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Muy golpeado por la reprimenda pública de Cristina, el titular del BCRA habría presentado su renuncia al cargo.
Juan Carlos Fábrega habría presentado hoy su renuncia a la presidencia del Banco Central luego de haber sido maltratado en público por Cristina Kirchner, en un discurso en el que lo acusó de falta de controles a los bancos, además de filtrarle información.

Fábrega tenía poco margen de maniobra desde hace meses debido a la fuerte presión que venía ejerciendo Axel Kicillof para desplazarlo del Central y poner en su lugar a un hombre de confianza. De esa forma, el ministro logró eliminar el último escollo de racionalidad que quedaba en el manejo económico del Gobierno, algo que venía intentado pero Cristina no terminaba de habilitar.

El banquero la pasó mal anoche cuando Cristina lo castigó duramente, como pocas veces lo había hecho con algún otro funcionario. Inmutable, Fábrega escuchó en primera fila como la Presidenta acusaba al Central de filtrar información a los bancos y protegerlos de con más de 80 mil expedientes trabados. La trasmisión oficial se encargó de mostrarlo como para que quedara claro quién era el destinatario.

Pero además del reto público, Fábrega se sintió traicionado porque los funcionarios más cercanos a Cristina estuvieron llamándolo durante todo el día y le insistieron para que vaya al acto de la Casa Rosada, obviamente sin anticiparle lo que se venía.

“Es por eso que el ex titular del Banco Nación vivió el acto de ayer como un trampa, como una emboscada que le preparó Axel Kicillof para someterlo a un escarnio público y que se vea obligado a dar un paso al costado”.

Los desmanejos del Gobierno no sólo sorprendieron a Fábrega sino también a los banqueros que horas antes del acto se habían reunido con Kicillof y su entorno. Los funcionarios les pidieron que suscriban el bono que lanzó Economía la semana pasada, y por la noche también sufrieron la reprimenda presidencial.

Los funcionarios económicos también le dijeron a los banqueros que necesitaban ayuda para controlar el creciente mercado del “contado con liqui”, y también por este tema fueron acusados por Cristina, que dio precisos detalles sobre los movimientos de algunas entidades.