Lo lógico sería consumir menor y recuperar más. Pero no, el medio ambiente sigue en señal de alerta
La ONG The Global Footprint Network realizó un estudio en el que determinó que la humanidad consume anualmente, más de una vez y media lo que el planeta es capaz de regenerar, otro dato negativo que suma el planeta y que pone en jaque al medio ambiente.
Así, cada año se acelera y acorta la fecha en la que la demanda de recursos supera a la oferta. de esta manera, para este 2016, el default ambiental se produjo el 8 de agosto, cuatro días antes que en 2015 y 30 días antes que en el 2000.
Bajo estos parámetros, el escenario es "insostenible debido a que el mundo consume más y cada vez más rápido los recursos", detalla el informe de la Organización Mundial de la Conservación
¿Y Argentina?
Para comparar valen entender que naciones como Guyana, Bolivia, Australia y Canadá logran ubicarse entre quienes alcanzan el superávit ambiental, caso contrario, países como Singapur, Israel, Chipre y Japón no logran abandonar el déficit.
Argentina, respecto de su capacidad de mantener y renovar los recursos naturales, ocupa el 9º puesto del ranking mundial, y está claramente del lado de los "acreedores ambientales". Pero todo es más negativo cuando la medición se hace per cápita, ya que la Argentina cae al puesto 17 por el elevado consumo de recursos ambientales que tiene el promedio de sus habitantes.
Por ejemplo, hoy se necesitan 3.1 hectáreas de recursos naturales para cubrir las necesidades de consumo de cada argentino y, de seguir así, Argentina podría perder en los próximos años el superávit ambiental que aún conserva gracias a su extenso territorio y su reducida población.
Malas noticias
Pero las malas noticias siguen, porque con el acuerdo que firmaron 200 países en la Cumbre del Clima de París en diciembre de 2015, las emisiones de gases de carbono deben reducirse drásticamente para evitar una catástrofe climática. ¿Cómo? Moderar fuertemente el consumo de agua y energía, hacer un mejor uso del suelo, evitar la deforestación, la contaminación y reducir los residuos.
La gestión del presidente Macri ratificó el acuerdo climático en abril de este año, sin embargo, tiene serias dificultades para cumplir con la reducción de emisiones. Incluso, será clave lograr una reconversión de la matriz energética, hoy fuertemente asentada en los combustibles fósiles, incorporando energías limpias. Esto, más el cumplimiento de la Ley de Bosques y modelos agrícola-ganaderos sustentables, son cuentas pendientes que deben ser abordadas con urgencia.

La ONG The Global Footprint Network realizó un estudio en el que determinó que la humanidad consume anualmente, más de una vez y media lo que el planeta es capaz de regenerar, otro dato negativo que suma el planeta y que pone en jaque al medio ambiente.
Así, cada año se acelera y acorta la fecha en la que la demanda de recursos supera a la oferta. de esta manera, para este 2016, el default ambiental se produjo el 8 de agosto, cuatro días antes que en 2015 y 30 días antes que en el 2000.
Bajo estos parámetros, el escenario es "insostenible debido a que el mundo consume más y cada vez más rápido los recursos", detalla el informe de la Organización Mundial de la Conservación
¿Y Argentina?
Para comparar valen entender que naciones como Guyana, Bolivia, Australia y Canadá logran ubicarse entre quienes alcanzan el superávit ambiental, caso contrario, países como Singapur, Israel, Chipre y Japón no logran abandonar el déficit.
Argentina, respecto de su capacidad de mantener y renovar los recursos naturales, ocupa el 9º puesto del ranking mundial, y está claramente del lado de los "acreedores ambientales". Pero todo es más negativo cuando la medición se hace per cápita, ya que la Argentina cae al puesto 17 por el elevado consumo de recursos ambientales que tiene el promedio de sus habitantes.
Por ejemplo, hoy se necesitan 3.1 hectáreas de recursos naturales para cubrir las necesidades de consumo de cada argentino y, de seguir así, Argentina podría perder en los próximos años el superávit ambiental que aún conserva gracias a su extenso territorio y su reducida población.
Malas noticias
Pero las malas noticias siguen, porque con el acuerdo que firmaron 200 países en la Cumbre del Clima de París en diciembre de 2015, las emisiones de gases de carbono deben reducirse drásticamente para evitar una catástrofe climática. ¿Cómo? Moderar fuertemente el consumo de agua y energía, hacer un mejor uso del suelo, evitar la deforestación, la contaminación y reducir los residuos.
La gestión del presidente Macri ratificó el acuerdo climático en abril de este año, sin embargo, tiene serias dificultades para cumplir con la reducción de emisiones. Incluso, será clave lograr una reconversión de la matriz energética, hoy fuertemente asentada en los combustibles fósiles, incorporando energías limpias. Esto, más el cumplimiento de la Ley de Bosques y modelos agrícola-ganaderos sustentables, son cuentas pendientes que deben ser abordadas con urgencia.