Inevitable cambio de sus fórmulas inician Pepsi y Coca-Cola
No es una noticia sino una información difundida en 2012, cuando sí fue noticia pero se olvidó demasiado rápido: los agricultores de los distritos Durg, Rajnandgaon y Dhamtari, en el estado de Chhattisgarh (centro de India), utilizan Coca-Cola y Pepsi como pesticidas para proteger sus plantaciones de arroz ya que es más barato y cumple la misma función.
De hecho, Rajnandgaon, 1 de los 15 distritos de Chhattisgarh, batió el récord mundial de la mayor producción de arroz sin uso de OGMs (Organismos Genéticamente Modificados). Si bien usar Coca-Cola como pesticida no es 100% natural ni orgánico, es más seguro que usar el veneno tradicional.
El uso de bebidas gaseosas en lugar de pesticidas –que pueden ser hasta 10 veces más caros– alcanzó un nivel de popularidad tal en India que las ventas de las bebidas cola aumentaron considerablemente en muchos pueblos del país asiático.
Los agricultores señalaron que el uso de pesticidas les puede costar hasta 70 rupias (US$$1,5) por acre. En cambio, si mezclan una botella de Pepsi o Coca-Cola con agua y la rocían sobre sus cultivos, les cuesta 55 a 60 rupias menos por acre.
El especialista agrícola, Devendra Sharma, explicó en aquel 2012 que, probablemente, el efecto se lograba porque, al verter líquidos con azúcar en los cultivos, éstos atraen a las hormigas que a su vez se alimentan de la larva de los insectos.
Ahora a la noticia
Con semejantes antecedentes es posible comprender lo que sí es nuevo: Coca Cola y Pepsi Co. cambiarán sus fórmulas, pero no por el efecto sobre las hormigas sino sobre los humanos. Ambas compañías, que controlan el mercado global de bebidas gaseosas, se comprometieron a reducir las calorías de sus productos como parte de una iniciativa de la Asociación Estadounidense de Bebidas (ABA, por sus siglas en inglés) para combatir el problema de obesidad en ese país.
El estadounidense promedio consume alrededor de 180 galones (680 litros) de bebidas al año, y aproximadamente 25% de ellas son refrescos tipo gaseosos. Analizado de acuerdo a una marca específica, cada estadounidense consume al año en promedio 400 unidades de 8 onzas cada una (226,796185 gramos) de productos Coca-Cola, cuyo mercado principal siguen siendo las bebidas con jarabe de cola. Los mercados de bebidas no gaseosas están creciendo, pero son relativamente pequeños. En contraste, el consumo medio mundial de productos Coca-Cola es de aproximadamente 90 porciones o unidades de 8 onzas al año. Es decir que los estadounidenses son inundados, literalmente, por las bebidas gaseosas. Los ejecutivos, sin embargo, lo están evaluando al revés: el mundo consume mucho menos que USA, por lo tanto hay que salir a vender al mundo. Los trabajadores de las economías emergentes ascienden en la escala de ingresos, y deberían darse el lujo de incorporar más productos Coca-Cola en su vida cotidiana.

No es una noticia sino una información difundida en 2012, cuando sí fue noticia pero se olvidó demasiado rápido: los agricultores de los distritos Durg, Rajnandgaon y Dhamtari, en el estado de Chhattisgarh (centro de India), utilizan Coca-Cola y Pepsi como pesticidas para proteger sus plantaciones de arroz ya que es más barato y cumple la misma función.
De hecho, Rajnandgaon, 1 de los 15 distritos de Chhattisgarh, batió el récord mundial de la mayor producción de arroz sin uso de OGMs (Organismos Genéticamente Modificados). Si bien usar Coca-Cola como pesticida no es 100% natural ni orgánico, es más seguro que usar el veneno tradicional.
El uso de bebidas gaseosas en lugar de pesticidas –que pueden ser hasta 10 veces más caros– alcanzó un nivel de popularidad tal en India que las ventas de las bebidas cola aumentaron considerablemente en muchos pueblos del país asiático.
Los agricultores señalaron que el uso de pesticidas les puede costar hasta 70 rupias (US$$1,5) por acre. En cambio, si mezclan una botella de Pepsi o Coca-Cola con agua y la rocían sobre sus cultivos, les cuesta 55 a 60 rupias menos por acre.
El especialista agrícola, Devendra Sharma, explicó en aquel 2012 que, probablemente, el efecto se lograba porque, al verter líquidos con azúcar en los cultivos, éstos atraen a las hormigas que a su vez se alimentan de la larva de los insectos.
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Con semejantes antecedentes es posible comprender lo que sí es nuevo: Coca Cola y Pepsi Co. cambiarán sus fórmulas, pero no por el efecto sobre las hormigas sino sobre los humanos. Ambas compañías, que controlan el mercado global de bebidas gaseosas, se comprometieron a reducir las calorías de sus productos como parte de una iniciativa de la Asociación Estadounidense de Bebidas (ABA, por sus siglas en inglés) para combatir el problema de obesidad en ese país.
El estadounidense promedio consume alrededor de 180 galones (680 litros) de bebidas al año, y aproximadamente 25% de ellas son refrescos tipo gaseosos. Analizado de acuerdo a una marca específica, cada estadounidense consume al año en promedio 400 unidades de 8 onzas cada una (226,796185 gramos) de productos Coca-Cola, cuyo mercado principal siguen siendo las bebidas con jarabe de cola. Los mercados de bebidas no gaseosas están creciendo, pero son relativamente pequeños. En contraste, el consumo medio mundial de productos Coca-Cola es de aproximadamente 90 porciones o unidades de 8 onzas al año. Es decir que los estadounidenses son inundados, literalmente, por las bebidas gaseosas. Los ejecutivos, sin embargo, lo están evaluando al revés: el mundo consume mucho menos que USA, por lo tanto hay que salir a vender al mundo. Los trabajadores de las economías emergentes ascienden en la escala de ingresos, y deberían darse el lujo de incorporar más productos Coca-Cola en su vida cotidiana.