SE SIENTE "UN BEBÉ CERDO MACHISTA"
Incapaz de ver a la mujer que le trajo al mundo como algo más que una vagina y un par de pechos, un bebé recién nacido ha reconocido esta mañana sentirse “realmente mal” por la manera “absolutamente cosificante” con la que mira a su madre.
> En ella busco lo que busco porque soy basura”, dice
“Siento que no tengo ningún respeto por ella como mujer o como persona”, lamenta, reconociendo que solo ve a su madre como un objeto del que alimentarse y en el que encontrar cobijo. “Lo que busco en ella es satisfacer mis necesidades, carezco de la más mínima sensibilidad para valorarla como persona o ver más allá de sus atributos femeninos. Soy la mierda”, dice.
El bebé ha admitido también que lo primero en lo que piensa cuando la ve es en “meterle la cabeza en los pechos y empezar a chupar”, ignorando por completo lo que tenga “de cuello para arriba, lo que piense y lo que sienta por mí, porque soy un cerdo machista”.
Aunque se siente “un monstruo sin empatía”, este recién nacido cree que el primer paso para empezar a valorar a la mujer que le da de comer es reconocer que su mirada está sesgada. “Voy a intentar que mi valoración sea objetiva, más humana, independientemente de que para mí esta persona no sea más que una nevera con brazos. Pero de verdad que no la puedo ver de otra manera, al menos por ahora”, admite con pesar.
Incapaz de ver a la mujer que le trajo al mundo como algo más que una vagina y un par de pechos, un bebé recién nacido ha reconocido esta mañana sentirse “realmente mal” por la manera “absolutamente cosificante” con la que mira a su madre.
> En ella busco lo que busco porque soy basura”, dice
“Siento que no tengo ningún respeto por ella como mujer o como persona”, lamenta, reconociendo que solo ve a su madre como un objeto del que alimentarse y en el que encontrar cobijo. “Lo que busco en ella es satisfacer mis necesidades, carezco de la más mínima sensibilidad para valorarla como persona o ver más allá de sus atributos femeninos. Soy la mierda”, dice.
El bebé ha admitido también que lo primero en lo que piensa cuando la ve es en “meterle la cabeza en los pechos y empezar a chupar”, ignorando por completo lo que tenga “de cuello para arriba, lo que piense y lo que sienta por mí, porque soy un cerdo machista”.
Aunque se siente “un monstruo sin empatía”, este recién nacido cree que el primer paso para empezar a valorar a la mujer que le da de comer es reconocer que su mirada está sesgada. “Voy a intentar que mi valoración sea objetiva, más humana, independientemente de que para mí esta persona no sea más que una nevera con brazos. Pero de verdad que no la puedo ver de otra manera, al menos por ahora”, admite con pesar.