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Analistas aseguran que se profundizarán las tendencias de baja de consumo e inversión que se vieron en los primeros seis meses, pero marcan las diferencias con 2001




Si bien muchos se encargan de marcar las diferencias entre esta situación de defalult y la vivida en la Argentina en 2001, lo cierto es que las consecuencias de los errores, en economía, se pagan.
Según el director de la consultora Abeceb.com, Dante Sica, quien fue secretario de Industria en los turbulentos años del gobierno de Eduardo Duhalde, tras el último quiebre de la economía argentina, “si el escenario de default continúa, se agravarán las tendencias que traemos del primer semestre”, en términos de consumo e inversión.
Adicionalmente, el director de la consultora Analytica, Rodrigo Álvarez, indicó que la situación va a repercutir en las empresas de sectores que requieren financiamiento externo, como las energéticas y los rubros que necesiten de las importaciones para funcionar. Con la existente necesidad de dólares y el acceso al crédito internacional sin llegar, el Gobierno “puede responder como lo hizo en el pasado, sentándose sobre los dólares”, aseguró.
Varios serán los rubros que no podrán escapar al impacto del default.

Autos y motos
Se trata de un segmento que viene golpeado por la baja de la demanda de Brasil, en el caso automotriz, y una merma del consumo interno derivado de la inflación que se disparó tras la aplicación del impuesto a los autos de alta gama, que tuvo un efecto cascada sobre los de menor valor, y la devaluación de enero. El saldo del primer semestre arroja para este sector una producción 21,8% menor, caída del 23,5% de las exportaciones y una merma de 23,8% en patentamientos. En el caso de las motos, se patentó en el semestre un 30% menos que en igual lapso del año pasado.
Un default volvería más severas las retracciones al consumo, empezando por los bienes durables, en un segmento en el que el propio gobierno nacional intentó tener un segundo semestre mejor, con planes de precios cuidados y facilidades de financiamiento.

Construcción
e inmobiliarias
El primer golpe a este sector llegó a fines de 2011 con el cepo cambiario. Con vaivenes, el sector nunca recuperó su dinámica previa y, ante un mantenimiento del estado de default, las restricciones de acceso a los dólares podrían ser más fuertes, complicando nuevamente las operaciones en este mercado.
Considerando a la construcción privada, la pública, las obras viales y las obras de gran escala, como las de las petroleras, el Indec aseguró que en el primer semestre la actividad cayó 2,4%. Es de esperar que, por incertidumbre en el plano privado y por restricción de financiamiento tanto en el plano privado como en el público, el repunte que se vislumbró en junio no pueda sostenerse, sino que se revierta esa tendencia. En mayo, cayó 15,4% el nivel de operaciones inmobiliarias, y se estima que la incertidumbre empeorará el panorama.

Consumo
La primera parte del año mostró una retracción del consumo. La caída se verificó en el rubro de los electrodomésticos, sector en el que solo se salvaron, y por muy corto tiempo, los televisores en sus distintos formatos, impulsadas las ventas por el Mundial. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) mostró una caída promedio de las ventas de 7% durante el primer semestre de este año. En tanto, la facturación de los supermercados creció 35% en junio último, contra igual mes del año pasado, por debajo de las mediciones de inflación privada, mientras que en los shoppings el alza de los ingresos fue del 23 por ciento.
En una situación de default, con una presión sobre el dólar que va a traducirse en presión inflacionaria, “el rubro del consumo no va a poder salvarse”, indicó Álvarez. Eso, a pesar de posibles incentivos que el gobierno nacional pueda impulsar. En medio de esto, el presidente ejecutivo de Carrefour, Georges Plassat, reconoció que la firma reducirá su nivel de inversiones debido al defalult.

Energéticas
Las grandes inversiones serán las más complicadas. Según Álvarez, el default puede impactar, en concreto, en las inversiones en Vaca Muerta. Específicamente, “en la medida en que YPF no tenga abierta la canilla del crédito internacional”, se va a retrasar el crecimiento de la oferta de energía con una demanda creciente. Es que la petrolera nacionalizada es la que impulsó el crecimiento de la oferta en el último tiempo. En este punto, el economista alertó también sobre el costo de oportunidad que supone el aumento en las importaciones de energía, concepto que demanda subsidios por unos 12.000 millones de dólares.

Turismo
y entretenimiento
En un primer momento, el rubro turístico, que sobrevivió con altura a los aumentos de precios y a la mayor presión impositiva en los casos de los viajes al exterior (apalancados también por el tipo de cambio), se verá afectado como el resto de los servicios de entretenimiento. En este sentido, los analistas destacan que para el segundo semestre se prevé menos demanda en el rubro, con menos comidas fuera del hogar y salidas al cine, entre otros. Pese a que el sector podría beneficiarse por una devaluación, el primer efecto para lo que resta del semestre se prevé sombrío.

Bancos
Con un default en curso y un aumento de la expectativa de devaluación “la tasa de interés no va a poder bajar sino que la tendencia es que suba”, aseguró Sica. Esto va a encarecer los créditos, y ante este escenario, analistas prevén que los Bancos podrían decidir prestar menos, y achicar el negocio.