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El 12 de octubre “invisibiliza el genocidio más grande de la historia”

“(…) Entraban los españoles en los poblados y no dejaban niños ni viejos ni mujeres preñadas que no desbarrigarán e hicieran pedazos. Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría al indio por medio o le cortaba la cabeza de un tajo. Arrancaban a las criaturitas del pecho de sus madres y las lanzaban contra las piedras. A los hombres les cortaban las manos. A otros los amarraban con paja seca y los quemaban vivos. Y les clavaban una estaca en la boca para que no se oyeran los gritos. Para mantener a los perros amaestrados en matar, traían muchos indios en cadenas y los mordían y los destrozaban y tenían carnicería pública de carne humana (…) Yo soy testigo de todo esto y de otras maneras de crueldad nunca vistas ni oídas (…)” (Fray Bartolomé de las Casas, “Brevísima relación de la destrucción de las Indias 1552”).



Para el Consejo de la Nación Charrúa, ese día representa “la más grande y prolongada violación a los derechos humanos de los pueblos indígenas, de africanos y afrodescendientes”


Para el Consejo de la Nación Charrúa, el 12 de octubre, denominado Día de la Raza hoy de “La diversidad cultural”, representa “la más grande y prolongada violación a los derechos humanos de los pueblos indígenas y también de millones de africanos y afrodescendientes”.

“Fue invisibilizando el genocidio más grande de la historia de la humandad” se afirma.

Para los pueblos originarios, el 12 de octubre, “siempre será un día de resistencia continental, y no existirá denominación alguna que lo pueda borrar de nuestra memoria”.

Enrique Auyanet, integrante del Consejo de la Nación Charrúa, y uno de los principales referentes en el tema, dijo a LA REPÚBLICA, que a partir del 12 de octubre de 1492, de más de cien millones de habitantes, siglo y medio después sólo había sobrevivido la décima parte.

“El precio de la invasión fue de más de noventa millones de hermanos muertos, un millón de víctimas por año”.

Un largo camino

Auyanet historió los pasos dados por la institución, señalando que “en el transcurso del año 2010 por iniciativa de Atabaque, comenzamos las reuniones con el objetivo de reemplazar la denominación “Día de la Raza” para designar la efeméride 12 de octubre, por “Día de la Resistencia Indigena y Afrodescendiente”.

A esta iniciativa la apoyaron y participaron Zonasurkambé, Adench, Nzinga, Acsun, Bascuadé Inchalá, Afrogama, Chonik, Consejo de la Nación Charrúa, Comité Central Israelita del Uruguay, Mizangas, Ecos africanos, Nigeria puro tambor, Sinfonía de Ansina, La Facala, Herederos de Nyanza.

Este proyecto de ley ingresa al parlamento nacional el 17 de julio de 2012 impulsado por el representante por Canelones, Esteban Pérez.

“El Día de la Raza, así denominado desde la visión del invasor europeo, fue invisibilizando el genocidio más grande de la historia de la humanidad”, subrayó Auyanet.

“El 12 de octubre 1492, es el comienzo de un largo tiempo de crímenes, violaciones, apropiación de territorios ancestrales, saqueo y rapiña de las comunidades indígenas de la Abya Yala, y representa la más grande y prolongada violación a los derechos humanos de los pueblos indígenas y también de millones de africanos y afrodescendientes”.

“Desde el año 2002 en América se vienen remplazando las denominaciones de “Día de la Raza”, por constituir un agravio a los pueblos originarios víctimas de la invasión”.

Día de resistencia continental

Para Enrique Auyanet, “la palabra resistencia, es coincidente en varios países, y no constituye un mero capricho, tiene una profunda connotación, debido a que surge de la propia realidad de los pueblos indígenas, en el pasado y en la actualidad, es la actitud que los mantiene con vida y también permite conservar su memoria, su espiritualidad, cosmovisión como pueblos milenarios”.

“Al parecer en Uruguay, esta palabra al igual que genocidio tiene una fuerte oposición. Esta actitud sistemática y conservadora no permite llamar a las cosas por su nombre y menos ubicar los sucesos históricos en su justo lugar. Con intención o sin ella, se continúa ocultando, omitiendo, negando lo sucedido, perjudicando la reconstrucción de la memoria y el derecho a saber sobre el pasado a las nuevas generaciones”.

El 16 de setiembre próximo pasado se votó en diputados el remplazo de “Día de la Raza “ por “ Día de la diversidad cultural”. Esta denominación surge del acuerdo político de los diferentes partidos y no cuenta con la aprobación de las organizaciones indígenas”, subrayó el integrante del Consejo de la Nación Charrúa.

Para la nación indígena “siempre será un día de resistencia continental, y no existirá denominación alguna que lo pueda borrar de nuestra memoria”.

“Seguiremos marchando tambores y caracolas, recordando, no para vivir en el pasado, sino para que los actos que llenan de luto, empobrecimiento, discriminación y exclusión, no se repitan nunca más”.