.
Todos los propietarios de canes han experimentado la efusividad con la que el animal les recibe tras una ausencia más o menos prolongada. Antes semejante muestra de afecto canino, no es extraño sentirse una persona afortunada, y muy querida.
Tampoco todos los científicos comparten la visión de amor interesado del perro de Metzger. Un estudio publicado en la revista 'Journal of Comparative Psychology' concluye que el can quiere y siente un afecto real por los humanos.
El can quiere a las personas más que a otros animales
Además, este apego es mayor del que son capaces de sentir hacia otros congéneres. "El amor del perro hacia las personas que le cuidan es incluso más intenso que los sentimientos hacia sus propios hermanos y compañeros de la camada", concluye el equipo de investigadores encabezado por el neurólogo Michael Hennessey.
Además, el amor tiene muchas formas. Y el can demuestra su afecto hacia las personas que les cuidan de muchos y, en ocasiones, húmedos modos. El característico lametazo en la cara del perro a sus dueños es uno de ellos: un mojado beso (sin carga sexual) que le vale al can para mostrar su cariño.
La oxitocina es una hormona relacionada con el placer, que perros y personas comparten. Este químico desencadena circuitos cerebrales que se relacionan con las sensaciones agradables.
Y podría explicar los fuertes sentimientos de apego que el perro es capaz de sentir hacia las personas.
El animal segrega este químico amoroso cuando está cerca de una persona querida. De hecho, una investigación guiada por la psicóloga Andrea Beetz concluye que, al cabo de diez minutos de contacto, perros y personas experimentan un incremento similar de sus niveles de oxitocina en la sangre.
La parecida presencia de este interruptor amoroso en humanos y canes podría ser una consecuencia normal del carácter cada vez más social y humanizado del perro, apunta la científica.
La doctora sueca Kerstin Uvnäs Moberg también ha estudiado en profundidad los efectos de esta hormona amorosa en las relaciones sociales. La oxitocina, dice Uvnäs Moberg , "fortalece el apego y las emociones, mientras que reduce la sensación de estrés".
Definir los sentimientos es complicado. Lo es cuando se trata de afectos humanos, y también cuando los canes entran en juego. Pero, a juzgar por estos resultados, perros y humanos podríamos ser más similares de lo que en ocasiones creemos. Al menos, en cuanto a amor se refiere.

Entretenlo, Dale tu cariño
Haz que tu perro haga ejercicio. Cuando tu perro necesite salir, sácalo. Sabrás que tiene que salir porque él te dará miradas de suplica, se parará junto a la puerta, ladrará, etc. Puede quejarse, rascar la puerta y ladrar acompañando la necesidad de ejercicio al aire libre.

Acarícialo. Si él pone su cabeza en tu regazo, rasca detrás de sus orejas. Los perros sólo quieren ser amados. Ellos aman que les rasquen el cuello y la barriga y un masaje de perro es una de las mejores maneras de mostrar tu afecto por tu perro.

Abraza tu perro. La mayoría de los perros, especialmente los pequeños y los medianos, toman esto como una señal de afecto. Puedes hacer esto mientras acaricias a tu perro.

Premia a tu perro. Muchos perros, los Golden y Shelties en particular, existen para complacer a sus dueños, y lo harán. Tienes que premiarlo. Dale golosinas sanas y hechas especialmente para perros. No tienes que comprar las golosinas, puedes hacer unas excelentes en tu casa.

Habla con tu perro. A los perros les encanta cuando sus amos hablan con ellos. Incluso pueden desarrollar su propio idioma juntos y compartir momentos íntimos. ¡Y ningún perro te dirá que dejes de hablar de tu mal día en la oficina!

Pasa tiempo de calidad con tu perro. A tu perro le encanta la atención. Dedica tiempo cada día para estar solo con tu perro. Incluso si están recostados en frente de la televisión juntos, acariciando las orejas de tu perro y descansando juntos.

Dale prioridad al tiempo con tu perro. Establece horarios regulares y consistentes para alimentar a tu perro y llevarlo a pasear. Tu perro te lo agradecerá porque estás haciendo mucho para su bienestar. Hacer las cosas con tu perro a la misma hora todos los días hará que sepa qué esperar en ese momento.

Aprecia a tu perro. Siempre respeta a tu perro y el amor que tu perro ha traído a la casa. Sé amable, atento y considerado en la manera que tratas a tu perro. Tu perro es un miembro de la familia.

Dale a tu perro un lugar cómodo para sí mismo. El área de dormir de tu perro debe ser para el solo, no debe ser compartido con pilas de ropa sucia o cajas de almacenamiento. Asegúrate de que esté fuera del camino de la gente y otras molestias.

Corrige a tu perro. Al igual que un niño, si no disciplinas a tu perro, significa que no lo amas, así que cada vez que el perro hace algo mal, ¡Disciplínalo! Puedes lograr esto siendo consistente y ajustándote a las normas.

El perro es sin duda el mejor amigo del hombre.
Llegas a tu casa y te recibe como si no te hubiera visto en meses, estás sentado y te acompaña, si les hablas te entienden…
Veamos los 10 “mandamientos” del perro, para entenderlo mejor.
1- Tú tienes tu trabajo, tus amigos, te entretienes y yo solo te tengo a ti.
2- No te enojes conmigo por mucho tiempo, ya que mi vida solo dura de 10 a 15 años.
3- Dame cariño y afecto, que lo necesito más que nada, y dame tiempo para averiguar qué quieres de mí.
4- Háblame, porque aunque no entienda tus palabras, entiendo el tono de tu voz cuando me hablas y trato de hacer todo lo posible para complacerte. Se consciente en tu forma de tratarme ya que nunca la olvidaré.
5- Antes de golpearme o lastimarme, recuerda que también puedo lastimarte con un mordisco, pero no lo hago porque te quiero y nunca te haría daño.
6- Antes de retarme por ser perezoso y desobediente, pregúntate si algo me molesta, tal vez no me estás alimentando correctamente, he estado mucho tiempo bajo el sol o mi corazón está envejeciendo o debilitándose.
7- No me dejes nunca en la calle: no quiero morir en la perrera, ni bajo las ruedas de un auto, cierra tu propiedad con una buena reja y no la dejes abierta (recuerda que también hay ladrones).
8- Por favor cuídame cuando envejezca, ya que vos también envejecerás algún día.
9- No me abandones jamás, sé tan leal conmigo como yo lo soy contigo.
10- Un perro no busca grandes coches, casas lujosas, con agua y comida estará bien, no les importa si eres pobre o rico, inteligente o no. Dale un pedacito de tu corazón y él te dará el suyo. Las mascotas no son juguetes, tienes que ser muy responsable si quieres adoptar una. Si tienes un perro, ámalo por siempre y él estará eternamente agradecido.
No hay nada más sincero que la alegría que siente un perro al ver volver a su amo
AMA A TU PERRO