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En los próximos años el aspecto del Kremlin podría cambiar radicalmente. Seguirá siendo la residencia del jefe del Estado, pero los funcionarios lo abandonarán y será mucho más accesible a los turistas. Aparecerán nuevos itinerarios y se podrá pasear a lo largo de las murallas de la fortaleza.

Los funcionarios abandonarán el complejo y se facilitará la entrada a los turistas. Fuente: Víktor Vasenin / RG El comandante militar del Kremlin de Moscú, elteniente general teniente Serguéi Jlébnikov, contó a Rossiyskaya Gazeta que enlos próximos años la antigua fortaleza pasará de ser la ciudadela del poderruso a un museo al aire libre. “Esto irá en beneficio del conjunto monumental:habrá menos cargas de los transportes de servicio, se reducirán lasrestricciones para los turistas”, observó Jlébnikov. No obstante, el Kremlinseguirá siendo la residencia del jefe del Estado, ya que allí está toda lainfraestructura necesaria y crearla en otro lugar sería una decisión pocojuiciosa.
La principal innovación de los últimos tiemposha sido la apertura al público de la Torre del Salvador (Spásskaya, en ruso),el símbolo del Kremlin. “Para los visitantes ahora es mucho más cómodo: alentrar en el Kremlin vía la torre Kutafia, pueden ver los museos y lascatedrales, otras curiosidades, pasan a través del jardín Taynitski y luegosalen a la Plaza Roja por la puerta Spassky”, explica el general.



Una vez se haya efectuado la reconstrucción sepodrá pasear también por las murallas de la fortaleza: “Esta es la idea:convertir en zona peatonal parte de las murallas, de la torre Borovitskayahasta la torre Taynitskaia, abrirla al libre acceso. Desde allí hay unas vistasmagníficas sobre la Catedral de Cristo Salvador, Zamoskvorechie y el GranPalacio del Kremlin”.
En la actualidad visitan diariamente elKremlin entre 9.000 y 12.000 personas, lo cual ha sido posible después de laconstrucción de un nuevo complejo de entrada, donde rápidamente se puede efectuarel control de seguridad. “Se han agilizado al máximo las normas para sacarfotografías y tomar vídeos para los fotógrafos profesionales, la obtención dela autorización ha pasado a tener más bien un carácter informativo”, añade elcomandante. Además, de primavera a otoño el Kremlin abre una hora más pronto ycierra una hora más tarde.
Los grupos organizados de turistas ahorapueden visitar el campanario más alto del Kremlin: el campanario de Iván elGrande, así como visitar el Gran Palacio del Kremlin, recientemente restaurado,para ver los aposentos personales de los emperadores rusos.
Los imperturbables soldados de la guardia dehonor que aguantan estoicamente todas las muecas de los turistas ahora tendrán laposibilidad de demostrar al público su técnica. “Este año se cumplen diez añosdesde que empezamos a efectuar el relevo ceremonial de la guardia pedestre yecuestre los sábados en la Plaza de la Catedral. Hoy en día este relevo es todauna institución”, dice Jlébnikov sin ocultar su orgullo.
En el futuro estos cambios de guardia puedenser incluso más distinguidos. En este momento se está discutiendo ampliamentela demolición del edificio administrativo, construido en la década de 1930, y el restablecimiento de los monasteriosChudov y Voznesenski en el lugar.
De ser así, el Kremlin pasará a parecerse mása la residencia prerrevolucionaria de los zares que al símbolo del imperiosoviético. Sin embargo, todavía no se ha tomado la decisión definitiva sobreesta reconstrucción a gran escala, ya que la recuperación de los monasterioscambiaría de un modo demasiado drástico el aspecto actual del Kremlin. Así quepor ahora en el emplazamiento del complejo administrativo habrá un jardín, quese convertirá en parte del jardín Taynitski.