Tragedia en Mataderos. El sangriento episodio tuvo lugar en avenida Directorio al 7400, donde un violento sujeto que se había mudado al barrio hace poco tiempo se enojó porque la víctima le recriminaba que deje de construir sobre su espacio. El asesino se atrincheró en su casa y luego fue detenido.
Un hombre asesinó de cuatro balazos a su vecino, con el que discutió por una medianera, y luego se atrincheró en su casa del barrio porteño de Mataderos, pero momento más tarde logró ser detenido por efectivos policiales.
El hecho ocurrió en horas del mediodía del miércoles en la avenida Directorio y Saladillo, de Mataderos, donde efectivos de distintas comisarías y del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) rodearon la manzana para arrestar al sospechoso.
"El hombre ya fue detenido y quedó alojado en la comisaría 42 a la espera de ser trasladado para ser indagado por (la jueza de instrucción María Gabriela) Lanz", dijo la jefa de Prensa de la Policía Federal, Mirta Trintinaglia, a la prensa.
Los investigadores policiales identificaron a la víctima fatal como Eduardo Nieves (51), quien aparentemente recibió cuatro disparos que le provocaron la muerte en el acto. Según las fuentes, todo comenzó cerca del mediodía en la avenida Directorio al 7400 cuando los dos vecinos discutieron a raíz de una obra en construcción que estaba llevando a cabo el presunto homicida.
Blanca, la pareja del hombre asesinado, relató en declaraciones al canal de noticias C5N que la disputa entre ambos vecinos "viene de hace más de un año" y dijo que ésta última pelea se originó "porque el vecino quería realizar su construcción sobre la medianera" de Eduardo. "Ayer mantuvieron una discusión y hoy lo esperó a que llegara y le disparó apenas bajó de su camioneta", dijo otra vecina.
Según las fuentes policiales, el sindicado agresor se llama José y, una vez que le disparó a su vecino, se atrincheró en su casa. La pareja del hombre fallecido aseguró que su marido "ya lo había denunciado al vecino en reiteradas oportunidades", dijo que anoche había sido amenazado de muerte y que el homicida "siempre estaba armado". Interviene en el hecho el juzgado de instrucción 47 porteño, a cargo de Mónica Berdión de Crudo.
