El 8 de junio de 1993 Vélez conseguía el Torneo Clausura de la mano de su histórico goleador. Desde entonces, el conjunto de Liniers construyó una trayectoria que lo llevó a los lugares más importantes. Fue también el día de Chilavert
Aquel martes demasiado frío en el que el conjunto velezano igualó 1 a 1 con Estudiantes, la ciudad de La Plata fue una sucursal del barrio de Liniers por tanta gente que se había trasladado desde la Capital Federal.
Nadie sospechaba entonces que se estaba a las puertas del inicio de un ciclo histórico que incluiría jugadores de renombre salidos de las inferiores y éxitos deportivos no sólo a nivel local, sino también en todo el mundo. Y sobre todo esto, la consagración definitoria de José Luis Chilavert en el arco. Todo un símbolo velezano.
De alguna manera, Carlos Bianchi terminaba de darle forma a un equipo que Eduardo Luján Manera había sacado subcampeón en el torneo anterior.
Marcelo Gómez, Christian Bassedas, Omar Asad, José Flores, Roberto Trotta, Víctor Sotomayor, Raúl Cardozo y José Basualdo fueron los hombres que se hicieron su lugar en la historia en esos tiempos.
Esa vez, cuando faltaba una fecha para que campeonato llegara a su fin, Vélez formó con Chilavert; Almandoz, Pellegrino, Sotomayor, Cardozo; Basualdo, Marcelo Gómez, Pico, Bassedas; Flores y Esteban González.
Chilavert tuvo su día de gloria
El marcador de punta Raúl Cardozo se escapó y lo bajaron, por lo que se sancionó un penal a favor de Vélez. El encargado de patearlos, Trotta, no estaba presente por lesión, por lo que el paraguayo José Luis Chilavert tomó su lugar.
Y anotó su primer tanto desde los doce pasos en el fútbol argentino. Después, Claudio París consiguió la igualdad.
El suspenso de fines de ese torneo se daba porque Independiente estaba a cuatro puntos y debía jugar con los de Liniers en la fecha siguiente. Pero había que esperar por el resultado de los de Avellaneda, que se medían con Belgrano de Córdoba.
Entonces, todo el plantel velezano se quedó concentrado en un céntrico hotel, donde también había cientos de hinchas esperando por el resultado del rival, que finalmente fue empate. Cuando se confirmó el título, la fiesta siguió en el Amalfitani.
Qué de la mano, de Carlos Bianchi...
La racha continuó con la obtención de la Copa Libertadores el 31 de agosto de 1994, tras dejar en el camino a Defensor Sporting de Uruguay, Minervén de Venezuela, Junior de Colombia y San Pablo, de Brasil, en la final. El encuentro revancha se jugó en el Morumbí y Vélez se impuso por penales 5 a 3. El equipo comenzaba a tener roce internacional.
Ese mismo año consiguió la Intercontinental al vencer al Milan de Fabio Capello, en Tokio. Trotta, con un penal, y Omar Asad le dieron el 2 a 0 y el título de Campeón del Mundo.
Luego llegó el Apertura 1995, cuando ya se hacían notar los juveniles que Bianchi sacaba de las inferiores.
En 1996 alcanzó la Copa Interamericana, ante el Sport Cartaginés, de Costa Rica. En San José igualaron 0 a 0 y en la revancha Vélez venció por 2 a 0, con tanto del "Turu" Flores.
El fin del ciclo fue con la obtención del Clausura de 1996. Faltando cuatro fechas faltaban para el final, Bianchi dejó todo en manos de su ayudante, Osvaldo Piazza, quien siguió adelante hasta que el equipo alcanzó el título. Bianchi se lo dejó con una racha ganadora con sólo un partido perdido, frente a Estudiantes.
