Las pesquisas revelaron que el atacante sufrió una herida cortante en una de sus extremidades durante el hecho.
La investigación por el crimen de la joven estudiante chilena Nicole Sessarego reveló que el asesino de la víctima se hirió una mano durante el ataque, por lo cual se obtuvo una característica más del agresor, que podría ser identificado del círculo de amistades de la extranjera.
Según establecieron los investigadores, el agresor es un hombre que tiene entre 22 y 28 años, mide alrededor de 1,70 metros, tez blanca, delgado, habría sufrido un corte en una mano y, según quedó registrado en cámaras de seguridad, se contuvo la sangre con un trapo con el que también limpió el cuchillo.
Por el momento, la búsqueda está orientada al reconocimiento del agresor entre los allegados a la víctima, quien fue apuñalada el 14 de julio pasado cuando llegaba al departamento en el que vivía en el barrio porteño de Almagro.
Como varios de los jóvenes que vivían allí con ella ya no habitan el lugar porque se mudaron o regresaron a sus países, los investigadores estudian la forma en que someterán la fotografía a reconocimiento.
El juzgado de instrucción a cargo del juez Luis Zelaya y la fiscalía a cargo de Ana María Yacobucci evaluaban, incluso, la posibilidad de difundir un comunicado pidiendo a vecinos del barrio de Almagro y relaciones sociales de la joven asesinada que presten su colaboración informando si habían visto en las últimas dos semanas a alguien de ese entorno con una mano herida.

La investigación por el crimen de la joven estudiante chilena Nicole Sessarego reveló que el asesino de la víctima se hirió una mano durante el ataque, por lo cual se obtuvo una característica más del agresor, que podría ser identificado del círculo de amistades de la extranjera.
Según establecieron los investigadores, el agresor es un hombre que tiene entre 22 y 28 años, mide alrededor de 1,70 metros, tez blanca, delgado, habría sufrido un corte en una mano y, según quedó registrado en cámaras de seguridad, se contuvo la sangre con un trapo con el que también limpió el cuchillo.
Por el momento, la búsqueda está orientada al reconocimiento del agresor entre los allegados a la víctima, quien fue apuñalada el 14 de julio pasado cuando llegaba al departamento en el que vivía en el barrio porteño de Almagro.
Como varios de los jóvenes que vivían allí con ella ya no habitan el lugar porque se mudaron o regresaron a sus países, los investigadores estudian la forma en que someterán la fotografía a reconocimiento.
El juzgado de instrucción a cargo del juez Luis Zelaya y la fiscalía a cargo de Ana María Yacobucci evaluaban, incluso, la posibilidad de difundir un comunicado pidiendo a vecinos del barrio de Almagro y relaciones sociales de la joven asesinada que presten su colaboración informando si habían visto en las últimas dos semanas a alguien de ese entorno con una mano herida.