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Domingo Cavallo dijo hoy que la Presidenta y Axel Kicillof “utilizan un lenguaje de la época maoísta”. Además destacó que en los años 90 “los Kirchner apoyaban todo lo que yo hacía en el ministerio de Economía”.



El ex ministro de Economía afirmó que “Cristina y Kicillof utilizan un lenguaje de la época maoísta” y reveló una charla con el presidente del Banco Central de China: “Después de haber escuchado a Kicillof en Pekín, me dijo que fue un discurso igualito al de los economistas chinos antes de que Mao dejara el poder”.

En diálogo con La Once Diez sostuvo que “esta gente desconfía de todo lo que sea mercados libres y razona como si los mercados paralelos no existieran”. “La realidad de los mercados negros es lo que hizo que Gorbachov y los dirigentes rusos se dieran cuenta que el sistema de planificación había llegado a un callejón sin salida”, explicó.

Cavallo planteó que en los años 90 “los Kirchner apoyaban todo lo que yo hacía en el ministerio de Economía”, pero que “de 2002 en adelante su objetivo fue simplemente acumular poder y dinero”. Ante esto, agregó: “A partir de ahí, nunca más me consultaron. Yo nunca les hubiera recomendado que se apropiaran de los fondos de Santa Cruz”.

Acerca el conflicto con los holdouts, consideró que es consecuencia “del default más de la reestructuración tan absurda que hizo el kirchnerismo”. Sobre el canje de Kirchner y Lavanga en 2005, dijo que fue “el típico comportamiento kirchnerista de decir que a los que no se presenten al canje no le íbamos a pagar nada”.

En relación a una posible solución, sostuvo que Argentina tendría que haberse sentado a negociar con el juez Thomas Griesa: “Esto de creer que Argentina puede estar años sin cumplir con la sentencia es firmar el aislamiento internacional de la Argentina, en un momento que el problema muy grave del país es la estanflación”,

Además, señaló que “el gobierno interpretó la cláusula RUFO en contra de los intereses de Argentina”, ya que “llegó a decir que si cumplía con la sentencia le daba derecho a los otros a reclamar el mismo tratamiento”. “Eso no es la cláusula RUFO, que dice que si Argentina hace una oferta mayor tiene que hacérsela a todos. Pero una vez que el Gobierno interpretó eso, la cláusula RUFO se transformó en un problema muy serio”, analizó.

Al mismo tiempo, negó tener responsabilidad con el endeudamiento: “Yo fui ministro hasta el año 96. Cuando salí del ministerio de Economía, la deuda disminuyó. Después de que me fui del ministerio, el Gobierno nacional empezó a emitir bonos de las deudas y las provincias se endeudaron con los bancos a tasas muy altas. Eso provocó la crisis de 2001”.