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Ourrió otra vez. Lejos, muy lejos de poner paños fríos a la última embestida contra sus socios del Frente Amplio UNEN, Elisa Carrió volvió ayer a la carga contra quienes rechazan un acuerdo con Mauricio Macri para las elecciones de 2015.



Sin medias tintas, planteó que dentro de UNEN hay "imbecilidad", y detalló quiénes, según ella, la encarnan, aunque no dio nombres.

"Muchos de UNEN forman parte de la construcción, algunos de UNEN, de la imbecilidad, incluidos los nuestros. Muchos de otros partidos forman parte de una posible unidad mayor y otros, de la imbecilidad", arrancó Carrió, en un extenso reportaje con Radio Mitre. Pareció que iba a retractarse, pero remató: "Los quiero porque entiendo que no hay mala fe, pero hay un nivel de mediocridad tan profundo".

En rigor, los nombres no hicieron falta. Carrió les habló a Fernando "Pino" Solanas y Hermes Binner, que rechazan cualquier acercamiento a Pro, y también a los radicales que, en busca de apoyo para disputar el poder en sus provincias, se sacan fotos con Sergio Massa.


Además, Carrió volvió a justificar su vocación de acercar posiciones con el macrismo. "Creo en una alianza no peronista lo más amplia posible", reiteró. Y agregó un dardo, esta vez sí, personalizado: "Mi límite moral respecto de Macri sigue estando, pero voy a disputar. No voy a estar en la misma lista que él. Tampoco hubiera estado con «Pino», muchachos", deslizó irónica.

El embate incluyó un último ataque contra la UCR. "¿Saben por qué quiero la alianza con Pro? Para ganar. El problema son los radicales que quieren ser segundos."

Solanas no dudó en reaccionar. "Estoy lejos de aquellos que en lugar de construir destruyen descalificando a sus compañeros. Esto dinamita el espacio, porque de ninguna manera el camino es construir lanzando descalificaciones públicamente", dijo a LA NACION. Además, ratificó que, para él, acordar con Macri es "inconcebible". Y concluyó: "No puedo estar en un espacio con Macri, que piensa exactamente lo contrario a lo que yo pienso".

Binner buscó restarle peso a la embestida. "Si lo dijera yo, sería causa de asombro, pero como viene de Carrió, no nos preocupa", esquivó ante la consulta de LA NACION.


Fuera del FAU reaccionó Massa, a quien Carrió había acusado de ser "íntimo amigo" del fiscal general de San Isidro Julio Novo, acusado de encubrimiento en una causa contra supuestos narcos.

El ex intendente de Tigre dijo que con el fiscal lo une una relación "institucional" y, respecto de Carrió, optó por el contragolpe sutil. "Prefiero quedarme con la parte buena, que es mi agradecimiento a los cientos de dirigentes de todo el país que creyeron que se podía construir algo transparente desde la Coalición Cívica y hoy nos están acompañando: los Martello, los Adrián Pérez", chicaneó en alusión a los "ex lilitos" que se pasaron a las filas del Frente Renovador.

En la UCR, hubo silencio. Consultado por LA NACION, Julio Cobos dijo que no iba a hacer comentarios. Tampoco respondieron las llamadas el senador Gerardo Morales y el diputado José Cano, protagonistas de las postales con Massa.

Sí recogió el guante Gerardo Milman, uno de los referentes de GEN dentro de UNEN. "No creo en juntarme con quienes pienso que son imbéciles. Si ella [por Carrió] piensa que está unida con imbéciles, no debería estarlo", retrucó en declaraciones a La Once Diez.

Humberto Tumini, jefe de Libres del Sur, uno de los partidos del FAU más enérgicos en el rechazo a Macri, fue lapidario: "¿No percibe Carrió que sus pronunciamientos producen confusión en la ciudadanía y desgaste a nuestro frente y candidatos? El sistemático lavado de cara que les hace a Pro y Macri sólo contribuye a beneficiar a la derecha democrática", se despachó.