Los bancos advirtieron a la Unidad de Información Financiera sobre casi todas las operaciones financieras de The Old Fund, la empresa que el juez Ariel Lijo adjudicó al Vicepresidente.
Al menos un año antes de que la sociedad The Old Fund empezara a ser investigada en la causa Ciccone por lavado de dinero, el Gobierno detectó que esa empresa había realizado maniobras financieras sospechosas, pero no avanzó en una pesquisa al respecto.
Con el paso de los meses, los alertas oficiales al respecto se repitieron sobre casi todos los protagonistas comerciales de esta trama, y aun así la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo encargado de prevenir el lavado de divisas, siguió sin actuar.
El 4 de enero de 2011, la UIF recibió un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) generado por el Standard Bank Argentina.
El banco le informó a ese organismo que la empresa Estrategias de Imagen y Comunicación SRL y su titular, Martín Cortés, habían recibido una transferencia dudosa de parte de la sociedad The Old Fund por $ 2.265.120. Todo había ocurrido el 3 de junio del 2010.
Seis meses después, la entidad le comunicó a la UIF que la empresa de Cortés “presentaba un promedio de operaciones mensuales irrisorios”, y que fue por eso que le solicitó que “presente documentación que justifique el origen de los fondos recibidos”.
Cortés no lo hizo, incluso aunque recibió una carta documento del banco insistiéndole en el reclamo.
En ese momento, la UIF no hizo ninguna investigación sobre el caso: el Standard Bank le avisó después que Cortés finalmente había aportado información sobre la operación.
Pero el ROS ya había sido emitido. En ese tiempo, Cortés era uno de los asesores financieros del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán. Incluso hoy es el titular del banco provincial.
Ahora se sabe, gracias a la investigación judicial de la causa Ciccone, que Cortés recibió la transferencia de esos 2,2 millones de pesos el mismo día que The Old Fund cobró 7,6 millones de pesos de la provincia de Formosa, supuestamente por asesorar a la gestión de Insfrán a renegociar su deuda pública.
En la actualidad, la Justicia investiga en dos causas si esas transferencias entre Formosa, The Old Fund y la compañía de Cortés fueron en realidad sobornos que tendrían como destinatarios finales a Boudou, quien lideró en 2009 la renegociación de la deuda formoseña desde el Ministerio de Economía, y también a Insfrán.
La UIF sólo aportó la información que tenía sobre la trama de Ciccone cuando la Justicia se lo solicitó.
Según consta en el expediente del caso Boudou, el 24 de febrero de 2012 la UIF recibió un ROS del banco HSBC porque la empresa London Supply había transferido a The Old Fund 1,8 millones de pesos en setiembre de 2010. Fue el dinero que usó la sociedad para levantar la quiebra de Ciccone.
La UIF también fue alertada el 21 de marzo del 2012, con otro ROS del Banco Macro por una transferencia de más de 7,3 millones de pesos que recibió The Old Fund, y que no pudo justificar.
Entre otras alarmas similares, el organismo que debe prevenir el lavado de dinero tenía bajo su poder, desde junio de 2010, un ROS que tenía como protagonista al socio de Boudou, el millonario José María Núñez Carmona.
El Banco Hipotecario informó que su cliente había hecho operaciones por $ 1.924.400, pero no pudo justificar el origen de esos fondos. Núñez Carmona argumentó que parte de ese dinero había entrado al país en el blanqueo de capitales de 2009.
El banco sostuvo que no pudo establecer si esa plata “tenía origen en las actividades del cliente”.

Al menos un año antes de que la sociedad The Old Fund empezara a ser investigada en la causa Ciccone por lavado de dinero, el Gobierno detectó que esa empresa había realizado maniobras financieras sospechosas, pero no avanzó en una pesquisa al respecto.
Con el paso de los meses, los alertas oficiales al respecto se repitieron sobre casi todos los protagonistas comerciales de esta trama, y aun así la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo encargado de prevenir el lavado de divisas, siguió sin actuar.
El 4 de enero de 2011, la UIF recibió un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) generado por el Standard Bank Argentina.
El banco le informó a ese organismo que la empresa Estrategias de Imagen y Comunicación SRL y su titular, Martín Cortés, habían recibido una transferencia dudosa de parte de la sociedad The Old Fund por $ 2.265.120. Todo había ocurrido el 3 de junio del 2010.
Seis meses después, la entidad le comunicó a la UIF que la empresa de Cortés “presentaba un promedio de operaciones mensuales irrisorios”, y que fue por eso que le solicitó que “presente documentación que justifique el origen de los fondos recibidos”.
Cortés no lo hizo, incluso aunque recibió una carta documento del banco insistiéndole en el reclamo.
En ese momento, la UIF no hizo ninguna investigación sobre el caso: el Standard Bank le avisó después que Cortés finalmente había aportado información sobre la operación.
Pero el ROS ya había sido emitido. En ese tiempo, Cortés era uno de los asesores financieros del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán. Incluso hoy es el titular del banco provincial.
Ahora se sabe, gracias a la investigación judicial de la causa Ciccone, que Cortés recibió la transferencia de esos 2,2 millones de pesos el mismo día que The Old Fund cobró 7,6 millones de pesos de la provincia de Formosa, supuestamente por asesorar a la gestión de Insfrán a renegociar su deuda pública.
En la actualidad, la Justicia investiga en dos causas si esas transferencias entre Formosa, The Old Fund y la compañía de Cortés fueron en realidad sobornos que tendrían como destinatarios finales a Boudou, quien lideró en 2009 la renegociación de la deuda formoseña desde el Ministerio de Economía, y también a Insfrán.
La UIF sólo aportó la información que tenía sobre la trama de Ciccone cuando la Justicia se lo solicitó.
Según consta en el expediente del caso Boudou, el 24 de febrero de 2012 la UIF recibió un ROS del banco HSBC porque la empresa London Supply había transferido a The Old Fund 1,8 millones de pesos en setiembre de 2010. Fue el dinero que usó la sociedad para levantar la quiebra de Ciccone.
La UIF también fue alertada el 21 de marzo del 2012, con otro ROS del Banco Macro por una transferencia de más de 7,3 millones de pesos que recibió The Old Fund, y que no pudo justificar.
Entre otras alarmas similares, el organismo que debe prevenir el lavado de dinero tenía bajo su poder, desde junio de 2010, un ROS que tenía como protagonista al socio de Boudou, el millonario José María Núñez Carmona.
El Banco Hipotecario informó que su cliente había hecho operaciones por $ 1.924.400, pero no pudo justificar el origen de esos fondos. Núñez Carmona argumentó que parte de ese dinero había entrado al país en el blanqueo de capitales de 2009.
El banco sostuvo que no pudo establecer si esa plata “tenía origen en las actividades del cliente”.