Decenas de personas murieron en un ataque de milicianos chiíes contra una mezquita suní en la localidad de Bin Wais, en la provincia de Diyala, en el este de Irak.

La cifra de víctimas mortales oscila entre los 34 confirmados por una fuente de seguridad y los 70 fallecidos de los que hablan testigos locales y activistas suníes.
La fuente de seguridad consultada apuntó que otras trece personas resultaron heridas cuando hombres armados abrieron fuego indiscriminadamente contra los fieles.
El ataque tuvo como blanco la mezquita de Musaab bin Omair y coincidió con el importante rezo musulmán.
Un activista suní, citando a testigos, explicó que los milicianos chiíes lanzaron varios proyectiles antes de abrir fuego, causando la muerte a unas 70 personas.
Después de la masacre, asediaron la mezquita durante treinta minutos e impidieron que se trasladara a los
heridos a los hospitales.
Los motivos del ataque también difieren según las fuentes. Testigos señalaron que el ataque fue una venganza por el estallido de varias bombas contra voluntarios chiíes poco antes en la misma zona, explosiones en las que fallecieron seis personas.
Sin embargo, un portavoz del Ministerio del Interior rebajó la magnitud de lo sucedido, alegando que se produjo un tiroteo entre hombres armados y milicianos chiíes, después de que estos sufrieran una explosión.
Irak es escenario de un conflicto armado, con tintes sectarios, desde junio pasado, cuando insurgentes suníes encabezados por el grupo extremista Estado Islámico (EI) lanzaron una ofensiva en la mitad norte del país.
El EI efectuó rápidas conquistas y a finales de ese mes declaró un califato islámico en los territorios de Siria e Irak bajo su control, lo que ha movilizado al campo de batalla a numerosos milicianos chiíes.