Francisco podría ser 'un desastre' para la Iglesia, gana popularidad igual que Barack Obama en 2008, y como el presidente de EU, parece encaminar a la iglesia católica rumbo a desastre, de acuerdo con el columnista Adam Shaw.
CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 27, 2013.- En Estados Unidos, legisladores republicanos se suman a las críticas contra la postura liberal del Papa Francisco al asegurar que está muy a la izquierda en términos económicos.
Hace unas semanas, el reconocido comentarista radiofónico estadunidense Rush Limbaugh calificó al pontífice como marxista y ahora se sumaron a él legisladores republicanos, incluyendo a Peter King, John Mccain y Paul Ryan, Quienes Aseguraron Que Francisco estaba muy a la izquierda en términos de mercado.
Un golpe más lo dio la cadena Fox News, que definió al argentino como el Obama de la iglesia católica.
De acuerdo con un texto de Adam Shaw, columnista de Fox News, el papa Francisco gana popularidad de una manera comparable a la forma como el mundo recibió a Barack Obama en 2008. Y justo como el presidente Obama ha decepcionado a los estadounidenses, el papa se aproxima a ser un desastre para la Iglesia Católica.
De acuerdo con Shaw, en el artículo “El papa Francisco es el Obama de la Iglesia Católica. Dios nos ayude”, los católicos sospechan de que los bastiones anticatólicos que militan en la izquierda simpaticen con el líder de la Iglesia Católica Romana.
Para el columnista, la “compasión” y “humildad” de Francisco tienen mucho que ver en la impresión que deja, “pero besar bebés y abrazar enfermos no es algo nuevo. Cada papa ha hecho lo mismo, sólo que ahora los medios de comunicación están poniendo atención”. Benedicto XVI y Juan Pablo Segundo se negaron a doblegarse a la agenda liberal, por lo que tales manifestaciones de ternura eran ocultadas.
Pero Francisco marca una retirada para la Iglesia Católica y quiere asegurarse de que sus controversiales doctrinas sean susurradas, no gritadas, por lo que no es de extrañar que The New York Times lo adore.
De la misma manera que Obama adora disculparse por Estados Unidos, el papa Francisco gusta de disculparse por la Iglesia Católica, creyendo que la iglesia es mejor cuando permanece pasiva y no ofende la sensibilidad de nadie.
En sus entrevistas con estos medios de comunicación que simpatizan con la izquierda, Francisco intenta impresionar argumentando que la Iglesia necesita dejar de obsesionarse con el aborto y con el matrimonio entre homosexuales, en lugar de intentar la conversión de la gente, afirma el editor de noticias. “Necesitamos conocernos entre nosotros, escucharnos entre nosotros y mejorar nuestro conocimiento del mundo que nos rodea.”
Ese enfoque de mano blanda, evitando hacer un escándalo, ha sido empleado en el pasado y falló. El Concilio Vaticano Segundo, de 1960, clamaba por tener las ventanas de la Iglesia abiertas al mundo moderno haciendo exactamente lo que hoy hace Francisco, asevera Shaw.
El resultado fue que se vaciaron los conventos y los seminarios, la asistencia a los templos cayó y disminuyó considerablemente la adhesión a la doctrina cristiana.
Juan Pablo Segundo y Benedicto XVI trabajaron duro para revertir esa tendencia, pero Francisco desea que regresen esos malos tiempos.
Una prueba son las declaraciones de Francisco en torno de temas controversiales y su convencimiento de que se regresará al equilibrio sólo por hablar menos de ellos. Tal parece que no se da cuenta de cómo toma la prensa de izquierda sus palabras y eso es de una ingenuidad aterradora.
Además, sus comentarios no reflejan la realidad.
Por años, la mayoría de los sacerdotes oficiantes no tocan temas controvertidos en sus sermones por temor a recibir furiosas cartas de los católicos trasnochados. La mayoría de los feligreses, en consecuencia, no han escuchado los argumentos de sus pastores sobre esos temas espinosos; es decir, el uso de los anticonceptivos se toca apenas un poco menos entre los católicos que entre la población en general, y el apoyo a los matrimonios gay en realidad es mayor entre los católicos que en la población general. Tal vez hablar menos de ello no es la respuesta.
Al tratar de complacer a los medios de comunicación y el mundo moderno, los errores de Francisco se disfrazan de respeto. Igual que Obama pensó que había ganado más que Putin al prometer un borrón y cuenta nueva, Francisco piensa que al vacuamente por los pobres, será respetado. Pero se equivoca. Recientemente el papa preguntó por qué los medios de comunicación informan insistentemente cuando cae el mercado de valores, pero no cuando muere un anciano. Si un líder pregunta por qué los diarios no son una larga lista de obituarios, uno sabe que es el tipo equivocado, afirma Adam Shaw.
¿Qué efecto está teniendo realmente Francisco? Muchos están desencantados por la llegada del cardenal argentino al liderazgo de la Iglesia Católica Romana. De acuerdo con Shaw, un estudio reciente del Pew Research Center mostró que en Estados Unidos, el número de personas que se identifican como católicos ha disminuido. La lección parece ser que frotar el ego de los izquierdistas que odian a la Iglesia no hace más católicos, sólo hace que la Iglesia sea menos respetada.
