
El dictador norcoreano sufre las consecuencias del abuso del alcohol y el queso suizo de importación
Kim Jong-un, en una sesión de la Asamblea Suprema de Corea del Norte
El sobrepeso es el talón de aquiles de la integridad de Kim Jong-un, el dictador de Corea del Norte. Sus tobillos se han fracturado después de soportar hasta 127 kilos de peso, que no han sido obstáculo para que el líder norcoreano llevara tacones cubanos -mide 1,74 metros- en su visita a varias instalaciones militares, según recoge el diario británico «The Telegraph».
El líder comunista, de 31 años de edad, se encuentra ingresado en un hospital de Pyongyang para someterse a una operación. Incluso, sus problemas de salud le han impedido acudir a una sesión en la Asamblea Suprema de Corea del Norte, que se ha celebrado en estos últimos días.
Problemas de riñón
Los 127 kilos que han soportado los endebles tobillos de Kim Jong-un han sido producto de su excesivo consumo de queso suizo y de alcohol. Por esto último, los doctores le han encontrado hasta 20 piedras en el riñón.