Un joven de 27 años acusado de violencia de genero fue interceptado por el suegro que luego de llamar a la policía, empezó a agredirlo a golpes. Una vez llegada la fuerza publica, Lucas relató que creyó en un primer momento que sería defendido por los policías, pero ocurrió todo lo contrario: “Empezaron a golpearme”, dijo.
Un joven de 27 años, que se encuentra internado en el hospital Schestakow, recibió una feroz paliza y asegura que los autores del ataque fueron tres policías. Mientras, el jefe de la Distrital Sur de la Policía, Carlos Mugneco, aseguró que se investiga la denuncia y el juez Pablo Peñasco imputó por lesiones graves al padre de la pareja del joven y a un policía.
La víctima, Lucas Pagliarulo, presenta lesiones de consideración como fractura de cráneo, pérdida de piezas dentales y golpes en el cuerpo. De acuerdo a su relato, el domingo a la madrugada, luego de terminar su trabajo como cocinero en un restaurante, salió con su novia a un boliche donde discutieron.
Tras ello, él se trasladó hasta la casa que comparte con ella y cuando llegó su suegro lo esperaba en la puerta (Comandante Torres al 354) y comenzó a agredirlo a golpes y hasta cree haber visto que portaba un cuchillo.
En ese instante, también según su relato, llegó la policía que habría sido llamada por el mismo padre de su novia. Lucas relató que creyó en un primer momento que sería defendido por los policías, pero ocurrió todo lo contrario: “Empezaron a golpearme”, dijo.
El agredido dice que puede ser que los efectivos sean amigos del padre de la chica porque “trabaja en una estación de servicio donde reponen combustible los móviles policiales”.
En tanto, el comisario Mugneco relató que existen tres denuncias. La del joven, la de la novia y la de su papá. También admitió que hay un efectivo imputado en la causa, al igual que el suegro del joven, ambos por lesiones graves.
Y agregó: “El muchacho dice que lo golpearon, que su suegro también lo agredió y que, además, portaba un cuchillo. De igual manera, estamos en etapa de investigación. Estamos poniendo todos los elementos a disposición para ver qué sucedió”, finalizó.
Otra versión que trascendió fue que la pelea entre el joven y el padre de la chica se habría iniciado cuando Lucas interpeló duramente a su pareja y que hasta habría intentado agredirla, por lo que el suegro intervino y fue ahí cuando se habría producido el intercambio de golpes que finalizó cuando llegó la policía y logró alejar al hombre que golpeaba duramente al muchacho.
Preocupación de la APDH
Por otro lado, un documento de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos delegación San Rafael expresó “preocupación ante un nuevo hecho de violencia institucional” donde estaría implicado personal de la Policía de Mendoza. El escrito señala: “En varias oportunidades nuestra Asociación ha hecho denuncias públicas y ante las autoridades correspondientes sobre la violencia policial”.
“En innumerables ocasiones -se agrega- hemos recibido testimonios de personas del Departamento de San Rafael, en particular jóvenes, que son trasladados por fuerzas policiales desde la vía pública -por donde transitan o permanecen pacíficamente- hasta las comisarías de San Rafael para, supuestamente, ‘averiguación de antecedentes’. En dichos casos muchas veces los ciudadanos son tratados en forma violenta de palabra y físicamente”.
Y continúa: “En general ninguna actitud sospechosa de delito recae sobre las víctimas de este proceder, excepto, claro está, que para la Policía de la Provincia de Mendoza resulte un delito ser joven, transitar libremente o andar en grupo”.
El escrito finaliza solicitando “al Sr. Ministro de Justicia y Seguridad que arbitre y ordene acciones que eviten la violencia institucional ejercida por la policía que depende de él e investigue y castigue a los integrantes de la fuerza que se comprueben que han realizado la agresión al ciudadano Lucas Pagliarulo”.

Un joven de 27 años, que se encuentra internado en el hospital Schestakow, recibió una feroz paliza y asegura que los autores del ataque fueron tres policías. Mientras, el jefe de la Distrital Sur de la Policía, Carlos Mugneco, aseguró que se investiga la denuncia y el juez Pablo Peñasco imputó por lesiones graves al padre de la pareja del joven y a un policía.
La víctima, Lucas Pagliarulo, presenta lesiones de consideración como fractura de cráneo, pérdida de piezas dentales y golpes en el cuerpo. De acuerdo a su relato, el domingo a la madrugada, luego de terminar su trabajo como cocinero en un restaurante, salió con su novia a un boliche donde discutieron.
Tras ello, él se trasladó hasta la casa que comparte con ella y cuando llegó su suegro lo esperaba en la puerta (Comandante Torres al 354) y comenzó a agredirlo a golpes y hasta cree haber visto que portaba un cuchillo.
En ese instante, también según su relato, llegó la policía que habría sido llamada por el mismo padre de su novia. Lucas relató que creyó en un primer momento que sería defendido por los policías, pero ocurrió todo lo contrario: “Empezaron a golpearme”, dijo.
El agredido dice que puede ser que los efectivos sean amigos del padre de la chica porque “trabaja en una estación de servicio donde reponen combustible los móviles policiales”.
En tanto, el comisario Mugneco relató que existen tres denuncias. La del joven, la de la novia y la de su papá. También admitió que hay un efectivo imputado en la causa, al igual que el suegro del joven, ambos por lesiones graves.
Y agregó: “El muchacho dice que lo golpearon, que su suegro también lo agredió y que, además, portaba un cuchillo. De igual manera, estamos en etapa de investigación. Estamos poniendo todos los elementos a disposición para ver qué sucedió”, finalizó.
Otra versión que trascendió fue que la pelea entre el joven y el padre de la chica se habría iniciado cuando Lucas interpeló duramente a su pareja y que hasta habría intentado agredirla, por lo que el suegro intervino y fue ahí cuando se habría producido el intercambio de golpes que finalizó cuando llegó la policía y logró alejar al hombre que golpeaba duramente al muchacho.
Preocupación de la APDH
Por otro lado, un documento de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos delegación San Rafael expresó “preocupación ante un nuevo hecho de violencia institucional” donde estaría implicado personal de la Policía de Mendoza. El escrito señala: “En varias oportunidades nuestra Asociación ha hecho denuncias públicas y ante las autoridades correspondientes sobre la violencia policial”.
“En innumerables ocasiones -se agrega- hemos recibido testimonios de personas del Departamento de San Rafael, en particular jóvenes, que son trasladados por fuerzas policiales desde la vía pública -por donde transitan o permanecen pacíficamente- hasta las comisarías de San Rafael para, supuestamente, ‘averiguación de antecedentes’. En dichos casos muchas veces los ciudadanos son tratados en forma violenta de palabra y físicamente”.
Y continúa: “En general ninguna actitud sospechosa de delito recae sobre las víctimas de este proceder, excepto, claro está, que para la Policía de la Provincia de Mendoza resulte un delito ser joven, transitar libremente o andar en grupo”.
El escrito finaliza solicitando “al Sr. Ministro de Justicia y Seguridad que arbitre y ordene acciones que eviten la violencia institucional ejercida por la policía que depende de él e investigue y castigue a los integrantes de la fuerza que se comprueben que han realizado la agresión al ciudadano Lucas Pagliarulo”.