Francisco no sólo complace a los enemigos y a los traficantes profesionales de quejas, sino que ataca a sus aliados. Así como Obama rechaza a Gran Bretaña e Israel, el papa manotea a los católicos practicantes.
Así que no sólo ha ofendido y dañado gravemente la labor de los grupos pro-vida y pro- matrimonio con sus comentarios, también ha pasado al ataque, desacreditando a los católicos que asisten a los ritos mayores, que cataloga como "ideologización" y acusándolos de "explotación". Aparentemente no aplica el "¿quién soy yo para juzgar?"
En asuntos mundiales, las declaraciones de Francisco son vergonzosas. Sobre el comunismo, una ideología destructiva que masacró a millones de católicos, dijo que "aprender de ello a través de una persona valiente y honesta, fue útil. Me di cuenta de un aspecto de la vida social, que a su vez encontré en la doctrina social de la Iglesia".
En palabras poco amables para el libre mercado, en su reciente exhortación apostólica golpeó al capitalismo sin restricciones, que calificó de "nueva tiranía".
Aparte del hecho de que no hay ningún país importante que practique el capitalismo sin restricciones, porque igual que a Obama, a Francisco le gusta atacar a los hombres de paja, hay más tiranía real en pozos negros socialistas que en los lugares donde el capitalismo es predominante, afirma el columnista de Fox News.
En el mismo documento en el que rechaza el libre mercado, pide a los gobiernos que reformen los sistemas financieros para atacar la desigualdad. Al hacerlo, se muestra a sí mismo dolorosamente equivocado en materia de economía, porque no puede ver que los mercados libres han apoyado constantemente a la gente para salir de la pobreza, mientras que el socialismo sólo les afianza en ella, o los mata directamente.
Al igual que Obama, declara Adam Shaw, Francisco es incapaz de ver los problemas que realmente ponen en peligro a su pueblo. Como Obama, el pontífice confunde a los fieles con el enemigo, al enemigo con su amigo, la condescendencia con respeto, al socialismo con justicia y al capitalismo con tiranía.
Adam Shaw se dice católico y declara que, en su fe, desea que el papado de Francisco sea un éxito, “pero desde sus primeros meses parece empeñado en un camino para deshacer el gran trabajo de Benedicto XVI y Juan Pablo II, y para repetir errores críticos del pasado”.
(El texto original de Adam Shaw fue publicado en inglés en el portal de Fox News, con el título Pope Francis is the Catholic Church’s Obama – God help us)
TFO.
CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 27, 2013.- En Estados Unidos, legisladores republicanos se suman a las críticas contra la postura liberal del Papa Francisco al asegurar que está muy a la izquierda en términos económicos.

Hace unas semanas, el reconocido comentarista radiofónico estadunidense Rush Limbaugh calificó al pontífice como marxista y ahora se sumaron a él legisladores republicanos, incluyendo a Peter King, John Mccain y Paul Ryan, Quienes Aseguraron Que Francisco estaba muy a la izquierda en términos de mercado.
Un golpe más lo dio la cadena Fox News, que definió al argentino como el Obama de la iglesia católica.
De acuerdo con un texto de Adam Shaw, columnista de Fox News, el papa Francisco gana popularidad de una manera comparable a la forma como el mundo recibió a Barack Obama en 2008. Y justo como el presidente Obama ha decepcionado a los estadounidenses, el papa se aproxima a ser un desastre para la Iglesia Católica.
De acuerdo con Shaw, en el artículo “El papa Francisco es el Obama de la Iglesia Católica. Dios nos ayude”, los católicos sospechan de que los bastiones anticatólicos que militan en la izquierda simpaticen con el líder de la Iglesia Católica Romana.
Para el columnista, la “compasión” y “humildad” de Francisco tienen mucho que ver en la impresión que deja, “pero besar bebés y abrazar enfermos no es algo nuevo. Cada papa ha hecho lo mismo, sólo que ahora los medios de comunicación están poniendo atención”. Benedicto XVI y Juan Pablo Segundo se negaron a doblegarse a la agenda liberal, por lo que tales manifestaciones de ternura eran ocultadas.
Pero Francisco marca una retirada para la Iglesia Católica y quiere asegurarse de que sus controversiales doctrinas sean susurradas, no gritadas, por lo que no es de extrañar que The New York Times lo adore.
De la misma manera que Obama adora disculparse por Estados Unidos, el papa Francisco gusta de disculparse por la Iglesia Católica, creyendo que la iglesia es mejor cuando permanece pasiva y no ofende la sensibilidad de nadie.
En sus entrevistas con estos medios de comunicación que simpatizan con la izquierda, Francisco intenta impresionar argumentando que la Iglesia necesita dejar de obsesionarse con el aborto y con el matrimonio entre homosexuales, en lugar de intentar la conversión de la gente, afirma el editor de noticias. “Necesitamos conocernos entre nosotros, escucharnos entre nosotros y mejorar nuestro conocimiento del mundo que nos rodea.”
