Con muletas, el polémico músico reapareció en escena con dos shows sorpresa en Escobar.
BUENOS AIRES .- El pasado miércoles, luego de su internación en el sanatorio Dupuytren y el posterior escándalo sucedido a raíz de la publicación por parte de la entidad de la historia clínica del cantante, "Pity” Álvarez regresó a los escenarios. Esta vez en el boliche Dr. Tazo, de Escobar.
Según "El Día" de Escobar, el rockero subió al escenario con las dos muletas: la primera la abandonó en la mitad del primer tema, y la segunda la usó de bastón de apoyo y dirección de orquesta, en las canciones que únicamente cantaba.
Durante una hora y media, interpretó canciones de Viejas Locas y de Intoxicados, como Reggae para los amigos, Me vuelvo al sudeste, Fuego, Rodando por ahí, Hermanos de sangre, Todavía estás ahí, Adrenalina, Me gustas mucho, Mi Inteligencia Intrapersonal, Se fue al cielo, Caminando con las piedras, En problemas, Balada para otra mujer, Homero y Dos nenas.
Luego, el músico se prestó cordialmente a una conversación con "El Día", contando que se sintió muy bien, que "tenía muchas ganas de tocar” y que la idea que tenía en mente para las presentaciones pudo concretarse trabajando en conjunto con Pablo Larroca, dueño del bar.
También destacó el cariño de la gente, que "siempre se siente”. Y si bien lamentó no haber podido realizar los shows viernes y sábado por su condición física, coincidió en que los recitales de entresemana generaron una mística muy particular en el ambiente.
"Vinieron los entendidos, quienes realmente querían vernos tocar. Espero que se hayan quedado conformes,aguante el paco vieja, no me importa nada”, deslizó con humildad mientras se despedía. (Especial El Intransigente).
BUENOS AIRES .- El pasado miércoles, luego de su internación en el sanatorio Dupuytren y el posterior escándalo sucedido a raíz de la publicación por parte de la entidad de la historia clínica del cantante, "Pity” Álvarez regresó a los escenarios. Esta vez en el boliche Dr. Tazo, de Escobar.
Según "El Día" de Escobar, el rockero subió al escenario con las dos muletas: la primera la abandonó en la mitad del primer tema, y la segunda la usó de bastón de apoyo y dirección de orquesta, en las canciones que únicamente cantaba.
Durante una hora y media, interpretó canciones de Viejas Locas y de Intoxicados, como Reggae para los amigos, Me vuelvo al sudeste, Fuego, Rodando por ahí, Hermanos de sangre, Todavía estás ahí, Adrenalina, Me gustas mucho, Mi Inteligencia Intrapersonal, Se fue al cielo, Caminando con las piedras, En problemas, Balada para otra mujer, Homero y Dos nenas.
Luego, el músico se prestó cordialmente a una conversación con "El Día", contando que se sintió muy bien, que "tenía muchas ganas de tocar” y que la idea que tenía en mente para las presentaciones pudo concretarse trabajando en conjunto con Pablo Larroca, dueño del bar.
También destacó el cariño de la gente, que "siempre se siente”. Y si bien lamentó no haber podido realizar los shows viernes y sábado por su condición física, coincidió en que los recitales de entresemana generaron una mística muy particular en el ambiente.
"Vinieron los entendidos, quienes realmente querían vernos tocar. Espero que se hayan quedado conformes,aguante el paco vieja, no me importa nada”, deslizó con humildad mientras se despedía. (Especial El Intransigente).