Agustín Rossi: "Yo haría exactamente lo mismo que Néstor y Cristina"
Afanarme todo lo q pueda agarrar plata narco y mandarlo a las seichelles
El ministro de Defensa y precandidato presidencial exalta toda la gestión kirchnerista y defiende el rumbo económico
En 2003, Néstor Kirchner anunció que si ganaba, iba a dejar a Roberto Lavagna como ministro de Economía. Si mañana asumiera la Presidencia, ¿dejaría a Axel Kicillof?
-[Se ríe.] Cómo no lo voy a dejar. Sí, sin duda.
Invisible en las encuestas, Agustín Rossi se zambulle en la incorrección política y nada a conciencia contra la corriente. Es el precandidato presidencial del oficialismo que más habla de lo hecho en esta década, en la que empezó como jefe de bloque en Diputados y termina como ministro de Defensa.
"Haría exactamente lo mismo que hicieron Néstor y Cristina", dice, entre divertido y orgulloso, en una entrevista con LA NACION, en su despacho del piso 11 del Edificio Libertador. Practica una defensa tenaz de la gestión económica y advierte que, más allá de quién sea el candidato del Frente para la Victoria, Cristina Kirchner seguirá siendo "la jefa".
-¿Por qué se presenta como el candidato de la continuidad?
-El kirchnerismo ha transformado la Argentina para bien. ¿Por qué cambiar el rumbo? Más allá del tema de los buitres, que se va a arreglar, los canjes de 2005 y 2010 eliminaron el condicionante más grande que tenía el país, que era el peso de su deuda. Con la recuperación de YPF y los hallazgos de yacimientos no convencionales vamos a tener autoabastecimiento energético. Con eso salimos de la restricción externa, volvemos a los superávits gemelos y fortalecemos el proceso de industrialización. El próximo presidente no va a tener ninguno de los problemas que tuvo Néstor Kirchner. Va a tener todos desafíos a futuro.
-El déficit energético surgió en el kirchnerismo.
-Cuando llegamos el problema no era el abastecimiento, sino la distribución de energía. Las inversiones se destinaron a eso. La situación energética no tenía exigencias porque no se producía. Pero al crecer todos los años al 8% se generó esta situación. Entonces nacionalizamos YPF y algunos dijeron: "Se acordaron ahora". La política no se hace en un termo. Se hace en un contorno que viabiliza, acelera o retarda decisiones.
-¿No se podría haber previsto el déficit energético?
-¿Y qué íbamos a hacer? ¿Crecer menos, para no tener déficit? Cuando uno gobierna, elige con qué tensiones convivir y con cuáles no. Hay una tensión que no quisimos tener, que es la desocupación.
-¿Decidieron convivir con la inflación?
-No. Tenemos un modelo de creación de demanda agregada, que se generó con seis millones de nuevos puestos de trabajo, la recuperación del poder adquisitivo del salario, la asignación universal, la inclusión jubilatoria? Esa demanda agregada en algunos casos fue complementada con una mayor oferta de bienes y servicios, y en otros, con aumentos de precios. Pasó esto porque en muchas cadenas de valor hay empresas con posición dominante. El debate que hay hoy en el Congreso [la reforma de la ley de abastecimiento] busca fortalecer al Estado para que no se produzcan distorsiones y proteger a los eslabones más débiles, los productores primarios y los consumidores. ¿Por qué está la idea de que el Gobierno genera la inflación?
-El Gobierno es el responsable de controlarla.
-Pero cuando trata de generar herramientas para eso, los mismos que te critican por la inflación te dicen que no.
-¿Qué haría usted para bajarla?
-Controlar todo lo que haya que controlar los precios y diversificar la oferta de las cadenas concentradas.
-Hasta ahora, así no lograron controlarla.
-No sé si no lo logramos. Tenemos una inflación que está descendiendo. Fue alta en enero y febrero por el nuevo tipo de cambio. Los productos que más impacto tienen en la canasta básica son los que más bajaron.
-Según quién lo mida.
-El índice de precios del Indec está reconocido por el FMI; el del Congreso es el promedio de cuatro índices de escaso rigor técnico. Podrá haber otros mecanismos para controlar la inflación, pero yo jamás aplicaría los métodos ortodoxos, porque significa menor actividad y mayor desocupación.