Ese enfoque de mano blanda, evitando hacer un escándalo, ha sido empleado en el pasado y falló. El Concilio Vaticano Segundo, de 1960, clamaba por tener las ventanas de la Iglesia abiertas al mundo moderno haciendo exactamente lo que hoy hace Francisco, asevera Shaw.
El resultado fue que se vaciaron los conventos y los seminarios, la asistencia a los templos cayó y disminuyó considerablemente la adhesión a la doctrina cristiana.
Juan Pablo Segundo y Benedicto XVI trabajaron duro para revertir esa tendencia, pero Francisco desea que regresen esos malos tiempos.


Una prueba son las declaraciones de Francisco en torno de temas controversiales y su convencimiento de que se regresará al equilibrio sólo por hablar menos de ellos. Tal parece que no se da cuenta de cómo toma la prensa de izquierda sus palabras y eso es de una ingenuidad aterradora.
Además, sus comentarios no reflejan la realidad.
Por años, la mayoría de los sacerdotes oficiantes no tocan temas controvertidos en sus sermones por temor a recibir furiosas cartas de los católicos trasnochados. La mayoría de los feligreses, en consecuencia, no han escuchado los argumentos de sus pastores sobre esos temas espinosos; es decir, el uso de los anticonceptivos se toca apenas un poco menos entre los católicos que entre la población en general, y el apoyo a los matrimonios gay en realidad es mayor entre los católicos que en la población general. Tal vez hablar menos de ello no es la respuesta.
Al tratar de complacer a los medios de comunicación y el mundo moderno, los errores de Francisco se disfrazan de respeto. Igual que Obama pensó que había ganado más que Putin al prometer un borrón y cuenta nueva, Francisco piensa que al vacuamente por los pobres, será respetado. Pero se equivoca. Recientemente el papa preguntó por qué los medios de comunicación informan insistentemente cuando cae el mercado de valores, pero no cuando muere un anciano. Si un líder pregunta por qué los diarios no son una larga lista de obituarios, uno sabe que es el tipo equivocado, afirma Adam Shaw.
¿Qué efecto está teniendo realmente Francisco? Muchos están desencantados por la llegada del cardenal argentino al liderazgo de la Iglesia Católica Romana. De acuerdo con Shaw, un estudio reciente del Pew Research Center mostró que en Estados Unidos, el número de personas que se identifican como católicos ha disminuido. La lección parece ser que frotar el ego de los izquierdistas que odian a la Iglesia no hace más católicos, sólo hace que la Iglesia sea menos respetada.
Francisco no sólo complace a los enemigos y a los traficantes profesionales de quejas, sino que ataca a sus aliados. Así como Obama rechaza a Gran Bretaña e Israel, el papa manotea a los católicos practicantes.

Así que no sólo ha ofendido y dañado gravemente la labor de los grupos pro-vida y pro- matrimonio con sus comentarios, también ha pasado al ataque, desacreditando a los católicos que asisten a los ritos mayores, que cataloga como "ideologización" y acusándolos de "explotación". Aparentemente no aplica el "¿quién soy yo para juzgar?"
En asuntos mundiales, las declaraciones de Francisco son vergonzosas. Sobre el comunismo, una ideología destructiva que masacró a millones de católicos, dijo que "aprender de ello a través de una persona valiente y honesta, fue útil. Me di cuenta de un aspecto de la vida social, que a su vez encontré en la doctrina social de la Iglesia".
En palabras poco amables para el libre mercado, en su reciente exhortación apostólica golpeó al capitalismo sin restricciones, que calificó de "nueva tiranía".
Aparte del hecho de que no hay ningún país importante que practique el capitalismo sin restricciones, porque igual que a Obama, a Francisco le gusta atacar a los hombres de paja, hay más tiranía real en pozos negros socialistas que en los lugares donde el capitalismo es predominante, afirma el columnista de Fox News.
En el mismo documento en el que rechaza el libre mercado, pide a los gobiernos que reformen los sistemas financieros para atacar la desigualdad. Al hacerlo, se muestra a sí mismo dolorosamente equivocado en materia de economía, porque no puede ver que los mercados libres han apoyado constantemente a la gente para salir de la pobreza, mientras que el socialismo sólo les afianza en ella, o los mata directamente.
Al igual que Obama, declara Adam Shaw, Francisco es incapaz de ver los problemas que realmente ponen en peligro a su pueblo. Como Obama, el pontífice confunde a los fieles con el enemigo, al enemigo con su amigo, la condescendencia con respeto, al socialismo con justicia y al capitalismo con tiranía.
Adam Shaw se dice católico y declara que, en su fe, desea que el papado de Francisco sea un éxito, “pero desde sus primeros meses parece empeñado en un camino para deshacer el gran trabajo de Benedicto XVI y Juan Pablo II, y para repetir errores críticos del pasado”.
(El texto original de Adam Shaw fue publicado en inglés en el portal de Fox News, con el título Pope Francis is the Catholic Church’s Obama – God help us)
TFO.