Un juez de Misiones dispuso que tres menores de edad, de entre 10 y 15 años, reparen los daños materiales ocasionados por un incendio que provocaron hace una semana en una escuela de Posadas.
La decisión fue adoptada por el juez de menores César Raúl Jiménez en la causa en la que, además, está involucrado un joven de 18 años.
Los tres menores de edad y el joven prendieron fuego a parte del mobiliario de la escuela 871, del barrio conocido como A-4, donde viven familias de bajos recursos en el noreste de la ciudad.
El magistrado tuvo reuniones con los padres y tutores, ya que deberán acompañar a los acusados en las tareas de limpieza y restauración de las dependencias dañadas por las llamas.
Además, el juez Jiménez dispuso que los menores de edad involucrados permanezcan en sus respectivas viviendas por un lapso determinado, sin contacto con otras personas, en tanto continúan las actuaciones en sede policial.
El caso se registró en la madrugada del domingo 17 de agosto, previo al feriado nacional, cuando el grupo ingresó en la sede escolar, aparentemente con fines de robo, e inició un incendio que afectó parte del sector administrativo de la escuela primaria y nocturna.
Tres días después fueron detenidos y en la casa de uno de ellos fueron halladas cortinas que se habían llevado del establecimiento.
La zona donde se registró el incendio intencional, está habitada por numerosas familias que fueron relocalizadas desde la ribera del río Paraná. En los últimos meses ese barrio fue escenario de violentas disputas entre jóvenes que incluyeron incendios intencionales de viviendas.
“Cuando un niño comete un ilícito, algo está faltando”, aseguró Jiménez, quien subrayó que la mayor parte de los chicos que delinquen están fuera del sistema educativo y provienen de familias fragmentadas. Por otra parte, “cometen ilícitos pero detrás hay un adulto (que los instiga), siempre hay alguien que lo involucra. La (del adulto) participación como autor intelectual es una realidad. Siempre llegamos al autor material pero nunca al autor intelectual”, remarcó el magistrado.
La decisión fue adoptada por el juez de menores César Raúl Jiménez en la causa en la que, además, está involucrado un joven de 18 años.
Los tres menores de edad y el joven prendieron fuego a parte del mobiliario de la escuela 871, del barrio conocido como A-4, donde viven familias de bajos recursos en el noreste de la ciudad.
El magistrado tuvo reuniones con los padres y tutores, ya que deberán acompañar a los acusados en las tareas de limpieza y restauración de las dependencias dañadas por las llamas.
Además, el juez Jiménez dispuso que los menores de edad involucrados permanezcan en sus respectivas viviendas por un lapso determinado, sin contacto con otras personas, en tanto continúan las actuaciones en sede policial.
El caso se registró en la madrugada del domingo 17 de agosto, previo al feriado nacional, cuando el grupo ingresó en la sede escolar, aparentemente con fines de robo, e inició un incendio que afectó parte del sector administrativo de la escuela primaria y nocturna.
Tres días después fueron detenidos y en la casa de uno de ellos fueron halladas cortinas que se habían llevado del establecimiento.
La zona donde se registró el incendio intencional, está habitada por numerosas familias que fueron relocalizadas desde la ribera del río Paraná. En los últimos meses ese barrio fue escenario de violentas disputas entre jóvenes que incluyeron incendios intencionales de viviendas.
“Cuando un niño comete un ilícito, algo está faltando”, aseguró Jiménez, quien subrayó que la mayor parte de los chicos que delinquen están fuera del sistema educativo y provienen de familias fragmentadas. Por otra parte, “cometen ilícitos pero detrás hay un adulto (que los instiga), siempre hay alguien que lo involucra. La (del adulto) participación como autor intelectual es una realidad. Siempre llegamos al autor material pero nunca al autor intelectual”, remarcó el magistrado.