-¿Hay algo que el Gobierno haya hecho mal en estos años?
-[Piensa.] No. Yo haría exactamente lo mismo que Néstor y Cristina .
-¿No es falta de autocrítica?
-No. Hay que ponerse en el momento y en el lugar. En 2003, las llamas del infierno todavía nos calentaban la espalda. Vamos a dejar una Argentina llena de futuro.
-Si se hizo lo mejor posible, ¿por qué hay recesión y problemas de empleo?
-Estamos en un escenario preelectoral, todo se sobredimensiona. En 2008 y 2009, con la caída de Lehman Brothers, teníamos 150.000 trabajadores en el programa de reconversión productiva. Hoy son 30.000, cinco veces menos. El crecimiento de la Argentina depende de su mercado interno y de otros mercados internos, el de Brasil, Chile, la eurozona y Estados Unidos. Todos están regulando a la baja.
-Cuando el país crecía, la oposición hablaba de "viento de cola". Ahora, el Gobierno señala factores externos.
-El mundo está regulando a la baja y de eso no nos podemos escapar. Lo que hace el Gobierno es incentivar el mercado interno con políticas anticíclicas y medidas para sostener la actividad y el empleo.
-Preguntas a futuro: ¿hay que despenalizar el aborto?
-[Hace un silencio y respira hondo.] Yo estoy a favor de la despenalización. Es muy personal, no quiero involucrar a nadie con esta opinión.
-¿Y está a favor de la despenalización de la tenencia de droga para consumo?
-Sí, también.
-Dijo que quiere ser presidente bajo el liderazgo de Cristina. ¿Cómo sería eso?
-Como Dilma con Lula, por ejemplo. El liderazgo de Cristina va a estar vigente después de 2015. Lo que discute el Frente para la Victoria es quién va a ser su candidato. ¿O alguien le discute el liderazgo a Cristina?
-Si Sciolifuera presidente, ¿sería su jefe político?
-No, él sería el presidente. Mi jefe político va a seguir siendo Cristina..

Afanarme todo lo q pueda agarrar plata narco y mandarlo a las seichelles
El ministro de Defensa y precandidato presidencial exalta toda la gestión kirchnerista y defiende el rumbo económico
En 2003, Néstor Kirchner anunció que si ganaba, iba a dejar a Roberto Lavagna como ministro de Economía. Si mañana asumiera la Presidencia, ¿dejaría a Axel Kicillof?
-[Se ríe.] Cómo no lo voy a dejar. Sí, sin duda.
Invisible en las encuestas, Agustín Rossi se zambulle en la incorrección política y nada a conciencia contra la corriente. Es el precandidato presidencial del oficialismo que más habla de lo hecho en esta década, en la que empezó como jefe de bloque en Diputados y termina como ministro de Defensa.
"Haría exactamente lo mismo que hicieron Néstor y Cristina", dice, entre divertido y orgulloso, en una entrevista con LA NACION, en su despacho del piso 11 del Edificio Libertador. Practica una defensa tenaz de la gestión económica y advierte que, más allá de quién sea el candidato del Frente para la Victoria, Cristina Kirchner seguirá siendo "la jefa".
-¿Por qué se presenta como el candidato de la continuidad?
-El kirchnerismo ha transformado la Argentina para bien. ¿Por qué cambiar el rumbo? Más allá del tema de los buitres, que se va a arreglar, los canjes de 2005 y 2010 eliminaron el condicionante más grande que tenía el país, que era el peso de su deuda. Con la recuperación de YPF y los hallazgos de yacimientos no convencionales vamos a tener autoabastecimiento energético. Con eso salimos de la restricción externa, volvemos a los superávits gemelos y fortalecemos el proceso de industrialización. El próximo presidente no va a tener ninguno de los problemas que tuvo Néstor Kirchner. Va a tener todos desafíos a futuro.
-El déficit energético surgió en el kirchnerismo.
