Managua, Nicaragua, America Central
El asalto al Palacio Nacional el 22 de agosto de 1978, se constituyó en una de las operaciones guerrilleras más emblemáticas que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (1978) desarrolló previo al triunfo de la Revolución Popular Sandinista un año después.
La Operación “Muerte al Somocismo, Carlos Fonseca Amador” fue ejecutada por 25 guerrilleros del Comando Rigoberto López Pérez, quienes vestidos con los uniformes de la Escuela de Entrenamiento Básicos de Infantería (EEBI) de la somocista Guardia Nacional irrumpieron en el Salón Azul del Palacio Nacional, donde sesionaba el Congreso de Diputados y del Senado del régimen.
A medio día de ese 22 de agosto, hace 36 años, el Comandante Edén Pastora, al frente de los 25 guerrilleros sandinistas, se tomó el Palacio Nacional, reteniendo a senadores, diputados y otras figuras relevantes de la dictadura somocista.
Este es el Ejército del Pueblo
El Comandante Edén Pastora, popularmente conocido como Comandante Cero, comenta que al momento de ejecutarse la operación los diputados que sesionaban en el Congreso, pensaron que se trababa de un golpe de estado que la Guaria Nacional le había dado a Somoza.
Pero una vez que los guerrilleros tomaron a los rehenes en el Salón Azul, Pastora reivindicó la operación como una acción del FSLN.
“Este es el Ejército del Pueblo, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, hijos de puta”, les dijo el Comandante Cero desde el presidio del congreso.
En ese momento, “sacamos los pañuelos rojo y negro que llevábamos en los bolsillos y nos los pusimos en el cuello. Entonces se dieron cuenta que era el Frente”, relata Pastora.
“Ahí empezó para ellos el principio del fin. Ahí se inició un nuevo amanecer para nosotros los nicaragüenses, para su vanguardia, el Frente Sandinista de Liberación Nacional”, valora Pastora a 36 años de haberse ejecutado con éxito esa operación.
El Comandante Cero asegura que la operación Muerte al Somocismo, también conocida como operación chanchera, fue la gesta que mundializó a la Revolución y su causa.
“El mundo que se encogía de hombros ante el sufrimiento de nosotros, vuelve a ver a Nicaragua y se queda estupefacto, cuando estos jóvenes, ahora hombres, hacen esa acción”, explicó.
“Esa es una de las acciones más heroicas de la historia de la humanidad. Una acción que cambia la historia de Nicaragua”, agregó el ex guerrillero sandinista.
Hacer cambios desde el poder
El Salón Azul del Palacio Nacional, donde sesionaban diputados conservadores y somocistas, era el principal objetivo de la Operación Muerte al Somocismo.
“Aquí estaba el Congreso que para nosotros era una tiara de cerdos, una manada de cerdos, que se prestaban al juego de la dictadura, de la sucesión dinástica de la familia Somoza, de una tiranía”, indicó Pastora.
“Nosotros luchábamos por tomar el poder y desde el poder hacer los cambios de estructura social políticos y económicos, que beneficiaran a nuestros campesinos, a nuestros obreros, profesores, policías, soldados, mujeres y hombres y a la gran mayoría”, recordó.
“Luchamos contra un sistema explotador, contra un sistema que promovía el vicio, la prostitución y toda clase de tortura, asesinatos políticos, exilios políticos y todo lo que era la dictadura somocista”, aseguró.
Doblegamos al somocismo
El Asalto al Palacio constituyó un duro golpe del Frente Sandinista contra el propio Anastasio Somoza Debayle.
“Al tomar el Congreso, estos muchachos los 25 del Comando, tuvimos el instrumento que se prestaba para hacer legal la dictadura”, consideró el Comandante Cero.
