TEATRO: DIEGO CAPUSOTTO Y FABIO ALBERTI. EL HUMOR, DE LA MANO DEL ABSURDO
EL DÚO CÓMICO DE "UNA NOCHE EN CARLOS PAZ" ESTÁ OTRA VEZ DE ESTRENO. TITULARON LA NUEVA OBRA "QUÉ NOCHE, BARILOCHE".
SIGUEN EN LA MISMA: ELLOS SE MUEVEN CON FACILIDAD Y SOLTURA EN EL DELIRIO
Ver un show o un programa de Diego Capusotto y Fabio Alberti puede ser desopilante. Hacerles una entrevista, también. Ahora, transcribir ese clima delirante, es una tarea ardua. Sin ningún tipo de temor al ridículo, no dejan pasar una. Y no hacen más que demostrar que sus propuestas son una extensión de dos personalidades siempre al borde, de la risa, la sorpresa o la nada.
Vayamos al grano, ¿de qué se trata el nuevo show?
Capusotto: Es un show con mucho color, primario. Con tanto color que por momentos nos tapa. Una continuidad de lo que fue Una noche en Carlos Paz con personajes nuevos, un poco de todo.
Alberti: Pero lo mejor son las novedades: la bailarina, Aylén, que es una mezcla de Laura Fidalgo y Nélida Roca. Y una producción de Guido Naya, impresionante. En los primeros 40 segundos está la mitad del presupuesto.
Capusotto: No queremos develar nada porque las velas se apagan rápido...
Vuelven a la fórmula que funciona hace mucho.
Alberti:. Sí, pero ahora es H2O, sabor durazno.
Capusotto:. Te digo, a mí, gracias que me funciona el Renault 9 cuando lo prendo.
¿Cómo hacen para no repetirse, sabiendo que hay personajes que la gente siempre pide?
Capusotto: Bueno, hay personajes que vienen de un ámbito televisivo que la gente conoce pero no es lo mismo hacerlos en otro ámbito como el teatro. Siempre buscamos otra vuelta...
Alberti: Yo descubrí ahora que la gente viene a buscar siempre los mismos personajes. Yo me mandé dos años haciendo otra cosa para que la gente me pregunte por Peperino o Boluda total. Se ve que la gente quiere ver eso.
Capusotto; De todos modos, el espectáculo tiene un leit motiv que es una excusa para que cualquier personaje aparezca.
¿Tienen ganas de volver a la televisión?
Capusotto: No estar en televisión también es una elección nuestra. La tele no está tan agradable para hacer algo hoy aunque no nos molestaría trabajar en cable.
Alberti: Yo sin laburar en la tele, estoy fenómeno. Hoy la miro como espectador.
¿Les gusta la televisión actual?
Capusotto: Si encuentro a Mr. Bean, mejor. Pero no tengo esa visión del que estuvo en la tele y es más crítico. Siempre hay cosas interesantes. De hecho lo que hicimos nosotros tiene referencias a cosas que hubo en la televisión que nosotros veíamos de chico. Los hermanos Marx, siempre hacen lo mismo, pero me gusta. Tiene que ver con un espíritu y con ese espíritu inventan historias, que de eso se trata.
¿Hay sucesores de su estilo?
Capusotto: De la misma manera que nosotros hicimos cosas sobre lo que nos gustaba, debe haber gente que sigue un poco nuestro estilo. Tampoco voy a pensar que nosotros inventamos un lenguaje. Pero pudimos hacer algo distinto porque se dio un momento "histórico" y en un medio que no suele abrirse a lo nuevo.
Alberti: La tele cambia y los tiempos no son los mismos. En los 2000 debe ser el tiempo de los reality shows. Hoy por hoy, tenés que dormir mientras los demás bailan, (así es Bailando por un sueño, ¿no?). Pero ojalá que los que vengan hagan otra cosa, no lo que hacíamos nosotros. Eso es lo que falta, gente que haga algo nuevo, no que miren para afuera.
