
Logotipo del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán
Las Fuerzas Armadas de Irán darán una respuesta contundente a cualquier amenaza del enemigo contra el país, ha asegurado el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
“Es una vergüenza que el enemigo siga hablando de la opción militar contra la República Islámica ya que el pueblo iraní dará una respuesta contundente a cualquier amenaza foránea”, precisa el CGRI en un comunicado emitido este viernes en la víspera del aniversario del fracaso de una misión del Ejército estadounidense contra la República Islámica el 25 de abril de 1980.

Restos de helicópteros estadounidenses destruidos por tormenta de arena en Tabas, centro de Irán
El fracaso de la agresión militar estadounidense contra Irán en el desierto de Tabas (centro), indica la nota, es una gran oportunidad que revela las verdades históricas y los nefastos crímenes y complots de las autoridades de la Casa Blanca contra el pueblo persa y los demás pueblos independientes y en pro de la libertad.
“La consciencia de los pueblos y el fracaso de los EE.UU. a la hora de seguir sus estrategias, políticas y planes arrogantes en distintas partes del mundo, en especial en la región estratégica de Asia Occidental, pone de relieve que en la guerra de voluntades, la voluntad de los pueblos es la que logra superar la de Estados Unidos, sus aliados accidentales y regionales”, agrega.
Finalmente, el CGRI recalca que las Fuerzas Armadas de Irán son conscientes en todo momento de los movimientos de las potencias extraregionales, en particular EE.UU., de hecho, insisten en preservar y aumentar sus capacidades militares y disuasivas para proteger la integridad de la República Islámica y defender los anhelos y los logros de la Revolución Islámica.
En 1980, un año después de la victoria de la Revolución Islámica, Washington puso en marcha la llamada operación "Garra de Águila", para liberar a un grupo de diplomáticos estadounidenses detenidos por cargos de espionaje.
Un total de 90 efectivos del Ejército norteamericano, en seis aviones C-130 Hércules y ocho helicópteros, estaban encargados de llevar a cabo esta misión que fracasó gracias a una tormenta de arena en el desierto de Tabas, en el centro de Irán.

Autoridades iraníes visitando el lugar del incidente de Tabas
Tras una explosión de las aeronaves en la que murieron ocho soldados, las fuerzas norteamericanas abandonaron los restantes aparatos y huyeron del país persa.
El 4 de noviembre de 1979, un grupo de universitarios revolucionarios iraníes tomó la embajada de EE.UU. que se había convertido en un centro de espionaje.
Los documentos hallados más tarde en el complejo corroboraron que Washington utilizaba su embajada en Teherán para derrocar al naciente sistema de la República Islámica de Irán.
