(AFP) Un pan dulce (pan de Navidad) gigante, de unos 1.200 kilogramos de peso, fue elaborado por un grupo de 30 mujeres en una pequeña localidad de la provincia argentina de Salta (norte), para ser repartido en 2.500 porciones y celebrar la Nochebuena con toda la comunidad.
Para lograr el producto gastronómico se emplearon siete bolsas de harina, mil huevos, 15 litros de aceite, 100 kg de margarina, 100 kg de frutas escarchadas, 59 kg de pasas, 39 kilos de nueces y 200 kilos de azúcar y miel.
La iniciativa se repite desde hace seis años, cuando surgió la idea entre un grupo de trabajadores de una guardería municipal de la localidad salteña de El Carril, de unos 10.000 habitantes y ubicada a unos 35 km al sur de la capital provincial.
"No pretendemos ser los autores de un récord. Nuestra intención es acercar a las familias a través de la bendición de este pan. A medida que pasan los años este acto se convirtió en una tradición del pueblo", resaltó la directora de la guardería municipal 'La Sagrada Familia en acción', Patricia Barboza. Agregó que "además del pan, compartimos el espectáculo del pesebre viviente y los villancicos, el árbol navideño instalado en la plaza, los chicos cantando en cada rincón" y aseguró que desde entonces "la Nochebuena se comenzó a vivir en el pueblo".
Para lograr el producto gastronómico se emplearon siete bolsas de harina, mil huevos, 15 litros de aceite, 100 kg de margarina, 100 kg de frutas escarchadas, 59 kg de pasas, 39 kilos de nueces y 200 kilos de azúcar y miel.
La iniciativa se repite desde hace seis años, cuando surgió la idea entre un grupo de trabajadores de una guardería municipal de la localidad salteña de El Carril, de unos 10.000 habitantes y ubicada a unos 35 km al sur de la capital provincial.
"No pretendemos ser los autores de un récord. Nuestra intención es acercar a las familias a través de la bendición de este pan. A medida que pasan los años este acto se convirtió en una tradición del pueblo", resaltó la directora de la guardería municipal 'La Sagrada Familia en acción', Patricia Barboza. Agregó que "además del pan, compartimos el espectáculo del pesebre viviente y los villancicos, el árbol navideño instalado en la plaza, los chicos cantando en cada rincón" y aseguró que desde entonces "la Nochebuena se comenzó a vivir en el pueblo".