“Con esto teníamos el corazón del enemigo en nuestras manos y pudimos obligar al tirano a que cediera. Doblegamos a la guardia, doblegamos al somocismo apoyado y armado por el imperio norteamericano, abastecido y entrenado, dirigido por el imperio norteamericano, que practicaba la política de la explotación del hombre por el hombre”, rememoró Pastora.
El ex guerrillero recordó que Somoza fue obligado a negociar con el comando guerrillero y al final tuvo que aceptar las condiciones y ordenes que se le dieran.
Como resultado de la operación, Somoza tuvo que publicar documentos en los que los guerrilleros hacían del conocimiento de la comunidad internacional las atrocidades del régimen, además liberó a prisioneros políticos que habían sido torturados por la guardia nacional, y entregó 500 mil dólares a los guerrilleros.
Edén Pastora, reveló que él nunca quiso hablar con Somoza y por esa razón utilizó a Luis Pallais, primo hermano del dictador que estaba entre los secuestrados, para el proceso de negociación.
Finalmente se logró la intervención del Arzobispo de Managua, Monseñor Miguel Obando y Bravo, hoy Cardenal, quien fue el que llevó las negociaciones en Paz. “Él con sus negociaciones garantizó la Paz, que aquí no se desarrollará una masacre”, afirmó el Comandante Edén Pastora.
Misión era Patria Libre o Morir
36 años después, los heroicos guerrilleros del Comando Rigoberto López Pérez, que participaron en la Operación Muerte al Somocismo, consideran que la gesta que protagonizaron fue una misión de Patria Libre o Morir.
Israel Guevara, recuerda que para esa operación no utilizaron seudónimos, sino que se identificaban por números para hacer creer a la guardia que se trataba de un comando con centenas de miembros.
“Dos horas antes que se verificara la toma del Palacio en la casa del ingeniero Marenco, nos presentaron un croquis del Palacio Nacional, el cual algunos podíamos interpretarlo y otros tal vez no, porque leer un croquis es algo como para un ingeniero civil. Ahí nos dijeron, este es el lugar donde vamos a penetrar, este es el local que nos vamos a tomar en el Palacio Nacional y la misión mía era que nos tocaba cerrar el portón, bajar de primero de la camioneta, en el momento en que desembarcáramos, y asegurar esa puerta, mientras los demás compañeros con el Comandante edén avanzaban para entrar al Salón Azul”, recordó.
“A veces me parece increíble. Me siento feliz, tranquilo y contento porque fui electo para este operativo. A veces quiere salir electo uno para cuando le dan algo, pero cuando vas a ofrendar tu vida nadie quiere hacerlo”, valoró Guevara.
El granadino Emilio Mena, también fue miembro del Comando. Recuerda que el Frente Sandinista nos planteó una misión que era patria libre o morir, sin plan B.
“La idea era que la bebíamos o la derramábamos, aquí estaba en juego la libertad de Nicaragua y la dignidad del pueblo nicaragüense. Fuimos escogidos, participamos, se hizo la operación y el resultado es después que es el inicio del fin de la dictadura”, expresó.
“A 36 años la verdad es que estar vivo y viendo todos los programas y todos los cambios sociales que han venido es el sueño, el ideal por el que nosotros luchamos desde aquel momento. Hoy que vemos cada uno de los programas que se están desarrollando en este gobierno, como son usura cero, la salud, la educación, por todo eso nosotros luchamos para un cambio social y lo estamos viendo”, comentó.
José Hermógenes, procedente de Masaya, aseguró que si volviera a nacer y Nicaragua se encontrará sumida en otra dictadura como la somocista, el sin duda volvería a luchar.
No obstante, afirmó que en este momento hay un presidente capaz, “un presidente que ha dado todo, así como lo dimos nosotros”.
“Él ha demostrado y ha dado la vida por Nicaragua y eso nos satisface, nos sentimos orgullosos de eso que tenemos un presidente capaz. Nosotros vamos a estar siempre a la par del Comandante Daniel, al lado de la Revolución, al lado del pueblo”, aseguró Hermógenes.