Capusotto: Igual uno nunca sabe si lo que hace es novedoso o no. Lo que pasa es que ahora en televisión todo es un producto. Y un programa es lo mismo que una caja de galletitas, tiene que saber bien, gustar. Si no, no funciona. Nosotros aparecimos en un momento en que Canal 2 no tenía programación.
Alberti: Y no hacíamos televisión en vivo. Hoy, lo del minuto a minuto, es para el vivo.
Lo que le pasó a Alfredo Casero, con su programa "A todo culorr", que duró sólo una emisión, ¿es parte de esa realidad?
Capusotto: Sí, es parte de esta lógica, pero es mi opinión personal.
Alberti: Como el mismo Alfredo dijo, la tele es centrípeta. El, pobre, debe haber trabajado mucho, con expectativas pero un día, si quieren, te revolean.
¿Les interesaría hacer personajes dramáticos?
Capusotto: Me gusta más hacer reír, es más gratificante. Con otro tipo de propuestas me tengo que sentir cómodo. Me gusta formar parte de algo que tenga algún tipo de intensidad, preferentemente con el humor porque creo que está relacionado con la nobleza.
Alberti: De mis personajes, yo me identifico con Manuk, que es un monstruo, un enfermo. Yo lo entiendo. En general me interesan los personajes más contrahechos.
Tal vez, lo más curioso de esta dupla es que son dos personas tan parecidas y tan distintas, a la vez. Lo que es seguro es que detestan las definiciones, sobre todo si tienen que ver con lo que hacen.
Alguna vez dijeron que el humor es burla. ¿Podrían ampliar esto?
Capusotto: Todo se explica cuando se da la acción, en el escenario. Se habla del absurdo, y lógico, el humor pone un mundo paralelo al que uno vive todos los días, en ese sentido es burla, sorpresa. Como chicos que somos a veces, no dejamos de burlarnos también de lo que padecemos, con la mirada de un tipo que convive con el dolor. Es otra manera de mirar la vida.
Cuando se les pregunta por proyectos, apuestan a todo. "Me encantaría conducir el minuto a minuto. Y cobrar por minuto, obviamente" —dice Capusotto— y que Dios me siga mandando señales, que la última no la escuché bien". ¿Y Alberti?: "Me gustaría tener mi propio blog porque después del minuto a minuto se viene el blog a blog. Y hay que adelantarse".
Por Sandra Commisso
La fórmula sigue en pie
"Qué noche Bariloche!" es la segunda apuesta teatral del grupo de "Todo x 2 pesos". La dupla se divierte y divierte.
Ni ellos, que cultivan el despropósito y el descaro, parecían quedar a salvo de los campos minados que rodean todo estreno teatral. En los inicios de la primera función de Qué noche Bariloche! se producían ciertos desajustes, algunos tropiezos, pero ocurría algo de verdad curioso en el escenario y la platea del Lorange. A partir de ese humor que Diego Capusotto y Fabio Alberti han sabido patentar con distinción y firma propia en el medio, los baches parecían formar parte del espectáculo. Hasta quedaban bien.
Y esto es lo mejor que puede deducirse del humor que genera esta dupla forjada en los ochenta en los ámbitos más errantes del off porteño y que después supo hacer pie sin perder criterio propio en la televisión con el ciclo Todo x 2 pesos. En el universo Capusutto/Alberti conviven el absurdo, el guiño político, la parodia, el humor ingenuo y el dudoso gusto: la única cuestión parece ser que ellos, ahí arriba, la pasen bien. Parecen saber, a esta altura, que si eso sucede, habrá respuesta del otro lado.
Los inicios, decíamos, de Qué noche Bariloche! parecieron en exceso desprolijos, pero después se fue ordenando la noche: Ricardo Ascona —un cantautor que hace honor a su apellido— despegó el show y algunos videos muy bien pensados y producidos resultaron notables. Entre otros, es justo apuntar aquí a la dupla de cantantes pop Eva y Evo, el documental sobre la caída de Perón en el 55 y a Gardel cantando a Queen.
