
Los guardacostas italianos rescataron y detuvieron a 5800 inmigrantes.

Autoridades italianas rescataron y detuvieron a 5.800 inmigrantes y refugiados que intentaban cruzar el mar Mediterráneo durante el fin de semana, al mismo tiempo que los guardacostas libios interceptaron e hicieron retornar a un barco con 500 personas que se dirigía a Europa.
Asimismo, la Marina italiana informó a través de su cuenta de Twitter que al menos diez personas fallecieron en los barcos que fueron auxiliados entre ayer y hoy; algunas ya estaban muertas cuando los guardacostas europeos llegaron, otros perecieron en el mar, intentando desesperadamente llegar a los buques de rescate.
La ruta del norte de África a las costas del sur de Italia es una de las más populares para los cientos de miles de africanos, árabes y asiáticos que en los últimos años intentan llegar a Europa para escapar ya no tanto de la pobreza solamente, sino de violentas guerras civiles, sangrientas dictaduras y una ola imparable de violencia sectaria y religiosa.
Además, el flujo de inmigrantes y refugiados suele aumentar para esta fecha, cuando comienza la primavera y el mejor tiempo.
Después de la muerte de más de 1.200 personas en apenas dos naufragios en el Mediterráneo en menos de una semana, la Unión Europea (UE) triplicó los recursos del operativo comunitario de vigilancia y, de ser necesario, rescate de embarcaciones que transportan a personas que buscan entrar ilegalmente al bloque europeo.
Mientras los resultados ya son evidentes con los rescates y las detenciones, la UE continúa discutiendo si sumará un componente militar a su operativo en el Mediterráneo para destruir a las infinitas embarcaciones que están listas para partir diariamente de los anárquicos puertos de Libia, un país que vive en una guerra interna desde hace años.
Ante la presión de los países europeos, los guardacostas libios, que responden al gobierno reconocido por Bruselas y Washington y que controla parte de la frontera norte del país, informaron hoy que detuvieron a 500 personas de distintas nacionalidades que viajaban cerca de la costa de Gura Bulili, situada a 60 kilómetros al este de Trípoli, con destino a Italia.
Las embarcaciones habían lograron salir al mar y fueron interceptadas y se encuentran detenidas en el agua bajo la vigilancia de las patrullas de Guardacostas, según informó el responsable del servicio de Guardacostas en esta ciudad, Reda Aisa a la agencia de noticias estatal de ese país norafricano WAL.
Asimismo, la Marina francesa informó más tarde que detuvo tres pequeños botes a poca distancia de las costas libias con 217 pasajeros encima.
Todos los inmigrantes fueron entregados a las autoridades italianas en Toulon, que los encerrará en centros de detención hasta que se define si Roma les otorga ciudadanía, algo que cada vez sucede con menos frecuencia.