El asalto al Palacio Nacional el 22 de agosto de 1978, se constituyó en una de las operaciones guerrilleras más emblemáticas que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (1978) desarrolló previo al triunfo de la Revolución Popular Sandinista un año después.
La Operación “Muerte al Somocismo, Carlos Fonseca Amador” fue ejecutada por 25 guerrilleros del Comando Rigoberto López Pérez, quienes vestidos con los uniformes de la Escuela de Entrenamiento Básicos de Infantería (EEBI) de la somocista Guardia Nacional irrumpieron en el Salón Azul del Palacio Nacional, donde sesionaba el Congreso de Diputados y del Senado del régimen.
A medio día de ese 22 de agosto, hace 36 años, el Comandante Edén Pastora, al frente de los 25 guerrilleros sandinistas, se tomó el Palacio Nacional, reteniendo a senadores, diputados y otras figuras relevantes de la dictadura somocista.
Este es el Ejército del Pueblo
El Comandante Edén Pastora, popularmente conocido como Comandante Cero, comenta que al momento de ejecutarse la operación los diputados que sesionaban en el Congreso, pensaron que se trababa de un golpe de estado que la Guaria Nacional le había dado a Somoza.
Pero una vez que los guerrilleros tomaron a los rehenes en el Salón Azul, Pastora reivindicó la operación como una acción del FSLN.
“Este es el Ejército del Pueblo, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, hijos de puta”, les dijo el Comandante Cero desde el presidio del congreso.
En ese momento, “sacamos los pañuelos rojo y negro que llevábamos en los bolsillos y nos los pusimos en el cuello. Entonces se dieron cuenta que era el Frente”, relata Pastora.
“Ahí empezó para ellos el principio del fin. Ahí se inició un nuevo amanecer para nosotros los nicaragüenses, para su vanguardia, el Frente Sandinista de Liberación Nacional”, valora Pastora a 36 años de haberse ejecutado con éxito esa operación.
El Comandante Cero asegura que la operación Muerte al Somocismo, también conocida como operación chanchera, fue la gesta que mundializó a la Revolución y su causa.
“El mundo que se encogía de hombros ante el sufrimiento de nosotros, vuelve a ver a Nicaragua y se queda estupefacto, cuando estos jóvenes, ahora hombres, hacen esa acción”, explicó.
“Esa es una de las acciones más heroicas de la historia de la humanidad. Una acción que cambia la historia de Nicaragua”, agregó el ex guerrillero sandinista.
Hacer cambios desde el poder
El Salón Azul del Palacio Nacional, donde sesionaban diputados conservadores y somocistas, era el principal objetivo de la Operación Muerte al Somocismo.
“Aquí estaba el Congreso que para nosotros era una tiara de cerdos, una manada de cerdos, que se prestaban al juego de la dictadura, de la sucesión dinástica de la familia Somoza, de una tiranía”, indicó Pastora.
“Nosotros luchábamos por tomar el poder y desde el poder hacer los cambios de estructura social políticos y económicos, que beneficiaran a nuestros campesinos, a nuestros obreros, profesores, policías, soldados, mujeres y hombres y a la gran mayoría”, recordó.
“Luchamos contra un sistema explotador, contra un sistema que promovía el vicio, la prostitución y toda clase de tortura, asesinatos políticos, exilios políticos y todo lo que era la dictadura somocista”, aseguró.
Doblegamos al somocismo
El Asalto al Palacio constituyó un duro golpe del Frente Sandinista contra el propio Anastasio Somoza Debayle.
“Al tomar el Congreso, estos muchachos los 25 del Comando, tuvimos el instrumento que se prestaba para hacer legal la dictadura”, consideró el Comandante Cero.
“Con esto teníamos el corazón del enemigo en nuestras manos y pudimos obligar al tirano a que cediera. Doblegamos a la guardia, doblegamos al somocismo apoyado y armado por el imperio norteamericano, abastecido y entrenado, dirigido por el imperio norteamericano, que practicaba la política de la explotación del hombre por el hombre”, rememoró Pastora.
