
Monterrey.- El remordimiento de conciencia finalmente llevó a Jonathan Villarreal Rodríguez, de 30 años, a confesar el sitio donde se encontraba el cuerpo de su joven pareja, Perla Rocío García Luna, de 24, a quien asesinó la madrugada del pasado 7 de Septiembre, tras discutir en su casa en El Carmen, Nuevo León.
A pesar de ser sometido a una serie de interrogatorios, el obrero, quien tenía un par de años de haber regresado de trabajar en Estados Unidos, negó el crimen, pero tras huir para refugiarse en Guanajuato, finalmente decidió entregarse a las autoridades en ese estado.
Tras ser puesto en manos de agentes ministeriales, el hombre confesó que tras discutir con la joven madre, la estranguló, para finalmente llevar su cuerpo hasta una brecha cercana a la Carretera a Colombia en la zona conocida como Poblado Mamulique, donde calcinó el cuerpo de Perla Rocío, para finalmente sepultarla, dejando solo en su casa al bebé, de apenas 6 meses de nacido.
Por varios días, la búsqueda del cuerpo se extendió hasta que la tarde del sábado finalmente encontraron los restos de la mujer desaparecida, que años atrás ya había sido víctima de violencia a manos del hombre que ya se encuentra bajo arraigo por el homicidio.
Familiares de la joven, permanecían con la esperanza de volver con vida a la joven mujer, que siempre fue reservada y con pocas amistades debido a que fue el propio hombre quien la alejó de su círculo de amistades.
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