
La víctima fue identificada como Natalia Rivero, de 27 años, quien fue asesinada de una puñalada en el cuello delante de su hija de 2 años. Por el crimen detuvieron a su concubino como principal sospechoso.

Una joven fue asesinada de una puñalada en el cuello, delante de su pequeña hija de dos años, en el interior de una casa de la ciudad bonaerense de General Madariaga y por el crimen detuvieron a su concubino como principal sospechoso. El hecho ocurrió en una vivienda, donde la víctima, identificada por la Policía como Natalia Rivero (de 27 años), convivía con el ahora acusado Ariel Díaz (34), con quien habría mantenido una fuerte discusión con su concubino y que derivó en la agresión, cuando recibió una puñalada en el cuello.
Si bien la joven fue trasladada en una ambulancia hasta el hospital de General Madariaga, a la que ingresó ya fallecida, ya que los médicos constataron que su deceso se habría producido por el profundo corte que le afectó el tronco encefálico, provocándole una gran pérdida de sangre.
Voceros de la investigación del caso, señalaron que su pareja acompañó a la víctima hasta el centro asistencial donde, a partir de los datos aportados por los testigos, quedó aprehendido como autor del crimen. "El sospechoso cuenta con antecedentes penales por otros delitos y los vecinos también dijeron que había sido violento con otras mujeres, con las que había mantenido algún tipo de relación", se indicó.
En tal sentido, la gente del barrio contaron que eran frecuentes escuchar peleas entre Rivero y Díaz, aunque dijeron desconocer que haya habido episodios de violencia física en otras oportunidades.
El sospechoso se negó a declarar, al ser indagado por el fiscal Eduardo Elizarraga del Departamento Judicial Dolores, quien le imputó el delito de 'homicidio calificado por el vínculo y por femicidio'.
Ahora, los investigadores aguardan por los resultados de la autopsia al cuerpo de la víctima y los peritajes a un arma blanca secuestrada en la escena del crimen, al tiempo que le tomarán declaración a una hija adolescente de Natalia Rivero (fruto de una anterior relación), quien fue testigo presencial del hecho y puso a salvo a su pequeña hermanita.