¿Tienes un lince que se comporta del orto? este post es para vos, rufián
Necesita a su madre. La separación de la familia mientras el gato es un cachorro puede ser uno de los desencadenantes de su conducta agresiva.

Atención redirigida. Si de pronto te ataca sin razón, puede estar sufriendo de “agresión redirigida”. Esto quiere decir que probablemente el gato está tenso por haber visto algún animal desde la ventana, lo que lo pondrá agresivo con cualquiera que se acerque a él

Son territoriales. Un gato podría ponerse a la defensiva y responder agresivamente para expresar territorialidad, es decir, su dominio sobre otro gato o sobre personas desconocidas que se encuentran en su territorio.

Está enfermo. Si un gato está enfermo, su manera de expresarlo es ¡enojándose! Los problemas de artritis, dentales o en el sistema nervioso, complican esta reacción.

Nervios. Si tu gato sufre de problemas psicológicos por estrés o nervios, podría desarrollar un cuadro de agresividad.

Tiene miedo. Los gatos pueden atacar si se enfrentan a un estímulo que les genere temor y no tengan la posibilidad de huir. Podría ser un ruido, un castigo, la amenaza de otro gato o de una persona. La agresividad por miedo es una agresividad defensiva.

Caricias. ¡No los acaricies mucho! Hay gatos que tienen umbral de tolerancia bajo para las caricias. Antes del ataque te enviará señales: aplanará las orejas y las dirigirá hacia atrás, sacudirá la cola, se encorvará y también puede sisear o mover la cabeza hacia la mano de quien le está acariciando.

Señales de enojo. Si tu gato tiene las pupilas dilatadas y la melena erizada, y mira fijamente a su objetivo; con los bigotes y cuello tensos, las orejas hacia atrás, y la cola separada del cuerpo ¡cuidado! Sería una clara señal de agresividad.

Déjalo tranquilizarse. Si ves que está demasiado nervioso como para que te acerques a él, lo mejor es dejarlo solo. Minimiza todos los estímulos que puedan causarle temor. Una forma de calmarlo es darle de comer y sentarte a su lado hablándole con suavidad.

Respeto. Ten en cuenta la forma en que a él le gusta que lo acaricien o peinen, y trátalo de acuerdo a eso. No le fomentes el juego agresivo ni uses partes de tu cuerpo como un juguete, ya que él no sabrá con cuáles puede o no jugar. Eso sí, si la conducta de tu gato se torna demasiado agresiva, consulta con un veterinario.

Ya sabes maquinola, sigue estos consejos y tu lince será un capo