El ex guerrillero recordó que Somoza fue obligado a negociar con el comando guerrillero y al final tuvo que aceptar las condiciones y ordenes que se le dieran.
Como resultado de la operación, Somoza tuvo que publicar documentos en los que los guerrilleros hacían del conocimiento de la comunidad internacional las atrocidades del régimen, además liberó a prisioneros políticos que habían sido torturados por la guardia nacional, y entregó 500 mil dólares a los guerrilleros.
Edén Pastora, reveló que él nunca quiso hablar con Somoza y por esa razón utilizó a Luis Pallais, primo hermano del dictador que estaba entre los secuestrados, para el proceso de negociación.
Finalmente se logró la intervención del Arzobispo de Managua, Monseñor Miguel Obando y Bravo, hoy Cardenal, quien fue el que llevó las negociaciones en Paz. “Él con sus negociaciones garantizó la Paz, que aquí no se desarrollará una masacre”, afirmó el Comandante Edén Pastora.
Misión era Patria Libre o Morir
36 años después, los heroicos guerrilleros del Comando Rigoberto López Pérez, que participaron en la Operación Muerte al Somocismo, consideran que la gesta que protagonizaron fue una misión de Patria Libre o Morir.
Israel Guevara, recuerda que para esa operación no utilizaron seudónimos, sino que se identificaban por números para hacer creer a la guardia que se trataba de un comando con centenas de miembros.
“Dos horas antes que se verificara la toma del Palacio en la casa del ingeniero Marenco, nos presentaron un croquis del Palacio Nacional, el cual algunos podíamos interpretarlo y otros tal vez no, porque leer un croquis es algo como para un ingeniero civil. Ahí nos dijeron, este es el lugar donde vamos a penetrar, este es el local que nos vamos a tomar en el Palacio Nacional y la misión mía era que nos tocaba cerrar el portón, bajar de primero de la camioneta, en el momento en que desembarcáramos, y asegurar esa puerta, mientras los demás compañeros con el Comandante edén avanzaban para entrar al Salón Azul”, recordó.
“A veces me parece increíble. Me siento feliz, tranquilo y contento porque fui electo para este operativo. A veces quiere salir electo uno para cuando le dan algo, pero cuando vas a ofrendar tu vida nadie quiere hacerlo”, valoró Guevara.
El granadino Emilio Mena, también fue miembro del Comando. Recuerda que el Frente Sandinista nos planteó una misión que era patria libre o morir, sin plan B.
“La idea era que la bebíamos o la derramábamos, aquí estaba en juego la libertad de Nicaragua y la dignidad del pueblo nicaragüense. Fuimos escogidos, participamos, se hizo la operación y el resultado es después que es el inicio del fin de la dictadura”, expresó.
“A 36 años la verdad es que estar vivo y viendo todos los programas y todos los cambios sociales que han venido es el sueño, el ideal por el que nosotros luchamos desde aquel momento. Hoy que vemos cada uno de los programas que se están desarrollando en este gobierno, como son usura cero, la salud, la educación, por todo eso nosotros luchamos para un cambio social y lo estamos viendo”, comentó.
José Hermógenes, procedente de Masaya, aseguró que si volviera a nacer y Nicaragua se encontrará sumida en otra dictadura como la somocista, el sin duda volvería a luchar.
No obstante, afirmó que en este momento hay un presidente capaz, “un presidente que ha dado todo, así como lo dimos nosotros”.
“Él ha demostrado y ha dado la vida por Nicaragua y eso nos satisface, nos sentimos orgullosos de eso que tenemos un presidente capaz. Nosotros vamos a estar siempre a la par del Comandante Daniel, al lado de la Revolución, al lado del pueblo”, aseguró Hermógenes.
