
La Organización Mundial de Salud (OMS) se niega a aplicar contra el ébola un método de tratamiento conocido por más de 100 años, mientras se está promocionando su imitación genéticamente modificada, de la que hay una escasa oferta.
Transgénico, no natural
En vez de derivar y distribuir suero de convaleciente, se está persiguiendo un enfoque artificial patentado como ZMapp, que usa anticuerpos de ratones, genéticamente modificados y desarrollados en una planta transgénica.
El ZMapp fue creado por una pequeña compañía apoyada por la DARPA, una agencia del Pentágono para el desarrollo de nuevas tecnologías, y que recibe financiación de Gates Foundation y la industria farmacéutica.
El suero ZMapp fue probado en 18 monos, y todos sobrevivieron.
Entre humanos fue administrado a tres pacientes liberianos y cuatro occidentales. Se desconoce si los liberianos también recibieron el suero de convaleciente, pero solo dos de los tres sobrevivieron.
De los cuatro occidentales, dos pacientes -Kent Brantley y Will Pooley- recibieron ambos sueros y se recuperaron. El sacerdote español Miguel Pajares fue inmunizado con ZMapp y murió.
Nancy Writebol recibió el ZMapp, pero no el suero de convaleciente. Experimentó alergia al ZMapp y le redujeron la dosis.
Resulta que de los dos pacientes que solo recibieron el ZMapp, el nivel de recuperación ha sido únicamente del 50%.
Sin embargo, el ZMapp es el único suero contra el ébola aprobado para la producción.
Para el momento en que se alcance un nivel de producción suficiente del ZMapp, el virus adquirirá una escala global, considerando los actuales niveles de infección en África.
Dentro de dos meses el ébola podría afectar al 15% de la población de los actuales países donde existe el brote, recordando que ahora es del 5%.