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El Burrito se confesó después del golazo y dijo que nunca dudó de que podía jugar al fútbol. "Demostré que estoy bien".

Satisfecho, desahogado y gozoso. Así se sintió Ariel Ortega después de su retorno épico, con golazo incluido, mientras los dirigentes hacían fila en el vestuario para darle un abrazo y beso, como si estuvieran ante San Cayetano la mañana del 7 de agosto. "Uno se imagina un montón de cosas, la verdad es que esperaba que me pasara algo así. Salió todo bien, redondo", inició su confesión el Burrito.


La dedicatoria para los hinchas,
con la camiseta en la mano
y la alegría en todo el cuerpo.



—¿Estabas ansioso?

—Tenía muchas ganas de jugar y por eso quiero disfrutarlo. Desde que llegué a River, las cosas no me habían salido bien... No había jugado como yo quería, no estaba bien y creo que a partir de hoy, todo irá a mejor.

—¿Qué te pasaba cuando no estabas bien?

—Yo estaba diez puntos físicamente, pero cuando no estás bien de la cabeza, te sale todo mal y no estás lúcido, viste.

—¿Y ahora?

—Estoy mucho mejor de la cabeza y entonces puedo hacerlo bien dentro del campo de juego.

—¿Te diste cuenta de que hay Ortega para rato?

—Nunca dudé ni pensé que no podía seguir jugando. Demostré que estoy bien.

—¿Le vas a meter presión al DT para ser titular?

—Tranquilo, tranquilo... Más allá de que no me toque jugar, estando bien puedo sumar mucho con el grupo. Lógico, colaborar desde adentro, con lo futbolístico, es lo que más me gusta hacer. Estoy contento, la verdad que fue lindo el gol, ¿no? Pero más contento estoy porque se me dieron las cosas, ganó River y quedamos ahí, seguimos peleando el campeonato.

—¿Qué encerró ese festejo tan efusivo?

—Hacía mucho tiempo que no hacía goles y llevaba un tiempo sin jugar. Estoy contento por mi presente.

—¿Por qué buscaste el abrazo con Passarella?

—El sabe que yo lo aprecio mucho. Es una persona a la que quiero, todo lo que hago lo comparto con él y lo que más quiero es que le vaya bien... Mis compañeros y el cuerpo técnico me ayudaron muchísimo. El abrazo y todo esto que me pasó es para él.

—¿Van derecho al título?

—Ahora viene lo más lindo y lo más difícil: la recta final para ganar el campeonato.

—¿Algún pronóstico?

—Si ganamos todos los partidos y por ahí pierde Boca, casi seguro que vamos a salir campeones.

—¿Al equipo le ves síntomas de campeón?

—¡Por supuesto! Estamos casi primeros faltando cinco partidos, tenemos mucho para ser campeones. Pero viene lo más difícil, que es ganar estas finales.

Y San Ortega desatanudos se fue. El milagro estaba consumado. Amén.

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