El Hombre Bobo, el mago Silvio Kristal y una dupla de actores surgidos de un psiquiátrico, resultaron aquellos espacios en que la dupla no encontraba el tono. Un ave en extinción, agobiado por la calentura y el desamor, resultó atractivo pero el cuadro pareció excedido en el tiempo. Lo mejor del estreno fue la ambientación de época del imperio que desde Roma llegó a dominar el mundo: Miguelito Romano y Gerardo Romano se envolvieron, con gracia, en los vericuetos del poder trágico: fue muy lograda la interpretación de ambos en ese cuadro.
Para el final, en un espectáculo donde se percibió el trabajo de la dirección de Néstor Montalbano y la producción artística de Pedro Saborido —el cuarteto del ciclo televisivo y de la obra Una noche en Carlos Paz— quedaron los personajes clásicos. Boluda Total, Irma Jusid y Peperino Pomoro regresaron de la mejor forma y con guiones sólidos. El monólogo de Capusotto como Irma Jusid tuvo ritmo y clima de jolgorio.
Repuestos de los malentendidos del inicio, de frack y acompañados por Germán Navetta, Julio César y Aylen Ferrari ——la única con cierta normalidad del grupo— Capusotto y Alberti se retiraron tras casi dos horas de show: con la camiseta húmeda y la ovación de una hinchada que no los abandona.
http://www.quenochebariloche.com/
Ficha
Qué noche Bariloche
INTERPRETES DIEGO CAPUSOTTO, FABIO ALBERTI Y ELENCO DIRECTOR GENERAL NESTOR MONTALBANO PRODUCCION ARTISTICA PEDRO SABORIDO VESTUARIO PEPE Y MERCEDES URIA TEATRO LORANGE, CORRIENTES 1372
Fuente: diario "Clarín"
Más información: www.clarin.com
EL DÚO CÓMICO DE "UNA NOCHE EN CARLOS PAZ" ESTÁ OTRA VEZ DE ESTRENO. TITULARON LA NUEVA OBRA "QUÉ NOCHE, BARILOCHE".
SIGUEN EN LA MISMA: ELLOS SE MUEVEN CON FACILIDAD Y SOLTURA EN EL DELIRIO

Ver un show o un programa de Diego Capusotto y Fabio Alberti puede ser desopilante. Hacerles una entrevista, también. Ahora, transcribir ese clima delirante, es una tarea ardua. Sin ningún tipo de temor al ridículo, no dejan pasar una. Y no hacen más que demostrar que sus propuestas son una extensión de dos personalidades siempre al borde, de la risa, la sorpresa o la nada.
Vayamos al grano, ¿de qué se trata el nuevo show?
Capusotto: Es un show con mucho color, primario. Con tanto color que por momentos nos tapa. Una continuidad de lo que fue Una noche en Carlos Paz con personajes nuevos, un poco de todo.
Alberti: Pero lo mejor son las novedades: la bailarina, Aylén, que es una mezcla de Laura Fidalgo y Nélida Roca. Y una producción de Guido Naya, impresionante. En los primeros 40 segundos está la mitad del presupuesto.
Capusotto: No queremos develar nada porque las velas se apagan rápido...
Vuelven a la fórmula que funciona hace mucho.
Alberti:. Sí, pero ahora es H2O, sabor durazno.
Capusotto:. Te digo, a mí, gracias que me funciona el Renault 9 cuando lo prendo.
¿Cómo hacen para no repetirse, sabiendo que hay personajes que la gente siempre pide?
Capusotto: Bueno, hay personajes que vienen de un ámbito televisivo que la gente conoce pero no es lo mismo hacerlos en otro ámbito como el teatro. Siempre buscamos otra vuelta...
