Es el país que más incrementó las erogaciones estatales en los últimos seis años. Analistas afirman que el ensanchamiento del Estado es una de las principales causas del estancamiento de la economía.
La calle más larga, el río más ancho… No son las únicas cualidades que definen a la Argentina. Según el Monitor Fiscal 2014, desarrollado por el Fondo Monetario Internacional, el país lidera las naciones con más gasto público del planeta, en relación a su PBI.
El estudio compara cuál fue la evolución de las erogaciones de los distintos gobiernos con los bienes y servicios producidos en un año, entre 2006 y 2013. Mientras, en la mayoría de las naciones desarrolladas el gasto público creció en los últimos 7 años 3 puntos porcentuales del PBI y en los países de Latinoamerica presentó un incremento promedio de 5 puntos porcentuales; en la Argentina esta cifra aumentó 15 puntos porcentuales del PBI.
Entre los 60 países avanzados y emergentes cubiertos por el análisis del FMI ninguno registra un crecimiento del gasto público tan exorbitante como el observado en la Argentina. En el país, el Gobierno absorbe casi la mitad del ingreso nacional, algo que sucede en países de muy alto desarrollo, como Finlandia, Dinamarca, Francia, Bélgica, Austria, Suecia y Holanda.
¡Es el gasto publico, estúpido!
En base a estos datos, la consultora Idesa, desarrolló un informe en el que advierte que el gasto público es la clave para explicar el estancamiento de la economía local. ”Se incurre en el error de diagnóstico de atribuirle la causa a factores externos cuando las evidencias muestran que, si bien hay desaceleración, el único país con la economía parada es la Argentina”, afirma la entidad.
El incremento del gasto estatal no es lo único que preocupa a los analistas. “Más allá de la cifra de 46%, es preocupante la composición de las erogaciones públicas”, advierte Nery Persichini, economista de Inversor Global. En 2013, sólo el 3% del gasto primario se destinaron a Inversión Real Directa, 23.489 millones de pesos. “Para tener una referencia, esa inversión representó un poco más de la mitad de lo que se pagó el año pasado en concepto de intereses de la deuda: 41.579 millones de pesos”, explica.
La ecuación es simple: a un aumento del gasto público, le sigue un crecimiento de la emisión monetaria, lo que tiene como consecuencia directa un incremento de las cifras de inflación. Para el economista, las crecientes necesidades de financiamiento del gasto público se ven en el balance del Banco Central. “En los últimos años, la entidad monetaria se alejó de su función originaria de ´preservar el valor de la moneda´; por el contrario, asistió de dólares y de pesos al Tesoro, a cambio de Letras intransferibles y adelantos transitorios. Estas dos partidas componían el 32% del activo del BCRA en 2006. Al día de hoy, constituyen el 65%, aumentando la exposición patrimonial del organismo que preside Fábregas frente al Sector Público”, sostiene.


La calle más larga, el río más ancho… No son las únicas cualidades que definen a la Argentina. Según el Monitor Fiscal 2014, desarrollado por el Fondo Monetario Internacional, el país lidera las naciones con más gasto público del planeta, en relación a su PBI.
El estudio compara cuál fue la evolución de las erogaciones de los distintos gobiernos con los bienes y servicios producidos en un año, entre 2006 y 2013. Mientras, en la mayoría de las naciones desarrolladas el gasto público creció en los últimos 7 años 3 puntos porcentuales del PBI y en los países de Latinoamerica presentó un incremento promedio de 5 puntos porcentuales; en la Argentina esta cifra aumentó 15 puntos porcentuales del PBI.
Entre los 60 países avanzados y emergentes cubiertos por el análisis del FMI ninguno registra un crecimiento del gasto público tan exorbitante como el observado en la Argentina. En el país, el Gobierno absorbe casi la mitad del ingreso nacional, algo que sucede en países de muy alto desarrollo, como Finlandia, Dinamarca, Francia, Bélgica, Austria, Suecia y Holanda.
¡Es el gasto publico, estúpido!
En base a estos datos, la consultora Idesa, desarrolló un informe en el que advierte que el gasto público es la clave para explicar el estancamiento de la economía local. ”Se incurre en el error de diagnóstico de atribuirle la causa a factores externos cuando las evidencias muestran que, si bien hay desaceleración, el único país con la economía parada es la Argentina”, afirma la entidad.
El incremento del gasto estatal no es lo único que preocupa a los analistas. “Más allá de la cifra de 46%, es preocupante la composición de las erogaciones públicas”, advierte Nery Persichini, economista de Inversor Global. En 2013, sólo el 3% del gasto primario se destinaron a Inversión Real Directa, 23.489 millones de pesos. “Para tener una referencia, esa inversión representó un poco más de la mitad de lo que se pagó el año pasado en concepto de intereses de la deuda: 41.579 millones de pesos”, explica.
La ecuación es simple: a un aumento del gasto público, le sigue un crecimiento de la emisión monetaria, lo que tiene como consecuencia directa un incremento de las cifras de inflación. Para el economista, las crecientes necesidades de financiamiento del gasto público se ven en el balance del Banco Central. “En los últimos años, la entidad monetaria se alejó de su función originaria de ´preservar el valor de la moneda´; por el contrario, asistió de dólares y de pesos al Tesoro, a cambio de Letras intransferibles y adelantos transitorios. Estas dos partidas componían el 32% del activo del BCRA en 2006. Al día de hoy, constituyen el 65%, aumentando la exposición patrimonial del organismo que preside Fábregas frente al Sector Público”, sostiene.