Carlos Bianchi se alejaba de Vélez para dirigir a la Roma. En Italia no le fue bien. Aunque se trata de otra historia.
fuente:http://www.infobae.com/contenidos/320870-100795-0-El-d%EDa-que-Bianchi-se-consagraba-como-t%E9cnico
Aquel martes demasiado frío en el que el conjunto velezano igualó 1 a 1 con Estudiantes, la ciudad de La Plata fue una sucursal del barrio de Liniers por tanta gente que se había trasladado desde la Capital Federal.
Nadie sospechaba entonces que se estaba a las puertas del inicio de un ciclo histórico que incluiría jugadores de renombre salidos de las inferiores y éxitos deportivos no sólo a nivel local, sino también en todo el mundo. Y sobre todo esto, la consagración definitoria de José Luis Chilavert en el arco. Todo un símbolo velezano.
De alguna manera, Carlos Bianchi terminaba de darle forma a un equipo que Eduardo Luján Manera había sacado subcampeón en el torneo anterior.
Marcelo Gómez, Christian Bassedas, Omar Asad, José Flores, Roberto Trotta, Víctor Sotomayor, Raúl Cardozo y José Basualdo fueron los hombres que se hicieron su lugar en la historia en esos tiempos.
Esa vez, cuando faltaba una fecha para que campeonato llegara a su fin, Vélez formó con Chilavert; Almandoz, Pellegrino, Sotomayor, Cardozo; Basualdo, Marcelo Gómez, Pico, Bassedas; Flores y Esteban González.
Chilavert tuvo su día de gloria
El marcador de punta Raúl Cardozo se escapó y lo bajaron, por lo que se sancionó un penal a favor de Vélez. El encargado de patearlos, Trotta, no estaba presente por lesión, por lo que el paraguayo José Luis Chilavert tomó su lugar.
Y anotó su primer tanto desde los doce pasos en el fútbol argentino. Después, Claudio París consiguió la igualdad.
El suspenso de fines de ese torneo se daba porque Independiente estaba a cuatro puntos y debía jugar con los de Liniers en la fecha siguiente. Pero había que esperar por el resultado de los de Avellaneda, que se medían con Belgrano de Córdoba.
Entonces, todo el plantel velezano se quedó concentrado en un céntrico hotel, donde también había cientos de hinchas esperando por el resultado del rival, que finalmente fue empate. Cuando se confirmó el título, la fiesta siguió en el Amalfitani.
Qué de la mano, de Carlos Bianchi...
La racha continuó con la obtención de la Copa Libertadores el 31 de agosto de 1994, tras dejar en el camino a Defensor Sporting de Uruguay, Minervén de Venezuela, Junior de Colombia y San Pablo, de Brasil, en la final. El encuentro revancha se jugó en el Morumbí y Vélez se impuso por penales 5 a 3. El equipo comenzaba a tener roce internacional.
Ese mismo año consiguió la Intercontinental al vencer al Milan de Fabio Capello, en Tokio. Trotta, con un penal, y Omar Asad le dieron el 2 a 0 y el título de Campeón del Mundo.
Luego llegó el Apertura 1995, cuando ya se hacían notar los juveniles que Bianchi sacaba de las inferiores.
En 1996 alcanzó la Copa Interamericana, ante el Sport Cartaginés, de Costa Rica. En San José igualaron 0 a 0 y en la revancha Vélez venció por 2 a 0, con tanto del "Turu" Flores.
El fin del ciclo fue con la obtención del Clausura de 1996. Faltando cuatro fechas faltaban para el final, Bianchi dejó todo en manos de su ayudante, Osvaldo Piazza, quien siguió adelante hasta que el equipo alcanzó el título. Bianchi se lo dejó con una racha ganadora con sólo un partido perdido, frente a Estudiantes.
Carlos Bianchi se alejaba de Vélez para dirigir a la Roma. En Italia no le fue bien. Aunque se trata de otra historia.

fuente:http://www.infobae.com/contenidos/320870-100795-0-El-d%EDa-que-Bianchi-se-consagraba-como-t%E9cnico