El aberrante suceso tuvo lugar en la localidad santiagueña de Pozo Hondo. Un joven de 21 años se hacía pasar por una menor de 11 años y, una vez que ganaba la confianza de los adolescentes, mantenía "contactos sexuales". Quedó detenido.
Un joven de 21 años captaba a menores de edad y enviaba mensajes obscenos de carácter sexual desde una computadora ubicada dentro de una biblioteca de la ciudad de Pozo Hondo, departamento Jiménez.
Para tomar contacto con sus víctimas usó, durante mucho tiempo, una identidad falsa de una menor de 11 años y desde allí, una vez que lograba la confianza de las adolescentes, proponía "mantener contactos sexuales".
Según Nuevo Diario de Santiago, que accedió a algunos datos relacionados a esta investigación, todo comenzó hace poco menos de un mes. El acusado creó una cuenta en Facebook con el nombre de una menor de 11 años. Desde esa cuenta, conectado a una computadora que era usada en una biblioteca de esa ciudad, enviaba mensajes obscenos a menores de 16 años.
“Siento una atracción hacia los menores”, confesó el joven. Eso no es todo. También se descubrió que el acusado enviaba mensajes de texto con contenido sexual a varias docentes de la ciudad.
Durante el tiempo que duró el “juego sexual” en manos del joven, la comunidad se vio conmocionada, ya que no sabía quién era el responsable de tamaño delito. Pero todo salió a la luz cuando el padre de la menor de 11 años denunció en sede policial que “una persona usa el nombre de mi hija para promover encuentros sexuales”.
Así fue cómo, tras tareas de inteligencia, lograron descubrir que el adolescente, con las iniciales de L.A.J., fue el responsable y quedó detenido.