La historia de la pequeña Gammy dio vuelta al mundo y provocó todo tipo de reacciones. El bebe tiene síndrome de Down y nació en Tailandia gracias a una madre de alquiler. Pero la mujer denunció anteayer que tuvo gemelos y que la pareja australiana que alquiló su útero sólo se quiso llevar al bebe sin capacidades diferentes. Los australianos, ante semejante escándalo, se excusaron y argumentaron que eran muy mayores para cuidar gemelos.
Pattaramon Chanbua, de 21 años, había sido contactada por esta pareja a través de una agencia en su país que se dedica a la subrogación de vientres. Según denunció Pattaramon, la agencia se enteró a los cinco meses de embarazo de que uno de los bebes tenía síndrome de Down, pero recién al séptimo mes le propusieron que lo abortara y siguiera adelante con el embarazo de su hermana, una niña normal. Pero la mujer se negó porque considera que el aborto es un "pecado" y decidió llevar adelante el embarazo. Cuando nacieron los bebes, en diciembre, la pareja australiana, que pagó unos 14.898 dólares, sólo se llevó a la niña. Pattaramon renunció a su trabajo para hacerse cargo de Gammy, que además tiene un problema cardíaco congénito y complicaciones respiratorias. La mujer sólo conoció a la pareja en el momento del nacimiento, y dijo que lo único que sabe de ellos es que viven en Australia. "Nunca sentí odio contra ellos. Estoy siempre dispuesta a perdonarlos. Quiero saber que aman a la niña tanto como mi familia ama a Gammy. Quiero que la cuiden bien", dijo en declaraciones a los medios.
Ante el escándalo, la pareja que alquiló el vientre -que pidió no revelar su identidad- dio su versión y aseguró que nunca rechazó a Gammy. El padre del bebe aseguró que los doctores sólo le hablaron de una criatura, en lugar de dos nacidos, y que tuvieron problemas con la agencia de alquiler de vientres en Tailandia..

Pattaramon Chanbua, de 21 años, había sido contactada por esta pareja a través de una agencia en su país que se dedica a la subrogación de vientres. Según denunció Pattaramon, la agencia se enteró a los cinco meses de embarazo de que uno de los bebes tenía síndrome de Down, pero recién al séptimo mes le propusieron que lo abortara y siguiera adelante con el embarazo de su hermana, una niña normal. Pero la mujer se negó porque considera que el aborto es un "pecado" y decidió llevar adelante el embarazo. Cuando nacieron los bebes, en diciembre, la pareja australiana, que pagó unos 14.898 dólares, sólo se llevó a la niña. Pattaramon renunció a su trabajo para hacerse cargo de Gammy, que además tiene un problema cardíaco congénito y complicaciones respiratorias. La mujer sólo conoció a la pareja en el momento del nacimiento, y dijo que lo único que sabe de ellos es que viven en Australia. "Nunca sentí odio contra ellos. Estoy siempre dispuesta a perdonarlos. Quiero saber que aman a la niña tanto como mi familia ama a Gammy. Quiero que la cuiden bien", dijo en declaraciones a los medios.
Ante el escándalo, la pareja que alquiló el vientre -que pidió no revelar su identidad- dio su versión y aseguró que nunca rechazó a Gammy. El padre del bebe aseguró que los doctores sólo le hablaron de una criatura, en lugar de dos nacidos, y que tuvieron problemas con la agencia de alquiler de vientres en Tailandia..