Alberti: Yo descubrí ahora que la gente viene a buscar siempre los mismos personajes. Yo me mandé dos años haciendo otra cosa para que la gente me pregunte por Peperino o Boluda total. Se ve que la gente quiere ver eso.
Capusotto; De todos modos, el espectáculo tiene un leit motiv que es una excusa para que cualquier personaje aparezca.
¿Tienen ganas de volver a la televisión?
Capusotto: No estar en televisión también es una elección nuestra. La tele no está tan agradable para hacer algo hoy aunque no nos molestaría trabajar en cable.
Alberti: Yo sin laburar en la tele, estoy fenómeno. Hoy la miro como espectador.
¿Les gusta la televisión actual?
Capusotto: Si encuentro a Mr. Bean, mejor. Pero no tengo esa visión del que estuvo en la tele y es más crítico. Siempre hay cosas interesantes. De hecho lo que hicimos nosotros tiene referencias a cosas que hubo en la televisión que nosotros veíamos de chico. Los hermanos Marx, siempre hacen lo mismo, pero me gusta. Tiene que ver con un espíritu y con ese espíritu inventan historias, que de eso se trata.
¿Hay sucesores de su estilo?
Capusotto: De la misma manera que nosotros hicimos cosas sobre lo que nos gustaba, debe haber gente que sigue un poco nuestro estilo. Tampoco voy a pensar que nosotros inventamos un lenguaje. Pero pudimos hacer algo distinto porque se dio un momento "histórico" y en un medio que no suele abrirse a lo nuevo.
Alberti: La tele cambia y los tiempos no son los mismos. En los 2000 debe ser el tiempo de los reality shows. Hoy por hoy, tenés que dormir mientras los demás bailan, (así es Bailando por un sueño, ¿no?). Pero ojalá que los que vengan hagan otra cosa, no lo que hacíamos nosotros. Eso es lo que falta, gente que haga algo nuevo, no que miren para afuera.

Capusotto: Igual uno nunca sabe si lo que hace es novedoso o no. Lo que pasa es que ahora en televisión todo es un producto. Y un programa es lo mismo que una caja de galletitas, tiene que saber bien, gustar. Si no, no funciona. Nosotros aparecimos en un momento en que Canal 2 no tenía programación.
Alberti: Y no hacíamos televisión en vivo. Hoy, lo del minuto a minuto, es para el vivo.
Lo que le pasó a Alfredo Casero, con su programa "A todo culorr", que duró sólo una emisión, ¿es parte de esa realidad?
Capusotto: Sí, es parte de esta lógica, pero es mi opinión personal.
Alberti: Como el mismo Alfredo dijo, la tele es centrípeta. El, pobre, debe haber trabajado mucho, con expectativas pero un día, si quieren, te revolean.
¿Les interesaría hacer personajes dramáticos?
Capusotto: Me gusta más hacer reír, es más gratificante. Con otro tipo de propuestas me tengo que sentir cómodo. Me gusta formar parte de algo que tenga algún tipo de intensidad, preferentemente con el humor porque creo que está relacionado con la nobleza.
Alberti: De mis personajes, yo me identifico con Manuk, que es un monstruo, un enfermo. Yo lo entiendo. En general me interesan los personajes más contrahechos.
Tal vez, lo más curioso de esta dupla es que son dos personas tan parecidas y tan distintas, a la vez. Lo que es seguro es que detestan las definiciones, sobre todo si tienen que ver con lo que hacen.
Alguna vez dijeron que el humor es burla. ¿Podrían ampliar esto?
Capusotto: Todo se explica cuando se da la acción, en el escenario. Se habla del absurdo, y lógico, el humor pone un mundo paralelo al que uno vive todos los días, en ese sentido es burla, sorpresa. Como chicos que somos a veces, no dejamos de burlarnos también de lo que padecemos, con la mirada de un tipo que convive con el dolor. Es otra manera de mirar la vida.
