El arma de Francia para destruir al Estado Islamico
El gobierno galo desplegó en el Golfo su portaaviones Charles de Gaulle, con el que pretende atacar al grupo yihadista en Irak. Misiones secretas y un impresionante despliegue para lograr el objetivo. Fotos e infografía
Francia desplegó este lunes en el Golfo su portaaviones Charles de Gaulle, como parte de las operaciones de la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak.
"La integración del Charles de Gaulle en la operación (francesa) Chammal (en Irak) comienza esta mañana", declaró un cercano colaborador del ministro francés de Defensa Jean-Yves Le Drian.
Los primeros aviones de combate Rafale despegaron por la mañana del Charles de Gaulle, que navega a unas 120 millas náuticas (200 km/h) al norte de Bahréin, en el Golfo, camino de Irak.
Desde su nueva posición, los aviones franceses podrán alcanzar sus objetivos en una hora y media de vuelo, la mitad que desde la base emiratí de Al Dhafra, empleada por la Aviación francesa.
El Charles de Gaulle, que zarpó el 13 de enero de Toulon (sur de Francia) para una misión de unos cinco meses, permanecerá varias semanas en el Golfo, al lado del portaaviones norteamericano "Carl Vinson", como parte de la coalición internacional antiyihadista dirigida por Estados Unidos, indicó una fuente militar francesa.

Con dos aviones de combate Rafale y nueve Super "tendard a bordo, París va a duplicar su dispositivo aéreo en la región, que contaba con nueve Rafale en los Emiratos Árabes Unidos y seis Mirage 2000D en Jordania. Francia lanzó a mediados de septiembre la operación Chammal en Irak.
Desde entonces, sus aviones efectuaron un centenar de misiones de reconocimiento y otros tantos bombardeos en el país para apoyar al ejército local y los peshmergas kurdos que combaten al EI, indicó una fuente cercana a Le Drian.
El país es, junto a Australia, uno de los que más efectivos aportan a la coalición de 32 países, aunque es Estados Unidos quien realiza el grueso de los ataques aéreos. Desde agosto de 2014, la campaña militar internacional se tradujo en más de 2.000 bombardeos en Irak y en Siria.
Los cazas franceses sólo intervienen en Irak, porque París considera que una operación en Siria podría reforzar al régimen de Bashar al Asad frente a los rebeldes.
La tripulación quiere mantener el anonimato. El temor a ser identificados por los yihadistas, a través de las redes sociales, está en mente de todos, tras los atentados de enero en París. Las imágenes del piloto jordano capturado y quemado vivo por el EI sobrecogieron a más de uno, aunque muchos prefieren esconderse detrás de una respuesta manida: "el riesgo es parte del oficio".