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El Estado Islámico no tiene piedad: tortura a niños kurdos en Kobani




Un pequeño, en un acto de desesperación, llamó a su madre, y los yihadistas lo colgaron con las manos atadas a la espalda.

Les obligaban a rezar cinco veces al día y tenían que seguir una doctrina religiosa radical muy severa. Si ellos se negaban, entonces llegaban las palizas, con cables.



La organización Human Rights Watch ha entrevistado a cuatro pequeños de entre 14 y 16 años, cuatro niños kurdos que fueron secuestrados por los terroristas del Estado Islámico durante el pasado mes de mayo, mientras regresaban a su casa, a Kobani. Los pequeños fueron víctimas de abusos y de repetidas torturas, algunas de ellas infligidas a través de cables. Formaban parte de un grupo más grande, de cerca de 153 niños de estas edades. El pasado 29 de octubre los últimos 25 niños fueron liberados y con ello se dió a conocer esta historia que permite hacernos a la idea la falta de piedad de los asesinos del Estado Islámico.

Entre estos testimonios está el de un pequeño que, en un acto de desesperación se le ocurrió llamar a su madre, sus palabras exactas fueron: "¡Oh!, madre". Esto provocó la ira de los yihadistas del EI, que lo maniataron, lo colgaron con las manos atadas a la espalda y entonces le espetaron que no llamara a su madre, que llamara a Dios.

Les prohibieron hablar en kurdo, jugar en la zona en la que estaban retenidos, y solo les dejaban lavarse una vez a la semana.

Les obligaban a rezar cinco veces al día y tenían que seguir una doctrina religiosa radical muy severa. Si ellos se negaban, entonces llegaban las palizas, con cables, palizas en las que les golpeaban duramente las plantas de los pies, o inlcuso les metían en una especie de cámara y les golpeaban.

Tenían profesores tunecinos, jordanos, saudíes, etc. Todos ellos eran los encargados de aleccionarles y adoctrinarles en las barbaridades del Estado Islámico, de hecho les obligaban a ver vídeos de las ejecuciones y los ataques.

Si alguno de los niños recluidos se escapaba entonces les racionaban la comida y les pegaban si no conseguían aprenderse verbos del Corán. Los pequeños aseguran que los peores y más sadicos eran los guardias sirios.




Torturan a niños, esclavizan y venden a mujeres


Las mujeres son uno de los colectivos más dañados y castigados en las zonas de conflictos y el las guerras: Sudán del Sur, el Congo, Irak, Siria... El último informe del Alto Comisionado de la ONU y de la UNAMI (Misión en Irak de las Naciones Unidas) así lo refleja con unos datos escalofriantes que reflejan las injusticias a las que son sometidas las mujeres como consecuencia del avance del Estado Islámico y el salvajismo que profesa en la defensa de un sunismo radical. Cerca de 1,8 millones de iraquíes se han visto obligados a abandonar sus casas, más de 9.000 civiles han muerto y más de 17.000 han resultado heridos ante la amenaza del yihadismo radical.

Así este último informe, fechado con datos hasta el 10 de septiembre, refleja que el Estado Islámico se está cebando de manera sistemática con las mujeres: abogados, médicos, mujeres pertenecientes a las minorías yazidí y kurdas, todas ellas son el objetivo del terrorismo del EI en su área de influencia. Este informe ha sido elaborado con los testimonios de más de 500 personas que han visto con sus propios ojos la barbarie que día a día sacude a Irak, que han sido testigos de horrores inimaginables, que sufren en sus propias carnes la violencia más atroz.

Según las informaciones que baraja el documento hay datos de testigos que afirman que los terroristas del Estado Islámico han llegado a asaltar las casas de mujeres relacionadas con el mundo de la abogacía. En el caso de una la mataron sin contemplaciones, a ella y a su marido. Otro caso relata que una de las candidatas para un puesto en las pasadas elecciones generales celebradas en Irak fue secuestrada ese mismo día en su casa, en una zona residencial próxima a Mosul.