Cuando se les pregunta por proyectos, apuestan a todo. "Me encantaría conducir el minuto a minuto. Y cobrar por minuto, obviamente" —dice Capusotto— y que Dios me siga mandando señales, que la última no la escuché bien". ¿Y Alberti?: "Me gustaría tener mi propio blog porque después del minuto a minuto se viene el blog a blog. Y hay que adelantarse".
Por Sandra Commisso
La fórmula sigue en pie
"Qué noche Bariloche!" es la segunda apuesta teatral del grupo de "Todo x 2 pesos". La dupla se divierte y divierte.
Ni ellos, que cultivan el despropósito y el descaro, parecían quedar a salvo de los campos minados que rodean todo estreno teatral. En los inicios de la primera función de Qué noche Bariloche! se producían ciertos desajustes, algunos tropiezos, pero ocurría algo de verdad curioso en el escenario y la platea del Lorange. A partir de ese humor que Diego Capusotto y Fabio Alberti han sabido patentar con distinción y firma propia en el medio, los baches parecían formar parte del espectáculo. Hasta quedaban bien.
Y esto es lo mejor que puede deducirse del humor que genera esta dupla forjada en los ochenta en los ámbitos más errantes del off porteño y que después supo hacer pie sin perder criterio propio en la televisión con el ciclo Todo x 2 pesos. En el universo Capusutto/Alberti conviven el absurdo, el guiño político, la parodia, el humor ingenuo y el dudoso gusto: la única cuestión parece ser que ellos, ahí arriba, la pasen bien. Parecen saber, a esta altura, que si eso sucede, habrá respuesta del otro lado.
Los inicios, decíamos, de Qué noche Bariloche! parecieron en exceso desprolijos, pero después se fue ordenando la noche: Ricardo Ascona —un cantautor que hace honor a su apellido— despegó el show y algunos videos muy bien pensados y producidos resultaron notables. Entre otros, es justo apuntar aquí a la dupla de cantantes pop Eva y Evo, el documental sobre la caída de Perón en el 55 y a Gardel cantando a Queen.
El Hombre Bobo, el mago Silvio Kristal y una dupla de actores surgidos de un psiquiátrico, resultaron aquellos espacios en que la dupla no encontraba el tono. Un ave en extinción, agobiado por la calentura y el desamor, resultó atractivo pero el cuadro pareció excedido en el tiempo. Lo mejor del estreno fue la ambientación de época del imperio que desde Roma llegó a dominar el mundo: Miguelito Romano y Gerardo Romano se envolvieron, con gracia, en los vericuetos del poder trágico: fue muy lograda la interpretación de ambos en ese cuadro.
Para el final, en un espectáculo donde se percibió el trabajo de la dirección de Néstor Montalbano y la producción artística de Pedro Saborido —el cuarteto del ciclo televisivo y de la obra Una noche en Carlos Paz— quedaron los personajes clásicos. Boluda Total, Irma Jusid y Peperino Pomoro regresaron de la mejor forma y con guiones sólidos. El monólogo de Capusotto como Irma Jusid tuvo ritmo y clima de jolgorio.
Repuestos de los malentendidos del inicio, de frack y acompañados por Germán Navetta, Julio César y Aylen Ferrari ——la única con cierta normalidad del grupo— Capusotto y Alberti se retiraron tras casi dos horas de show: con la camiseta húmeda y la ovación de una hinchada que no los abandona.

http://www.quenochebariloche.com/
Ficha
Qué noche Bariloche
INTERPRETES DIEGO CAPUSOTTO, FABIO ALBERTI Y ELENCO DIRECTOR GENERAL NESTOR MONTALBANO PRODUCCION ARTISTICA PEDRO SABORIDO VESTUARIO PEPE Y MERCEDES URIA TEATRO LORANGE, CORRIENTES 1372
Fuente: diario "Clarín"
Más información: www.clarin.com