
Esta fue quizásuna de las empresas más allegadas el régimen de Hitler. Popularmente siempre sedijo que la casa matriz en Rochester,New York, nunca tuvo el control de su subsidiaria en Alemania durante laguerra, ya las fabricas en Kopenick, Berlín, Hungría y posteriormente enFrancia habían sido capturadas, confiscadas y regenteadas por el gobierno deHitler, pero no era secreto que susotras subsidiarias europeas en España, Suizay Portugal si colaboraban con el régimen proactivamente y siempre bajo elconocimiento de las potencias Aliadas.
En 1942, enFrancia, Kodak compro material fotográfico a Alemania por un valor de 72.000Francos Suizos y en Hungría, un aliado Nazi, por 272.000 Francos Suizos. Esemismo año, la subsidiaria española, adquirió 17.000 reichsmarks en químicos,materiales fotográficos y demás. Si bien estos son los únicos registros detransacciones que hay, se cree que la cifra total durante la guerra fueronhasta seis veces más que los conocidos.
En Marzo de1942, mas de tres meses después de que EEUU le declarase la guerra a Alemania,Willar Beaulac, diplomático de la embajada de EEUU en Madrid, le recomendó alSecretario de Estado que a Kodak Madrid debería otorgársele una licencia paraimportar films, químicos, bobinas y demás artículos desde las fabricas de KODAKAlemania explicando que si les denegaban la importación de estos bienes yteniendo en cuenta que la empresa no podía satisfacer la demanda en Madrid, suscompetidores italianos o alemanes iban dominar el mercado y que a Kodak se le haríaprácticamente imposible volver a dominarlo después de la guerra.
Un Oficialdel "Trading With the Enemy Department" en Inglaterra cuestiono quesi Kodak no se la dejaba importar los suministros desde Alemania, justamenteserian los alemanes quienes dominarían el mercado.
En 1943,A.D Page, consejero legal de Kodak en Londres, envió una carta al gobierno Británicode Churchill, explicando que las subsidiarias de Kodak habían logrado conseguiralgunas "manufacturas" de sus fabricas en Alemania, Francia (ocupada)y Hungría y que esto había sido vital para que Kodak continuara manteniendo sunombre a la cabeza del mercado y pudiendo brindarle en tiempos tan difíciles, másy mejores productos a sus clientes de loque hubieran podido proveer limitando sus compras solamente a sus fabricas enInglaterra. Sin embargo, jamás se penalizo a Kodak y nunca fue acusada de"negociar con el enemigo". Más aún, la subsidiaria de Kodak enPortugal, no solo se extralimitaba a negociar con el enemigo, sino que iba unpaso más adelante. A mediados de 1942, un cable interceptado por el gobierno deEE.UU, de Kodak Portugal a su casa matriz en Nueva York, indicaba que las gananciasde la compañía habían sido enviadas a la subsidiaria en La Haya, Holanda, zonaque era controlada y ocupada por los Nazis.
LaHistoriadora alemana Karola Fins, descubrió que en 1941, Kodak habíatransferido sus operaciones en Alemania a dos personas de confianza de la firmay a un abogado para que representaran los intereses de la empresa en caso deque los americanos entraran a la guerra: Carl Thalmann, supervisor en jefe delas operaciones alemanas, Hans Wiegner, miembro del directorio. y Gerhard A.Westric, un abogado alemán que actuó como intermediario entre las corporacionesde EEUU y el Tercer Reich. WilhelmKeppler, el consejero económico de Hitler, fue catalogado como "El hombreKodak" por la Inteligencia Militar Americana, por la cercanía que tenia tanto en lo personal como en los negocioscon la firma.
Losingresos al igual que los empleados crecían durante los primeros años de guerray la compañía expandió sus manufacturas a gatillos, detonadores y otros equiposmilitares. A finales de 1942, Thalmann envió un cable a la casa Matriz en EEUUque rezaba, " El negocio va bien".
La filialfrancesa en mayo de 1942 a través de C. Julián, un empleado de Kodak Italia ehijo del gerente de Kodak Madrid, escribió a los ejecutivos de la firma contando que la filialfrancesa había hecho tanto dinero que habían adquirido propiedades, una mina decarbón e incluso una casa de descanso para los miembros de la directiva.
EnAlemania, según la firma de abogados Milberg Weiss, Kodak había utilizado manode obra esclava. En la planta de Stuttgart trabajaron al menos 80 esclavos y enla planta de Berlín-Kopenick al menos 250. En reconocimiento de este hecho, un vocerode la empresa declaro que Kodak había contribuido con más de 500.000 dólares ala fundación alemana para las víctimas del trabajo esclavo, en adición tambiéndeclaro que estaba totalmente confiado de que Kodak nunca había hecho negocioscon algún país enemigo durante tiempos de guerra y que siempre había cooperadoy cumplido las leyes, regulaciones y sanciones establecidas por el gobierno deEEUU e Inglaterra, aclarando que a la subsidiaria Suiza nunca se le habíaprohibido negociar con Alemania y que cuando se le fue notificada, lasoperaciones cesaron.
Al día dela fecha los voceros del Departamento de Estado de los EEUU, han declinado acomentar sobre los hechos.