
En medio de insultos, un grupo de estudiantes fueron retirados de una casa por agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen). Al parecer, los alumnos se habían fugado de clases para asistir a una fiesta clandestina en las calles Novena y Oriente, en el suroeste de Guayaquil.
“Vagos, vayan a estudiar”. “No hagan sufrir a sus padres”, gritaba una mujer al observar cómo los estudiantes, entre hombres y mujeres de varios colegios, eran retirados del lugar.
El hecho ocurrió a las 09:00 de ayer. Irene Ruiz, teniente investigadora de la Dinapen, dijo que en la vivienda se encontraron botellas vacías de alcohol y que a un adolescente se le halló sustancias psicotrópicas.
La noticia causó indignación entre los moradores de la zona. “Los chicos no saben apreciar el sacrificio que nosotros como padres hacemos para sacarlos adelante. Da vergüenza ver esto”, dijo Zaida López, quien habita en la zona.
Un ciudadano, que no reveló su identidad, en cambio dijo que el mal comportamiento es responsabilidad de los padres, que, según él, no se preocupan en acudir al colegio.
“Como padres debemos saber qué hacen nuestros hijos en el colegio. Cómo es su comportamiento y con quién se relacionan”, sostuvo.
A medida que los adolescentes eran retirados de la casa, la gente se sorprendió al ver que un niño fue cargado por un policía y llevado al bus.
Ruiz sostuvo que la dueña del inmueble, quien al parecer en ese momento estaba laborando, iba a ser investigada.
En total eran seis mujeres y once hombres, quienes fueron llevados hasta la Unidad de Flagrancia para determinar sus estados físicos y emitir un certificado de salud.