-Cuando llegamos el problema no era el abastecimiento, sino la distribución de energía. Las inversiones se destinaron a eso. La situación energética no tenía exigencias porque no se producía. Pero al crecer todos los años al 8% se generó esta situación. Entonces nacionalizamos YPF y algunos dijeron: "Se acordaron ahora". La política no se hace en un termo. Se hace en un contorno que viabiliza, acelera o retarda decisiones.
-¿No se podría haber previsto el déficit energético?
-¿Y qué íbamos a hacer? ¿Crecer menos, para no tener déficit? Cuando uno gobierna, elige con qué tensiones convivir y con cuáles no. Hay una tensión que no quisimos tener, que es la desocupación.
-¿Decidieron convivir con la inflación?
-No. Tenemos un modelo de creación de demanda agregada, que se generó con seis millones de nuevos puestos de trabajo, la recuperación del poder adquisitivo del salario, la asignación universal, la inclusión jubilatoria? Esa demanda agregada en algunos casos fue complementada con una mayor oferta de bienes y servicios, y en otros, con aumentos de precios. Pasó esto porque en muchas cadenas de valor hay empresas con posición dominante. El debate que hay hoy en el Congreso [la reforma de la ley de abastecimiento] busca fortalecer al Estado para que no se produzcan distorsiones y proteger a los eslabones más débiles, los productores primarios y los consumidores. ¿Por qué está la idea de que el Gobierno genera la inflación?
-El Gobierno es el responsable de controlarla.
-Pero cuando trata de generar herramientas para eso, los mismos que te critican por la inflación te dicen que no.
-¿Qué haría usted para bajarla?
-Controlar todo lo que haya que controlar los precios y diversificar la oferta de las cadenas concentradas.
-Hasta ahora, así no lograron controlarla.
-No sé si no lo logramos. Tenemos una inflación que está descendiendo. Fue alta en enero y febrero por el nuevo tipo de cambio. Los productos que más impacto tienen en la canasta básica son los que más bajaron.
-Según quién lo mida.
-El índice de precios del Indec está reconocido por el FMI; el del Congreso es el promedio de cuatro índices de escaso rigor técnico. Podrá haber otros mecanismos para controlar la inflación, pero yo jamás aplicaría los métodos ortodoxos, porque significa menor actividad y mayor desocupación.
-¿Hay algo que el Gobierno haya hecho mal en estos años?
-[Piensa.] No. Yo haría exactamente lo mismo que Néstor y Cristina .
-¿No es falta de autocrítica?
-No. Hay que ponerse en el momento y en el lugar. En 2003, las llamas del infierno todavía nos calentaban la espalda. Vamos a dejar una Argentina llena de futuro.
-Si se hizo lo mejor posible, ¿por qué hay recesión y problemas de empleo?
-Estamos en un escenario preelectoral, todo se sobredimensiona. En 2008 y 2009, con la caída de Lehman Brothers, teníamos 150.000 trabajadores en el programa de reconversión productiva. Hoy son 30.000, cinco veces menos. El crecimiento de la Argentina depende de su mercado interno y de otros mercados internos, el de Brasil, Chile, la eurozona y Estados Unidos. Todos están regulando a la baja.
-Cuando el país crecía, la oposición hablaba de "viento de cola". Ahora, el Gobierno señala factores externos.
-El mundo está regulando a la baja y de eso no nos podemos escapar. Lo que hace el Gobierno es incentivar el mercado interno con políticas anticíclicas y medidas para sostener la actividad y el empleo.
-Preguntas a futuro: ¿hay que despenalizar el aborto?
-[Hace un silencio y respira hondo.] Yo estoy a favor de la despenalización. Es muy personal, no quiero involucrar a nadie con esta opinión.
-¿Y está a favor de la despenalización de la tenencia de droga para consumo?
-Sí, también.
-Dijo que quiere ser presidente bajo el liderazgo de Cristina. ¿Cómo sería eso?
-Como Dilma con Lula, por ejemplo. El liderazgo de Cristina va a estar vigente después de 2015. Lo que discute el Frente para la Victoria es quién va a ser su candidato. ¿O alguien le discute el liderazgo a Cristina?
-Si Sciolifuera presidente, ¿sería su jefe político?
-No, él sería el presidente. Mi jefe político va a seguir siendo Cristina..
